Osasuna y Betis se daban cita en San Juan el 2 de febrero de 1936 viniendo de temporadas muy diferentes, pero con finales parecidos. El Real Betis se había proclamado campeón en el Sardinero, consiguiendo así su primer y único campeonato de liga. El Osasuna, tras quedar líder en su grupo de Segunda Sivisión, ascendió a la élite del fútbol español. Por tanto, se daban cita el vigente campeón y un recién ascendido.

El partido correspondía a la duodécima jornada, por lo que ya se había traspasado el ecuador de la temporada, quedando tan sólo 11 partidos por disputar. El Betis se encontraba a tres puntos del líder, el Real Madrid, mientras que el Osasuna estaba sólo dos puntos por encima del Atlético de Madrid, equipo que marcaba la zona de descenso. A pesar de ello, la diferencia entre ambos conjuntos era de cinco puntos. Por tanto, el partido debía marcar las aspiraciones finales de cada uno.

A pesar de la tarde lluviosa y el estado resbaladizo del terreno de juego, se dio una buena entrada. Los rojillos se dispusieron a atacar con alegría y entusiasmo desde el inicio del partido. Las ocasiones llegaban para los locales, ante el intento de superarse de la defensa bética, en especial el portero visitante: Urquiaga. Sin embargo, nada pudo evitar la debacle para los verdiblancos y la alegría y avalancha ofensiva del conjunto navarro. El Osasuna, en todo su conjunto, cuajó un magnífico partido mientras que el Betis, a pesar del resultado, defendió con mucha voluntad, especialmente el trío defensivo.

El Osasuna se adelantó en el marcador gracias a un gol de Julio Iturralde pasado el cuarto de hora de partido. Poco después, Vergara hizo el segundo y, antes del descanso, Catachús lograba el tercero. Tras el descanso, Paco Bienzobas, Catachús y, de nuevo, Bienzobas, cerraron el resultado completando la media docena de goles, que pudieron ser tranquilamente muchos más.

La temporada finalizó con el Betis en séptima posición con 20 puntos, asegurando su presencia en la máxima categoría un año más. El Osasuna, aún ganando al vigente campeón con una contundencia evidente, no pudo evitar el descenso a Segunda División, al quedar en última posición con 14 puntos.