El Real Betis Balompié visitaba El Sadar con la necesidad de sumar tres puntos y su entrenador con la necesidad de ganarse la confianza de los aficionados verdiblancos tras los malos resultados obtenidos en los últimos encuentros. Osasuna, más de lo mismo: necesitaba los tres puntos para poder salir de la zona baja de la tabla.

Antes de empezar el encuentro todo el mundo tenía un nombre en la boca, el de Rubén Castro. Gustavo Poyet decidió dejarlo en el banquillo ante el cuadro rojillo. En su lugar, Tonny Sanabria, a quien le llegaba la oportunidad tras su lesión de pubis.

Empezaba el partido y el conjunto local intentaba llevar el peso del encuentro ante un Betis que presionaba tímidamente y bien situado atrás. Poco a poco los verdiblancos se fueron adueñando del esférico. Tras una alta presión en el centro del campo, tocaban la pelota con tranquilidad buscando la oportunidad de herir a Osasuna. Esa oportunidad llegó en el minuto 19. Petros ponía un magnífico balón a Joaquín que, a duras penas, hacía una vaselina a Nauzet, el guardameta canario de Osasuna. El gaditano hacía un gol de esos que son extraños pero bonitos a la vez.

Tras el gol el Real Betis intentaba seguir igual pero Osasuna quería empatar rápido. En el minuto 29 Oriol Riera tuvo una buena oportunidad para igualar la contienda. Tras un saque de esquina remataba y, tras la línea de gol, Felipe Gutiérrez la sacaba como podía. Poco después el ex delantero del Elche CF tuvo la suya, pero sin éxito. Osasuna hacía sufrir al Betis de dos formas: la primera, a balón parado y la segunda, robando el balón cerca del área de los heliopolitanos. Osasuna acababa la primera mitad buscando el empate, subido de revoluciones. Eso le costó la primera cartulina amarilla del encuentro, que fue para David García. Se llegaba al descanso en el minuto 46 con ese 0-1 a favor de los visitantes. En el Real Betis destacaron Jonas Martin, tocando el balón con clase y calidad en el centro del campo y, sobre todo, Joaquín Sánchez, omnipresente presionando, corriendo como nadie y, encima, anotando el primer gol.

Empezaba la segunda mitad y el Club Atlético Osasuna salió decidido a por el encuentro. Era una auténtica apisonadora. En el minuto 47 llegaba el 1-1. Berenguer se iba por la banda izquierda y le salía un centro chut que daba en el palo a la derecha  de Antonio Adán y el rechace le caía a Roberto Torres, que hacía el empate. Osasuna no estaba conforme con el empate y tuvo varias ocasiones más, pero sin fruto. El ritmo del partido fue cayendo. El primer cambio del encuentro lo hizo Osasuna, buscando frescura arriba introduciendo a Rivière por Oriol Riera. Contrarrestaba Poyet con un cambio defensivo: Brasanac por Jonas.

El partido seguía igual. Ahora Osasuna buscaba velocidad por la banda izquierda y metió en el verde a Jaime Romero. El partido parecía de empate. Las numerosas faltas paraban más aún el ritmo del partido. El ambiente se caldeaba y tras una falta de Brasanac sobre Rivière, el francés reaccionaba de forma violenta y Del Cerro Grande lo mandaba al vesturario, a la vez que sancionaba la falta del serbio con tarjeta amarilla.

Hasta el minuto 83 no llegaron los cambios del Real Betis. Entraron Rubén Castro y Álex Alegría por Joaquín, desfondado, y Tonny Sanabria. Los cambios no surtieron efecto. Se tuvo que esperar al minuto 90 para que la balanza se desequilibrara. El chileno Felipe Gutiérrez introducía el balón en la portería defendida por Nauzet desde larga distancia y de libre directo. Aquí acababa el partido. Un partido de empate que se lleva el Real Betis tras un acto de calidad del jugador chileno.

El Real Betis Balompié se lleva para Sevilla tres puntos de oro que coloca a los verdiblancos con 11 puntos en la novena posición, por el momento, de la tabla clasificatoria de la Liga Santander.