Tres. Ese fue uno de los números clave de aquel 9 de mayo de 2004 en El Madrigal. Tres días habían pasado desde que el submarino amarillo puso fin a su temporada en la Europa League tras caer derrotado en semifinales por el Valencia CF. Y tres eran también las jornadas de La Liga que quedaban para luchar por volver a clasificarse para dicha competición. Una clasificación que estuvo muy reñida con hasta cuatro equipos en tres puntos. Los fallos podían pagarse muy caros a esas alturas de competición.

El Villarreal saltó al césped de su estadio con la moral alta, pocos podían intuir por su juego que apenas 72 horas antes se había chafado uno de sus sueños. Con la moral alta, y sabiendo que aún tenían posibilidades de clasificarse un año más para competir en Europa, salieron a doblegar a un Betis que dejó mucho que desear.

El club verdiblanco estaba yendo de más a menos en las últimas temporadas. Fue una de las grandes sorpresas de la temporada 2001/2002 cuando, recién llegado de Segunda División, logró acabar el curso en la sexta posición, pero, dos años después, a pesar de que estaba peleando por mantenerse en la zona media-alta de la tabla, no estaba dejando buenas sensaciones.

El balear había hecho de su portería un auténtico fortín que solo José Mari fue capaz de esquivarAquel día Víctor Fernández puso su mejor 11 -en el que estaba Joaquín, el único de aquel Betis que continúa en el club-, pero el único que brilló con la elástica verdiblanca, evitando lo que pudo haber sido una auténtica goleada, fue Prats. El guardameta bético lo paró todo, o casi todo.

El Villarreal de Paquito dominaba el esférico y el número de ocasiones peligrosas desde el minuto uno. Incluso llegó a anotar un gol a los pocos segundos de que Pérez Lasa pitara el inicio del encuentro, pero el colegiado vasco anuló el tanto por fuera de juego. Guayre, Riquel y Coloccini intentaban batir a Prats por activa y por pasiva, pero el balear había hecho de su portería un auténtico fortín que solo José Mari fue capaz de esquivar, anotando el único gol del partido.

Al final de la temporada, el Betis acabó en la novena posición de la clasificación y el Villarreal volvió a conseguir un puesto en la UEFA Europa League tras proclamarse como uno de los campeones de la Intertoto Cup.