Igualados a puntos, en la zona alta de la tabla y disputando competiciones europeas. Así habían acabado el Real Betis Balompié y la Unión Deportiva Las Palmas la temporada anterior, la 1976/1977. Tan solo la diferencia de goles había podido determinar qué equipo disputaría la Copa de la UEFA (Las Palmas) y cual la Recopa de Europa (Betis).

Sin embargo, esta temporada estaba siendo muy diferente. Al menos para uno de los equipos. El equipo entonces dirigido por Miguel Muñoz Mozún seguía moviéndose por la zona media-alta de la clasificación, pero los de Heliópolis habían pasado de jugar en Europa a luchar por no descender.

La suma de errores arbitrales acabó con la esperanza bética

Cuentan las crónicas de aquel partido que fue el Real Betis el que mereció la victoria aquella tarde de marzo. Sin embargo, fue el equipo local el que estuvo en todo momento dominando el marcador. Un marcador que se inauguraría pronto, a los 15 minutos de juego, cuando Morete, asistido por Brindisi, logró ganarle el mano a mano al portero verdiblanco. Y es que a pesar de que se jugara en la ciudad de Sevilla y que estuviera próxima la Semana Santa, no hubo milagro alguno que solucionara los errores arbitrales.

La actuación de Franco Martínez dejó mucho que desear en el Benito Villamarín y la afición bética no le perdonó aquella tarde ni siquiera las faltas inexistentes que señaló a favor de los heliopolitanos -faltas que, por otra parte, nunca se señalaban en un lugar peligroso-. Tal fue el descontento que los gritos del público contra el colegiado fueron una constante.

El árbitro llegó a anular por fuera de juego el segundo tanto de Morete, pero, ante la no reacción de su asistente, acabó dándolo por bueno

Afortunadamente, para los aficionados, no todo fue malo aquella tarde. Su equipo también les hizo soñar; soñar con la remontada cuando, tras un centro de Cardeñosa y un remate fallido de Biosca, Alabando acababa batiendo a Carnevalli y subiendo el empate al luminoso en el minuto 43.

Sin embargo, la alegría duraría poco: el árbitro volvería a hacer de las suyas en la segunda parte. El Betis saltó de nuevo al césped con el mismo guion: dominar el juego e intentar conseguir la victoria. Pero, en el minuto 69, un error arbitral volvería a dejar el encuentro cuesta arriba. Morete anotó un gol que el árbitro llegó a anular por fuera de juego, pero, ante la no reacción de su asistente, acabó dándolo por bueno y el 1-2 subió al marcador.

El equipo verdiblanco podría haber empatado el encuentro en los últimos minutos, pero un nuevo error del cuerpo arbitral lo impidió tras no pitar un penalti que Noly cometió sobre Cardeñosa dentro del área.

Al final de temporada, ese Betis que aún saboreaba haber ganado en las temporadas anteriores su primera Copa y que se había convertido también en “Eurobetis”, acabó descendiendo a Segunda División. Aunque, se debe destacar también que, desde aquel 5 de marzo de 1978, la UD Las Palmas no ha vuelto a batir al Betis en el Benito Villamarín.