Real Betis Balompié y Athletic Club de Bilbao se enfrentarán el próximo domingo en el Benito Villamarín. Los vascos llegan tras ganar el derbi vasco ante el Éibar por 3-1 y de empatar en la Uefa Europa League ante el Rapid de Viena a un gol en el Ernst-Happel-Stadion. Por el otro lado, el Real Betis llega tras empatar a tres goles el pasado domingo ante el Celta de Vigo.

Para ganar al conjunto bilbaíno, seguro que Víctor Sánhez del Amo y su equipo de trabajo tiene bien analizado su estilo de juego. Nosotros intentaremos hacer lo mismo en las siguientes líneas.

Athletic de altura

El Athletic Club de Bilbao es uno de los equipos de LaLiga con mejor juego aéreo. En varios nombres propios del conjunto recae el peligro aéreo. A balón parado, los bilbaínos juntan en el área a jugadores como Mikel San José, Aritz Aduriz, Raúl García o Aymeric Laporte. Son auténticas torres que saben usar la cabeza como pocos en esta liga. A esto le sumamos la calidad del ex-bético Beñat Etxebarria para servir los balones parados.

Es sin duda una variante del equipo de Ernesto Valverde. De un córner o de una falta pueden sacar 'petróleo', ya sea lanzada directamente a puerta o bien por una jugada ensayada para que el balón pueda ser rematado por alguno de los hombres que mencionamos antes. Está claro que los verdiblancos van a tener que necesitar trabajar mucho las jugadas a balón parado en el aspecto defensivo.

Otra posibilidad que le permiten sus jugadores es el balón largo desde atrás. Normalmente el delantero centro titular de los 'leones' es Aduriz, acompañado por detrás del navarro Raúl García. Dos torres ofensivas. Los centrales del Athletic saben sacar el balón bastante bien, sobre todo en pases largos, ya sea Laporte, Etxeita o el canterano Yeray. De esos balones largos, los bilbaínos sacan segundas jugadas tras las dejadas que puedan dejar tanto García como Aduriz.

La velocidad como alternativa

No solo el juego de los vascos se fundamenta en juego aéreo. También tienen otras formas de crear peligro ante la portería rival. Hablamos de la velocidad. Mencionando la palabra 'velocidad' rápido se nos viene a la mente los nombres de Iñaki Williams, de Íker Munian o de Óscar de Marcos.

El contraataque es un arma muy efectiva en el fútbol. El Athletic también hace uso de ello. Al juego aéreo de Aritz Aduriz existe la alternativa de la potencia y la velocidad de Iñaki Williams. En el gol que le anotó al Éibar la pasada jornada tenemos la prueba más reciente de ello. El '11' del Athletic Club recibió un balón cerca de la línea divisoria del centro del campo y corrió hasta la portería dejando atrás a los centrales eibarreses y batiendo a Asier Riesgo con total facilidad. Por debajo de las piernas.

Otros jugadores con una gran velocidad a servicio del conjunto bilbaíno son Muniaín y De Marcos. Este último, jugando menos que otros años y reconvertido a lateral, sorprende al rival con su llegada desde atrás. Es un puñal por la derecha. En esa banda derecha hace pareja con Markel Susaeta, otro que va sobrado de calidad.

No nos olvidamos del jugador que este jueves cumplió 300 partidos con la camiseta del Athletic con tan solo 23 años. Hablamos de Íker Muniaín. Tras la lesión que lo tuvo apartado de los terrenos de juego varios meses, volvió más fuerte que nunca. Más maduro futbolísticamente. Jugando en la izquierda, se interna hacia la zona interior del campo, dejándole la banda completa a Balenziaga.

Mina de jugadores de nivel

El Athletic Club de Bilbao acostumbra a nutrirse de jugadores de su 'fábrica'. Pero es reseñable las últimas generaciones que está sacando a la luz. Es sorprendente que cuando un jugador del Bilbao Athletic (equipo 'b' del Athletic)  debuta con Ernesto Valverde no se note la diferencia con los que ya llevan tiempo. Parece tener tan asumida la forma de jugar como el resto de integrantes del primer equipo.

Esta campaña ha sacado a la luz al genial defensa central de tan solo  21 años Yeray. Ya está en boca de los ojeadores de los grandes clubes de Europa. Y es que el joven futbolista parece haber jugado en Primera División toda su vida. No se deja intimidar por ninguno de los grandes delanteros centro que hay en la liga española. Da todo por la camiseta del conjunto vasco y seguro que será el futuro de la Selección Nacional. 

El último 'cachorro' en debutar ha sido Asier Villalibre. Debutó en la Catedral ante el Éibar, y en su estreno consiguió una asistencia de gol a Muniaín. No está mal. La hinchada de San Mamés tiene depositadas muchas esperanzas en el delantero de 19 años. Otra pieza a tener en cuenta en el puzzle de Valverde.