El Real Betis visitaba Granada este viernes. El primer derbi andaluz de los tres que se le avecinan en las próximas fechas. Los nazaríes, penúltimos en la clasificación, necesitaban un triunfo para soñar con la permanencia. Más aún para lavar la pésima imagen ofrecida en Éibar. Los de Víctor Sánchez viajaban con la ausencia de hombres notables como Pezzella o Dani Ceballos, sancionados, pero siempre con la firme intención de empezar a sumar lejos de Heliópolis. Podría ser un rival propicio.

La clave de todo es el condicional. Porque el Granada se disfrazó de 'gigante' para tumbar a los verdiblancos desde el primer momento. Wakaso servía a Carcela un envío sensacional que ejecutaba el marroquí con un magistral golpeo picado sobre Adán. Era la primera llegada del cuadro de Lucas Alcaraz. En la frente. 1-0.

El estreno de Adrián 

Un chico feliz | FOTO: LaLiga
Un chico feliz | FOTO: LaLiga

La cosa no iba a quedar ahí. Y es que rondando la media hora era el turno del segundo tanto. El vendabal nazarí seguía viento en popa a toda vela. Pérdida defensiva del Real Betis que Litri aprovecha para mandar un centro a la cabeza de Ramos. 2-0. Los de Víctor Sánchez ni reaccionaban ni siquiera hacían el intento en ello. No se enteraban de qué iba la película. Todo ante el penúltimo clasificado de LaLiga Santander, un equipo que hasta la fecha había ganado dos veces.

El tercero estuvo a punto de llegar nuevamente de las botas de Carcela, una pesadilla para la zaga verdiblanca -de amarillo fluorescente en el Estadio Nuevo Los Cármenes-. Adán salvaba en esta ocasión a un Real Betis perdido por completo, presente físicamente pero no en alma ni en ganas. Y eso en el fútbol es un pecado. Ante el Granada o ante cualquiera.

Vaya si lo es. Porque, acto seguido, Pereira se apuntaba a la fiesta. El 3-0 del brasileño fue sencillo, como la primera parte del Granada. Solo tuvo que empujarla. Víctor Sánchez miraba el luminoso porque no se lo creía nadie. Ni vencedores ni vencidos. El caso es que el Real Betis estaba siendo goleado por el equipo granadino que, todo sea dicho, mostró una enorme pegada en el primer tiempo.

La segunda mitad empezaba con una variación. Sanabria entraba por Donk, tremendamente inoperante. Víctor Sánchez buscaba al menos salvar el honor de un Real Betis que estaba rozando el ridículo en territorio granadino. Se pasaría a jugar con una línea de cuatro hombres atrás dejando a los tres delanteros disponibles como referencias ofensivas.

Doblete del colombiano

La tarde del Granada | FOTO: LaLiga
La tarde del Granada | FOTO: LaLiga

Era la noche del Granada. Y de su gente. También la de Ramos, que lograría su doblete al aprovechar un rechace tras golpear la pelota en Adán para batir al meta a puerta vacía en un remate algo forzado. El 4-0. Pasaba el tiempo que no las sensaciones de un equipo físicamente corto a la par que mentalmente poco preparado para levantar situaciones adversas. Así es el Real Betis actual.

Poco después del cuarto, llegaba el turno para la tensión. Nahuel, que entraría en esta segunda parte por Alegría, era expulsado al propinarle un bofetón a Pereira. Lo curioso es que el brasileño -autor del tercer tanto- también se marchaba antes de tiempo a los vestuarios. 10 contra 10. La situación no cambiaría demasiado.

Un poco de honra

Petros firmaba el gol del honor | FOTO: LaLiga
Petros firmaba el gol del honor | FOTO: LaLiga

El Real Betis puso el tanto del honor gracias a Petros. Durmisi botaba un córner que el centrocampista -renovado hasta 2020 esta semana- se encargaría de materializar con su cabeza. 4-1. Un poco de dignidad en mitad de un partido horroroso, lamentable. No era el momento, evidentemente, ni para festejar lo más mínimo ese gol. 

Rubén Castro pudo evitar la goleada y maquillar aún más si cabe el marcador en el descuento pero Ocón Arráiz levantaba su bandera para anular el tanto al delantero canario, algo adelantado. Otro que tampoco está ni a la mitad de su nivel en estos últimos partidos. Y eso al Real Betis se le nota mucho porque sigue dependiendo en gran medida de su máximo goleador histórico. 

Moría un encuentro para pasar página cuanto antes. Duro mazazo en la casa de un Granada que, ahora, suma su tercer triunfo de la campaña al mismo tiempo que 16 puntos. La salvación solo está a dos a expensas de lo que haga el Leganés en Barcelona. El Real Betis, mientras tanto, estaba metido en tierra de nadie pero como se descuide más de la cuenta se puede meter en el lío. Ojos bien abiertos. Porque el sábado que viene se para la ciudad de Sevilla. Y ahí sí que no hay perdón que valga.