El Real Betis llegaba al estadio Nuevo Los Cármenes con la intención de sumar veintisiete puntos antes del derbi sevillano que se disputará el próximo sábado en el estadio Benito Villamarín. Pero la intención de ganar de los verdiblancos se quedó en eso, en intención. La actitud que demostraron los jugadores fue pésima, y, a raíz de ello, el nivel de juego fue desastroso.

A continuación vamos a analizar los errores que hicieron que el Betis saliera con la cara colorada de Granada, y con la moral por los suelos antes de un partido tan importante para su afición como el derbi de la próxima jornada. Ya puede arreglar Víctor Sánchez del Amo analizar perfectamente el encuentro ante el Granada si quiere sacar algo positivo en el Villamarín.

Principal error: falta de ganas

Se dice que la liga española es la mejor del mundo. A nivel de organización y gestón, esa afirmación se podría poner en duda, pero en nivel futbolístico, no. La liga española tiene un espectacular nivel de exigencia física, técnica y mental. Y si no se cumple esa exigencia, cualquier equipo es capaz de pintarte la cara, como le pasó ante el Granada al Real Betis.

A nivel técnico-táctico, seguramente los verdiblancos tuviesen más hombres. A nivel físico, no nos caben dudas de que el gran trabajo de Marcos Álvarez es eficaz y los jugadores están bien en ese aspecto. Pero faltó el aspecto principal. El aspecto que hace que físico y técnica se unan óptimamente; la moral. La moral, en definitiva, son las ganas que tengan los jugadores de ganar cada balón dividido y la mentalidad ganadora de los mismos.

Ante el Granada, todos, o casi todos los duelos los ganaban los jugadores granadinos. Todos los balones divididos eran para los franjirojos. Y eso marcó al diferencia, además del orden y el posicionamiento de los de Lucas Alcaraz tanto en defensa como en ataque. A partir de ahora, más le vale a los jugadores verdiblancos tener más ganas de ganar, pensando en el aficionado.

La defensa de cinco, desbordada

Víctor Sánchez del Amo volvió a alinear en Granada a cinco hombres en defensa: Piccini, Mandi, Donk, Tosca y Durmisi. Ante esto, Lucas Alcaraz fue capaz de hacer incluso superiroridad a los verdiblancos. Alcaraz alineó en punta a Andreas Pereira, jugador cedido por el Manchester United, Adrián Ramos, cedido por el Borussia Dortmund, y a Carcela-González. Además, los laterales del Granada, Héctor por izquierda y Foulquier por derecha, subían con mucha frecuencia, y, además, casi siempre vencían a su marcador. Esto hacía que, a los tres delanteros, se le sumaran los dos laterales-carrileros, haciendo un cinco para cinco. El Granada buscó el duelo en igualdad numérica, y lo ganó.

Estas pérdidas en los duelos, sumadas al desorden defensivo que tenían los verdiblancos, hacían que los verdiblancos se vieran desbordados. Los verdiblancos ya estaban desesperados. No sabían qué estaba pasando.

Además, las ayudas a los laterales que se le ha elogiado en partidos como el del Barcelona en el Villamarín ayer no apareció. Más bien al contrario, favoreciendo el plan de Lucas Alcaraz. 

El Real Betis llegará al derbi de la ciudad de Sevilla con su afición descontenta y con los jugadores con una moral baja tras la goleada recibida por un equipo que está luchando por salir de las posiciones de descenso a segunda división. La semana de trabajo que le queda a los verdiblancos por delante debe ser muy productiva. 

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