Más propio de un 28 de diciembre. Más común de una 'inocentada' que no ha hecho gracia a ningún aficionado del Real Betis. Porque lo de este viernes en Granada ha sido más una bochornosa goleada en contra ante el penúltimo clasificado que una broma de mal gusto. Carcela, un doblete de Adrián Ramos más un tanto de Andreas Pereira -que sería expulsado en la segunda parte- golpearon a los de Víctor Sánchez, endebles como pocos. Fuera de casa todo son derrotas. Nahuel se auto-expulsó tras propinar un bofetón al brasileño, autor del tercer tanto. Después, Petros 'maquilló' el resultado. Aquí no hay ramo de flores ni risas de ningún tipo. Tampoco logotipo que valga.
La falta de intensidad fue lo más preocupante de un Real Betis que desiste tras encajar un tanto, que no levanta la cabeza a pesar del golpe. Y la actitud sigue siendo la misma en la casa del Granada. Eso no se negocia.
El Granada, todo sea dicho, mostró una gran pegada en todo momento. Los de Lucas Alcaraz leyeron a la perfección cuál era el partido que tenían que hacer, basado en un eficaz contragolpe. Comandados por Carcela o Andreas Pereira, dejando a Adrián Ramos como referencia ofensiva. Este colombiano tiene muy buena pinta. Pocas ocasiones habría que añadir a los cuatro tantos nazaríes, que llegaron en gran medida por errores groseros de la zaga del Real Betis.
Así fue el 1-0. Álex Alegría perdía una pelota en el centro del campo tras ver cómo Rubén Castro estaba en fuera de juego y no poder cederle el esférico. El Granada estuvo listo. Wakaso se la dio a Carcela que batía a Adán por encima con mucha clase. La pasividad de Donk también queda mirada con lupa. El 2-0 llegaría también tras una pérdida aprovechada por Héctor Hernández -Litri para los amigos-. Adrián Ramos, más solo que la una, ejecutaba el regalo. Ahí no quedaría todo porque los Reyes Magos seguían en el Estadio Nuevo Los Cármenes. El 3-0 fue más sencillo aún si cabe porque Andreas Pereira solo tendría que empujar un rechace a la red. Goleada local.
La segunda parte no cambió mucho. El Granada empezó a jugar con el tiempo mientras el Real Betis dominaba insulsamente la posesión. Sanabria entraba por Donk pero el paraguayo sigue ofreciendo serias dudas sobre su rendimiento. Hay que recordar que su fichaje costó hasta 7'5M€ por el 50% del pase del jugador. El caso es que Adrián Ramos hizo el doblete al contragolpe, una vez más, para firmar el 4-0. "Tierra trágame" pensaba el cuadro verdiblanco. Nahuel también ingresaría en este segundo acto... para durar cinco minutos en el césped. Bofetón a Andreas Pereira con roja directa para los dos. Así lo estimaba Ocón Arráiz. El 4-1 lo consiguió Petros -renovado esta semana- de cabeza en un córner. Ni el honor se salvaba.
Una mala imagen en el Estadio Nuevo Los Cármenes que invita a pensar en el presente pero sobre todo en el futuro. Todo son derrotas lejos de Heliópolis con Víctor Sánchez que, ahora, ha encajado también una goleada. Este Real Betis no debe olvidar competir. Nadie sabe el cómo ni el cuándo ni el por qué. Lo que sí se aprecia en el horizonte es un nuevo derbi, que no uno más. El Sevilla llama a la puerta.