La temporada pasada, en el mercado invernal, llegó un joven extremo de la inagotable cantera del Chelsea (en calidad de cedido) para mejorar la segunda vuelta del equipo verdiblanco. De la mano del anterior Director deportivo, Eduardo Maciá, Musonda llegó a Sevilla con el fin de mostrar todo su desparpajo y disputar la máxima cantidad de minutos posibles. En su llegada, rompió todos los esquemas, dando un rendimiento espectacular que sorprendió a propios y a extraños. Aunque en goles y asistencias no hizo grandes números en sus 16 partidos disputados como bético (un gol y una asistencia), en juego era vital para la vanguardia de Juan Merino. De hecho, el jugador nacido en Bruselas fue en numerosas ocasiones del campeonato, el jugador que más regates y faltas recibió en Primera División junto a Neymar.

Tras un año muy positivo de Charly, Maciá fue despedido y llegó Miguel Torrecilla. En la afición verdiblanca existía cierta inquietud, ya que el objetivo es que el belga vistiera la elástica verdiblanca, al menos, una temporada más. Y así fue, el nuevo Director deportivo consiguió la cesión de Musonda para una temporada más en el Real Betis. Sin embargo, hasta el mercado invernal, el futbolista de 20 años tan solo disputó ocho partidos con el conjunto hispalense. No entraba en ningún momento en el esquema de Gustavo Poyet ni posteriormente, en los de Víctor. Por ello, el conjunto inglés decidió repescar a su joven promesa. A partir de ahí, numerosas fueron las "novias" que se interesaron en el diamante en bruto que pertenece al cuadro de Antonio Conte. Clubes como la Roma, Anderlecht, e incluso alguno de la Liga Santander, pujaron por la cesión o la compra de Charly Musonda.

El extremo comenzó a entrenar con el primer equipo blue, mientras le encontraban acomodo y la verdad es que Charly estaba encantado de poder trabajar a diario con referentes suyos como Hazard, Willian o Diego Costa. Además, tras 15 días de observación por parte cuerpo técnico de Stamford Bridge, Conte decidió quedarse con Musonda para los próximos cinco meses. El preparador italiano se mostraba muy satisfecho con su rendimiento en esos días: "Charly tiene cualidades para llegar a ser un gran jugador. Por esta razón, es una buena oportunidad para él y para mí el trabajar juntos los próximos cinco meses. Vamos a tratar de desarrollar su talento", dijo el míster del actual líder de la Premier League. Tanto Charly como el club, eran concientes de que el virtuoso jugador tenía complicado disfrutar de minutos, pero estaban contentos con la elección. Desde entonces, Musonda comenzó a pasar cada vez más al ostracismo, se acabó la novedad de la futura estrella y un mes después, Conte lo mandó al filial. Comenzó a tener minutos en el Chelsea Sub-23 y obviamente, era un fijo para el primer filial blue. No obstante, no es una categoría suficiente para un jugador que ha rendido a un gran nivel en una de las ligas más importantes del mundo.

Por desgracia para el atacante belga, no hay muchas más novedades entorno a su progresión que al parecer se ha frenado de manera muy brusca. Otro dato esclarecedor del bajón del ex-bético, es que en la última convocatoria de Bélgica Sub-21 tampoco aparece. Un varapalo duro, que indica la mala decisión del jugador y del club británico. Sea como fuere, lo que es un hecho es que Musonda a día de hoy no aparece en los medios ni siquiera se tiene en cuenta de cara al futuro y precisamente se marchó del equipo verdiblanco, en busca de minutos. Algo que no ha encontrado desde que salió de Sevilla, al margen de que debe de cambiar muchas cosas de cara al futuro para volver a ser el que era, está claro que uno de los grandes problemas de este gran jugador, es su asesoría profesional. El potencial es muy importante, pero saber dónde y cómo debe jugar, es incluso más relevante y Charly Musonda es un claro ejemplo de que se deben cumplir ambos requisitos.

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