Un triunfo de los que saben mejor, de estos que no solo valen tres puntos. Y es que no hay mejor forma que ganar mereciéndolo. Eso hizo el Real Betis este domingo en Galicia, en territorio del Celta de Vigo que, todo hay que decirlo, está más pendiente del Manchester Utd que de la competición regular. Totalmente entendible. Los de Víctor Sánchez aprovecharon las circunstancias para llevarse un 0-1 gracias a un gol de Brasanac de cabeza tras un magistral centro de Durmisi. Era el tanto que confirmaba la regla. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo. Los verdiblancos se van recuperando al mismo tiempo que tratan de arreglar una temporada nada buena. La mejor medicina es la victoria.

A pesar de la notable superioridad ofrecida por el equipo andaluz, la primera llegada fue del Celta de Vigo. 'Súper-Guidetti' trataba de controlar un centro bombeado aunque sin acierto. Fue lo poco que hizo el cuadro que dirige el 'Toto' Berizzo, que como era de esperar daría entrada a un buen puñado de teóricos suplentes que no malos futbolistas. Que se lo digan al Granada en el reciente 0-3 cosechado por los gallegos con un conjunto poco reconocible sobre el verde.

El Real Betis era consciente que era el día perfecto para olvidarse definitivamente de los problemas con los de abajo que tampoco se empeñan mucho en complicar a los de arriba. Joaquín obligaba a intervenir a Sergio Álvarez. Álex Alegría, francamente participativo, también probaba fortuna. Habría que sumar la llegada en segunda línea de Brasanac. Eran los tres protagonistas en el ataque de los sevillanos, con constantes lanzamientos al marco celeste. Faltaba lo más importante. El balón parado era otro 'arma' destacable, sin excesivo premio. El vendabal de los de Víctor Sánchez continuaba, esta vez con Rubén Pardo como actor principal en un golpeo que no entraba por poco.

Por su parte, las acometidas de los celestes llegaban ya en el tramo final del primer tiempo. Una clara, tremendamente clara, fue de Bongonda. Adán tenía que repeler primero el mano a mano y, segundo, la acción de Jozabed. También de cabeza trataba de adelantarse el Celta de Vigo, un pelín cansando por lo que lleva de campaña al igual que por el calorcito que empezaba a hacer mella en los futbolistas. Descanso con 0-0... y con Rubén Castro en el banquillo.

La segunda mitad tenía el mismo guion que la primera. Los andaluces proponían más, ahora buscando el costado de Durmisi. El lateral izquierdo danés recortaba dentro del área y chutaba cruzado con su pierna izquierda. Se mascaba el tanto del Real Betis, merecedor de ir por delante en el marcador. Si fuera boxeo en lugar de fútbol, ya lo estaría haciendo.

El precio justo

Darko se estrena como goleador | FOTO: LaLiga
Darko se estrena como goleador | FOTO: LaLiga

No habría que esperar mucho más para, por fin, ver el 0-1. Precioso centro de Durmisi desde la banda izquierda para que Brasanac, que entraba como un 'toro' sin control desde atrás batiera en plancha con la cabeza a Sergio Álvarez que no pudo hacer mucho más. Era el premio justo para el equipo andaluz, que había tenido ocasiones de todos los colores para ponerse con ventaja. En el inicio de la segunda mitad tuvo que ser.

Los de Víctor Sánchez, a pesar de haber abierto la 'lata' ya, querían poner tierra de por medio. No era el momento de encerrarse porque todavía quedaba mucho choque por delante por lo que siguieron buscando el segundo tanto. Nuevamente, Álex Alegría tuvo la oportunidad pero una vez más Sergio Álvarez se mostraba seguro bajo palos. Si no llega a ser por él, probablemente, el Celta de Vigo habría tirado la toalla más pronto.

Eso daba vida al equipo de Eduardo Berizzo, con opciones de puntuar todavía. Adán tenía que salvar con las piernas una intentona local, sabedores de que el marcador era demasiado corto. Pasaba el tiempo que no las intenciones del Celta de Vigo. Los gallegos saben que en LaLiga Santander está todo el 'pescado' vendido por su parte pero las sensaciones para Europa cuentan. 

La misión del Real Betis era no encerrarse demasiado por dos motivos: el Celta de Vigo tiene mucho talento de tres cuartos de campo hacia delante a pesar de las ausencias de hombres notables y los verdiblancos, aún jugando con cinco defensores, la tarea de aguantar un marcador se le antoja harto complicada. Rubén Castro tuvo el segundo en sus botas ya en el tramo final pero nada.

La última ocasión del Celta de Vigo, ya más por corazón que por cabeza, llegaba con un disparo de Wass que se marchaba fuera no por mucho. Ahí murieron las esperanzas de los gallegos que no tuvieron su día. Sí lo tuvo el Real Betis, no tanto de cara a puerta, pero merecedor de la victoria por intensidad, ganas, propuesta, llegadas, orden e ilusión. Los celestes usan ya la competición doméstica para entrenarse de cara a Europa. Los verdiblancos, para lavar lo máximo posible una campaña decepcionante. El camino es este.

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Sobre el autor
José Manuel Gelo
1995. Periodismo en la US. Socio del Real Betis Balompié. Lo difícil se consigue, lo imposible se intenta