Humillante. El Real Betis jugaba este lunes en Leganés uno de los últimos encuentros de una temporada mala donde el objetivo de quedar entre los 10 primeros no se ha cumplido. Tampoco las sensaciones, importantes para Miguel Torrecilla, han sido las esperadas. Actuaciones como la de este 4-0 no son más que un golpe de realidad al trabajo mal hecho. El 'Lega' afrontaba el duelo como una Final y eso se notaba en la intensidad. Szymanowski, en el inicio del encuentro, colocaría el primero de Penalti. El segundo sería de El Zhar. Ya en la segunda mitad, Gabriel veía a Adán adelantado para endosar la goleada. Alexander de nuevo, ya en el tramo final, la cerraría para confirmar su doblete.

Una pérdida de papeles

Víctor Sánchez en Leganés | FOTO: LaLiga
Víctor Sánchez en Leganés | FOTO: LaLiga

Víctor Sánchez, a pesar del último 1-4 ante los suplentes del Alavés en Heliópolis, mantenía su esquema táctico de 5-3-2. Las carencias defensivas se han mostrado patentes durante toda la temporada pero la falta de ganas sí que llamaba la atención. Rafa Navarro fue el más aseado de la zaga en el lateral derecho porque los centrales se mostraron con poca contundencia. Mandi no frenaba a Guerrero, Pezzella tampoco daba muestras de garantías mientras que Tosca, en esa zona, sufre por la falta de físico. Álex Martínez tiene todas las papeletas para marcharse este verano. Unas claras manos despegadas de su cuerpo provocarían el penalti del primer gol.

El centro del campo, a pesar de contar con un trivote, nunca se hizo dueño de la posesión. Brasanac ni construyó ni destruyó, Rubén Pardo fue el causante de la pérdida de pelota en el centro del campo que aprovecharía Gabriel para marcar desde ahí mientras que Jonas Martin sigue sin aparecer. Futbolistas apáticos que apenas dieron muestras de respeto por la camiseta. Curiosamente, tres refuerzos realizados esta temporada que van de más a menos. Como el resto.

La delantera, más de lo mismo. Álex Alegría fue más voluntad que otra cosa mientras que Rubén Castro apenas tocó siquiera el esférico. Jugadores que vienen también decayendo con el paso de las jornadas o, en su defecto, que ofrecen una irregularidad impropia en profesionales de Primera División. La actitud del equipo es lo más preocupante a estas alturas. El vestuario apela por sacar el amor propio antes de seguir dando imágenes como la de este lunes que no hacen más que sangrar la herida.

La sensación era que solo había un equipo en el césped. Y no porque el Leganés necesitara un excesivo esfuerzo. La bajada de brazos del Real Betis llegaría tras el primer tanto en contra, con el choque recién empezado. Enésima goleada de la temporada para un conjunto capaz de competir antes los 'grandes' y hundirse ante los de abajo. Una nueva campaña de más bajadas que subidas que va a terminar, por el bien de la entidad verdiblanca, más pronto que tarde. Difícil misión la de convencer al aficionado para el próximo año. Sin palabras. Sin hechos.