El conjunto verdiblanco llegaba al Bernabéu confiando en sus posibilidades. Quique Setién ya avisaba en rueda de prensa que no iba a cambiar su estilo de juego por jugar ante el Real Madrid. Tampoco se iba a cohibir el capitán Joaquín Sánchez en el vestuario blanco, donde arengaba a sus compañeros al grito de "defendemos con el balón y cuando lo tengamos, vamos a disfrutarlo", motivaba la leyenda bética. El Real Betis sumaría una victoria clave de cara a las próximas jornadas, ya que con este triunfo se vislumbra algo más de tres puntos y confirmar que con este estilo de juego se pueden lograr resultados muy positivos, haciendo que los jugadores crean en ello.

Un infranqueable Adán fue determinante

El conjunto verdiblanco (ayer vestido de verde al completo), se plantaba en el césped del Bernabéu con poco que perder y mucho por ganar. Además, un equipo con numerosas rotaciones, donde destacaba Fabián, que "debutaba" en el once inicial bético tras una gran pretemporada. Camarasa que volvía a la titularidad, tras una gran segunda mitad el pasado sábado ante el Deportivo, y por último, el ataque heliopolitano, que sustituyó a sus máximos goleadores (Joaquín y Sergio León), con la entrada de Francis y Sanabria. A diferencia del Camp Nou, se vio un equipo que mostraría sus intenciones desde el primer minuto, y es que Tonny Sanabria avisaría con un disparo cruzado tras un pase de Camarasa, pero Carvajal iba a salvar en la misma línea de gol. Nada más lejos de la realidad, el Betis seguía haciendo su fútbol de posesión e intentaba superar la defensa del equipo blanco, pero la voz cantante la llevaban los locales. Algo lógico, debido a su nivel en la plantilla, ser el local y la obligación de no dejar escapar más puntos en este inicio liguero, para no alejarse del título liguero. 

Sanabria daría el premio a la valentía

Sin embargo, nadie se iba a esperar la llegada de un invitado especial en la noche de ayer, que sería el encargado de aguarle la fiesta a los madrileños y se trataba de un viejo conocido de la casa blanca. No iba a ser otro que Antonio Adán. El meta de Mejorada del Campo, haría cuatro intervenciones espectaculares para mantener su portería a cero. Concretamente, una mano salvadora a un taconazo de Bale que posteriormente daría en el palo. Un partido a la altura de muy pocos, pero hay que destacar que estuvo muy bien respaldado con una defensa brillante, ensalzando la figura de Mandi y Feddal hacia el Olimpo. El Betis de Setién está destacando por dos cualidades, solidez defensiva y posesión de balón, conceptos que le está llevando al éxito. Pese a las embestidas locales, la zaga bética se encontraba segura y cuando la gesta del empate parecía cada vez más cercana, el Real Betis iba a obtener el premio a la valentía.

Todos los equipos que visitan el feudo del Real Madrid, si obtienen un resultado positivo, se echa atrás y a rezar que el tiempo pase rápido y el colegiado señale el final. Sucedió con el Levante y también con el Valencia. Pero con Setién todo es diferente, su estilo de juego atrevido (a veces, incluso kamikaze) hizo que su equipo en el minuto 93, tuviera el balón en busca de la portería rival. Tras una jugada de ensueño, tras 18 pases, donde participaron diez de los once jugadores del terreno de juego, enmarcarían un partido que finalizó con un exquisito centro de Barragán y un potente remate de Sanabria al fondo de la red. Un partido que al desglosarlo, deja mucho más de tres puntos. El Betis ganó en unión, confianza y fe, en el estilo de juego que propone el nuevo cuerpo técnico bético, con el preparador cántabro a la cabeza.

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