Zouhair Feddal es uno de esos jugadores que deja mella en cada equipo por el que pasa, y donde los aficionados sólo pueden recordar con cariño su paso. Poco tiempo ha tardado en convertirse en uno de los ídolos del beticismo esta temporada, gracias a su rigidez defensiva y trabajo duro. Sin embargo, el central de origen marroquí criado en España no ha tenido un camino de rosas hasta llegar a vestir la elástica verdiblanca. Así, contó su paso por el fútbol en una entrevista con "Al final de la palmera".

A pesar de unos primeros pasos en el Mónaco, el estar lejos de su familia hizo que decidiera cortar su experiencia con el club francés, para así regresar a Figueras, el pueblo donde vivía su familia, y jugar con el club local. La falta de dinero, la principal enfermedad del fútbol regional español, hizo que el jugador y sus compañeros tuviesen que ingeniar todo tipo de estrategias para poder continuar su experiencia futbolística, tales como usar faros de los coches para entrenar, o una venta de camisetas promocionales en un partido del Atlético de Madrid, con éste último proyecto lo envió al calabozo. De aquella situación, Feddal dio saltos más importantes en su carrera, con su fichaje por el San Roque de Lepe. Fue en aquella época donde impresionó por primera vez a la entidad verdiblanca, ya que en un partido con el filial bético, la actuación de Feddal impresionó tanto al Betis que inmediatamente se decidieron a intentar su fichaje. Sin embargo, los vínculos familiares prevalecieron, y Feddal marchó a Barcelona para jugar con el Espanyol B, para poder estar cerca de sus seres queridos.

En este punto, un futuro prometedor esperaba a Zou, pero el jugador, en conra de lo que muchos hubieran esperado, sorprendió y se marchó a la liga marroquí, donde jugó con el FUS de Rabat, disputando la Champions League africana, que ahora disputa sus semifinales. En ese punto, el Parma lo pesca de África, y el jugador pasa también por Siena y Palermo en calidad de cedido, hasta que el Levante realizó su fichaje en el verano de 2015. Desde aquello, el resto no han parado de ser buenas noticias para el jugador; a pesar del descenso, el jugador tuvo una buena campaña y el Alavés lo reclutó la pasada temporada, donde logró alcanzar la Final de la Copa del Rey contra el Barcelona. Su corto pero intenso paso por Álava provocó un enorme cariño por parte de la afición del club, que le guarda un buen recuerdo.

A partir de ahí, tras la llamada de Serra Ferrer, el resto es historia, El jugador, en el poco tiempo que lleva en Sevilla, ya es uno de los favoritos de la afición. Su contundencia defensiva y defensa de los colores del club son objeto de admiración para una afición que hacía años que no veía a un central con sus cualidades comandando la zaga. Sin embargo, sus habilidades no paran ahí. Hace mejores a los que le rodean en el campo, como buena prueba de ello es el cambio de Aissa Mandi, un valor seguro en defensa con su llegada, y tiene una habilidad innata para anotar de cabeza, con dos goles anotados en siete jornadas con la testa. La ausencia de Pezzella queda más que cubierta con Zou Feddal, todo un seguro de vida para Heliópolis.

No ha tardado mucho Feddal en apreciar el cariño de la afición bética, pues, saliéndose de los estereotipos, es un jugador que ha hablado muy claro sobre la alegría que le produce jugar en el Villamarín y cómo el Betis supone un paso de gigante en su experiencia futbolística. Prueba de ello es el día del partido contra el Celta de Vigo, donde declaró que el momento de saltar al campo con la gente cantando el himno "era un momento que nunca olvidaría". Más aún memorable el momento de su primer gol, con la grada coreando el himno a pleno pulmón, cabeceó contra el propio Celta el tanto de la remontada.