El arranque liguero del Real Betis Balompié es sensacional, y es innegable que todos los jugadores están rindiendo según lo esperado o incluso mayor de lo que se preveía.

Posiblemente, Joaquín sea uno de esos que podríamos englobar en la categoría de los que rinden por encima del nivel esperado, dada su edad, pero el gaditano rebosa fútbol y está sobresaliendo con el club de su vida, de su juventud, el Betis.

Joaquín es esa pieza en el esquema de Setién que brilla con luz propia. El extremo está ofreciendo un fútbol de calidad y su aportación en el terreno de juego ha sido decisiva en algunos encuentros de esta temporada que ya comenzó a rodar.

Hasta el momento, indiscutible

Joaquín está siendo un jugador imprescindible en el once titular del míster cántabro en estas siete jornadas ligueras, en la que su presencia se hace muy patente.

En pretemporada, esta posición en la que desempeña su juego el futbolista bético era una de las que Setién catalogaba como desierta, en la que faltaba algún refuerzo. Ese refuerzo llegó, y fue Joel Campbell, un viejo conocido por los béticos que va a disfrutar de su segunda etapa en el club helipolitano.

El costarricense llegó lesionado de la rodilla, que le ha mantenido fuera de combate hasta hace bien poco (ya está listo para jugar tras el parón), por lo que Joaquín ha gozado con la total confianza del míster y ha dispuesto de una gran cantidad de minutos.

Su estado de forma está siendo formidable. Lleva unas cifras que sorprenden e incluso ha conseguido formar parte de la historia de LaLiga, al ser uno de los jugadores que más temporadas consecutivas en la liga española ha conseguido anotar un tanto. Sus tres tantos a estas alturas ya igualan sus números de la pasada temporada, y lo que le queda.

El estilo de juego le convierte en protagonista

Ya sabemos que los derroteros del equipo bético esta temporada a la hora de jugar los partidos van a ir por la senda de la posesión de balón y el juego ofensivo.

Joaquín entiende este sistema a la perfección y le ayuda a su forma de jugar. El portuense ya no era aquel joven canterano que corría por el Villamarín encarando rivales y regateando a gran velocidad. Su estilo ha cambiado, es más pausado, pero la calidad la tiene intacta y eso, en el modelo de juego de Setién, es clave.

Como ha quedado dicho, Joaquín ya no encara rivales, sino que su función es recibir balones e introducirse en un juego combinativo del que él es todo un experto.

Muy a destacar es su compenetración con Andrés Guardado, otra de las sensaciones no sólo del Betis, sino de LaLiga.

Líder imperial fuera del verde

Joaquín no sólo desempeña perfectamente la función futbolística, sino que también, como capitán de la entidad, tiene un papel clave en el vestuario.

Vemos un Joaquín que arenga, que da consejos a los jóvenes canteranos que están teniendo la oportunidad con Setién (al igual que la tuvo él con Víctor Fernández) y es un figura clave para mantener el buen rollo y la armonía en el vestuario bético.

Esta armonía es una de las claves de este inicio de liga del conjunto verdiblanco. La sintonía entre todos los jugadores es evidente, y todos y cada uno de ellos están enchufados y buscan el bien común: llevar al Betis a los más alto posible y a la altura de su afición.

Joaquín lleva por bandera los valores del Betis, y eso lo transmite al vestuario. Bien son sabidas las charlas prepartido del capitán bético arengando a los compañeros, como se pueden ver gracias a las imágenes de LaLiga antes de los encuentros.

Joaquín ya es considerado una leyenda por todos los béticos y siempre llevará el Betis y su beticismo como parte de su identidad.