Si algo llama la atención del equipo revelación de LaLiga es la activa participación de jugadores del filial, sin olvidar la buena práctica del deporte. Y es que el Real Betis ha vuelto a contar con la cantera de una manera importante. Hacía tiempo que no se recordaban nombres propios del filial verdiblanco y, con Redruello, son ya tres futbolistas los que han debutado en partido oficial con el Real Betis esta temporada. Un aspecto que se debe a ciertas situaciones. ¿Cuál de ellas es la más importante?

La necesidad de recuperar la esencia canterana (Alberto Pintado Lozano - @AlbertoPintadoL)

El Betis ha sido siempre un club histórico en España. Una entidad referente en el mundo del fútbol con una idiosincrasia única, siendo más que evidente que uno de sus puntos fuertes ha sido siempre la cantera, esa mina tan explotada que ha dado sumos diamantes brutos, los cuales han ayudado desde hace más de cien años al devenir del Real Betis Balompié. Esto es algo que hay que tener presente en todo momento y, más aún, si se recuerdan las dos últimas gloriosas etapas en las que el equipo estuvo muy marcado por la presencia de canteranos.

Son solo dos etapas de muchas en la historia verdiblanca, pero ambas, también, sumamente importantes. La primera es la dirigida por Lorenzo Serra Ferrer, actual vicepresidente deportivo, entre 2004 y 2006. En la primera temporada —en la que ganaron la Copa del Rey—, la 2004/05, el mallorquín contaba con una plantilla plagada de jugadores españoles, con muchos que, años atrás, habían subido al primer equipo provenientes de las categorías inferiores. De la talla de Joaquín, Doblas, Rivas, Juanito, Cañas o Arzu, fueron los artífices de un trofeo que supo a gloria en la parroquia bética.

Lorenzo Serra Ferrer posando con el escudo de fondo | Foto: Real Betis
Lorenzo Serra Ferrer posando con el escudo de fondo | Foto: Real Betis

Sin embargo, ellos ya formaban parte de la primera plantilla, y el balear no se contentó con ello. Un total de siete canteranos fueron aupados a la primera plantilla de la mano de Serra Ferrer para debutar y hacerse un hueco en el primer equipo. Doblas, Melli, Llano, Isidoro, Cabello, Vargas y Tena fueron los que se vistieron, con mayor o menor gloria, la camiseta del Real Betis en dicha temporada. La siguiente campaña, Serra Ferrer mantuvo a Doblas y a Melli como integrantes de pleno derecho del primer equipo, siguió contando con la posibilidad que le daba el joven Isidoro, y llamó, además, a Juande, Bocanegra y Relaño. Fue, sin duda alguna, una de las etapas que mejor —y peor— recordará siempre la afición heliopolitana.

''Es importante que el Real Betis vuelva a producir futuros pilares''

En segundo plano se encuentra algo aún más reciente. José Mel Pérez, el hombre que devolvió al Betis a Europa después de muchos años sin disfrutarla, lo hizo con un equipo más plagado aún si cabe de canteranos. Jugadores que, ciertamente, fueron más que claves en el rendimiento total de la temporada. Ellos fueron Adrián San Miguel, Beñat, Cañas, Vadillo, Pozuelo, el eterno Miki Roqué, Carlos García, Nono, Caro… llegando hasta la temporada postrera del madrileño, la 2013/14, en la que hizo debutar a uno de los mejores canteranos que se ha criado en Sevilla como bético, Dani Ceballos, actual jugador del Real Madrid.

Joaquín con un joven bético antes del inicio de un partido | Foto: Juan Ign.Lechuga (VAVEL España)
Joaquín con un joven bético antes del inicio de un partido | Foto: Juan Ign.Lechuga (VAVEL España)

Queda claro, por ende, que la cantera ha estado siempre en la primera línea y muy presente que, sin duda alguna, los dirigentes actuales del Real Betis quieren fomentar aún más si es posible, algo que se está viendo gracias a la aceptación de la idea por parte de Quique Setién.

Los verdaderos artífices (Adrián Soria - @_adriansoria_)

La figura del entrenador parece sombría, aislada, en una espiral constante donde predomina la ausencia de compañía. Nadie parece entender a esa persona que se sienta en los banquillos para dirigir un partido cuando un equipo está roto, en crisis y el mundo se posiciona en contra tuya. La cabeza del míster comienza a dar vueltas, buscando soluciones a los problemas con los que se enfrentan. Un personaje en el mundo del fútbol que vive solo y muere de igual forma.

Pero no nos engañemos. Esto no es así. Aunque muchos entrenadores personifiquen la mismísima soledad, tienen un gran círculo a su alrededor. Un apoyo para las decisiones más difíciles, tanto las acertadas como las erróneas. Se conforma así una de las estructuras más complejas y fascinantes del balompié: el entrenador es la cabeza y sus ayudantes el cuerpo, exactamente, el cuerpo técnico.

"La clave no está en acertar con un entrenador, sino con un cuerpo técnico"

Sean o no sean así, hoy toca hablar de Quique Setién y José Juan Romero, entrenadores del Real Betis y Betis Deportivo —hablemos de ellos como los representantes del cuerpo técnico que los rodea—. El primero de ellos ha sabido resarcirse tras una espesa segunda vuelta con la UD Las Palmas y el nuevo proyecto con el Betis ha caído más que de pie. El segundo quizás sea menos conocido, pero tiempo al tiempo. José Juan Romero cogió el timón del filial verdiblanco en la Tercera División después de revolucionar el fútbol modesto con el Gerena y consiguió un meritorio ascenso a la Segunda División B ya en el banquillo heliopolitano.

José Juan Romero | Foto: Juan Ign. Lechuga
José Juan Romero | Foto: Juan Ign. Lechuga

Lo que realmente une a estos entrenadores -además de representar a la misma entidad- es su admiración por el trato al balón. Ya lo dijo Juan Román Riquelme: "Cuando voy a patear un penal o un córner, siempre agarro la bola y le doy un beso. Esto es porque siento que cada vez la tratamos peor, le estamos dando poca importancia". Quique Setién y José Juan Romero no besan el cuero, pero sí lo cuidan, lo miman y lo elevan a una altura inalcanzable, dotándolo de un protagonismo único. Una corriente moderna de fútbol que muy pocos la ejecutan con brillantez. Esto ha hecho que el Real Betis sea el equipo revelación de LaLiga y todo se debe a la filosofía de su entrenador. Además, el cántabro ha incluido en numerosas ocasiones a jugadores del filial, otro aspecto muy característico a lo largo de la carrera como entrenador de Setién.

Quique Setién en el Betis 1-0 UD Las Palmas de la temporada 2015/16 | Foto: Juan Ign.Lechuga (VAVEL España)
Quique Setién en el Betis 1-0 UD Las Palmas de la temporada 2015/16 | Foto: Juan Ign.Lechuga (VAVEL España)

La sintonía entre ambas figuras es clave. José Juan Romero ha sabido moldear a sus jugadores inculcando un estilo de juego muy similar al de Quique Setién, lo que les permite adaptarse mejor y más rápido a la propuesta del míster. Un salto que no se antoja tan complicado como en años anteriores. De hecho, el entrenador del filial bético asumió que el mejor fichaje que le habían traído para el Betis Deportivo era Quique Setién, dejando claro que siempre van de la mano y tratan diferentes temas futboleros. Dos personas que confluyen en el mismo vértice del prisma.

Aquí es donde se plasma la verdadera importancia de un entrenador —volviendo al principio, entiéndase como la cabeza visible de todo un cuerpo técnico— en una carrera deportiva, todo lo que engloba a la figura del míster, en su complejo. Por ello, los máximos responsables de que muchos canteranos estén teniendo importantes oportunidades de cara al futuro —siempre es plato de buen gusto ver cómo tus jugadores crecen y son un fiel reflejo de la afición— para repetir el camino de otros como Joaquín o Capi. Quique Setién y José Juan Romero son los verdaderos protagonistas en este asunto y con otros en el banquillo, la historia no hubiese, siquiera, empezado a escribirse. En un futuro quizá algún jugador diga: "Yo fui entrenador por José Juan Romero y Quique Setién".