La mala racha de los de Quique Setién se sigue alargando. Ya no solo afectando a La Liga, donde han vuelto a regalar los tres puntos contra Las Palmas, sino que también han sufrido la eliminación en Copa del Rey. El Cádiz fue capaz de darle la vuelta a la eliminatoria y ponerla completamente a su favor en el Villamarín. Las cosas empiezan a ponerse cada vez más cuesta arriba.

El Betis ha sufrido muchas bajas importantes en lo que va de temporada. Una de ellas fue la de Boudebouz, que ya está de vuelta y empieza a encajar en el esquema. Otra, la de Feddal, que volvió el pasado fin de semana a los terrenos de juego. Su ausencia en defensa mostraba las carencias de esta línea partido tras partido, pues los relevos no eran suficientes. Ahora también toca enfrentarse a la falta de Tonny Sanabria, el máximo goleador de la actual campaña.

Uno de los mayores problemas de los verdiblancos es su limitada plantilla. Setién cuenta con un escaso fondo de armario a la hora de afrontar los partidos. Es cierto que la delantera es más efectiva, pero la defensa no ha empezado a arrancar. Además, en el partido ante el Cádiz, ocho suplentes aparecieron en el once titular. El resultado definía el rendimiento del equipo.

Algo inexplicable para los béticos es la ausencia de un once habitual, la presencia de Nahuel, Narváez o Rafa Navarro en partidos importantes, donde te pueden costar los tres puntos o una eliminatoria. La suplencia de los delanteros o nuevas incorporaciones que están en su mejor racha, como Cristian Tello. Todo esto son decisiones difíciles de comprender.

El Betis está pidiendo a gritos soluciones. Necesita resolver la falta de actitud en el césped, pero también buscar alternativas favorecedoras a problemas que van en aumento. A pesar de todas las incorporaciones realizadas en el pasado mercado, en Heliópolis se sigue notando la falta de efectivos, siendo este el primer objetivo a cumplir si se quieren perseguir el resto de las metas.