El centrocampista del Betis Andrés Guardado tuvo que ser sustituido en la segunda mitad del duelo ante el Atlético de Madrid cuando sintió un pinchazo y se sentó en el terreno de juego a la espera del cambio. Los pronósticos sobre su lesión se confirmaron hoy con el parte médico del club bético, que avisó de la rotura fibrilar de grado I-II en el aductor derecho del mexicano. De esta forma, el jugador, pieza clave en los planes de Quique Setién, será baja entre tres y cuatro semanas. Al confirmarse la rotura muscular, el mexicano no volverá a los terrenos de juego al menos hasta 2018, con lo que se perdería los encuentros de Liga ante el Málaga (La Rosaleda) y el Athletic (Villamarín).

Peligra el derbi

Guardado habría faltado seguro al encuentro ante el Málaga, pues vio la quinta tarjeta amarilla en la primera mitad. Pero su falta puede prolongarse y llegaría justo o no llegaría al derbi contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, que será el primer encuentro del año para el equipo verdiblanco. En el instante de su lesión, el jugador se tocó el adductor y antes de marcharse se le pudo leer en los labios "me rompí".

También es baja por sanción

Además, el centrocampista mexicano no podría jugar la próxima jornada en la visita al Málaga, tras recibir en el partido frente al Atlético de Madrid su quinta tarjeta amarilla en lo que va de temporada.

Andrés, en una larga carrera defensiva, terminó agarrando levemente por detrás a Koke, que se fue al suelo. Hernández Hernández no dudó en mostrarle la cartulina, pese a las protestas de los jugadores béticos y del banquillo liderado por Quique Setién.

Recambio de garantías

Ahora está en las manos de Quique Setién buscarle un sustituto de garantías para el importante duelo ante los malacitanos. Javi García seguía con molestias tras la lumbalgia que arrastraba toda la semana y que le hizo perderse el partido frente al Atlético, pero parece que volverá al once.

Fabián y Boudebouz hicieron un buen partido en liga, por lo que su presencia está prácticamente asegurada. Camarasa no está rindiendo al nivel que se le presuponía pero es una bala en la recámara del conjunto verdiblanco, al igual que Narváez, que entró a última hora en la pasada convocatoria tras superar las molestias que le pusieron su participación en duda, a pesar de no disputar ningún minuto.