El Real Betis tenía una final en la que no ha fallado. Romper la mala racha era el único objetivo, tras siete partidos sin conocer la victoria. El Málaga, por su parte, buscaba deshacerse de los puestos de descenso, aunque jugar en casa no estaba siendo su especial ventaja en los últimos duelos disputados.

Las bajas de los verdiblancos resultaban ser un gran problema para Setién, además de la debilidad defensiva. Durante el partido del Atleti, el Betis volvió a demostrar un buen juego sobre el césped, aunque sin suerte en el resultado. El reto de esta jornada estaba en dar el primer paso para recuperar los puntos perdidos y volver a sumar, como al principio de temporada.

Ganar hoy suponía para los béticos subir algunos puestos en la clasificación, mientras que el Málaga luchaba por salir de la zona baja. Perder, sin embargo, era un gran palo para ambos conjuntos. El pitido del colegiado daba comienzo al último partido de la jornada, a un enfrentamiento que significaba mucho más que tres puntos para sendos equipos, en el que el Betis ha sabido dar la cara.  

“Fantasmas” en la ventaja bética

Los primeros minutos de tanteo entre los dos conjuntos, siendo el dominio de los béticos. Borja aprovechaba la primera contra del partido, que se marchaba a córner, entrando en la zona de peligro para el Betis que intentaba hacer el primero Best, pero sin suerte. La sólida posición del Málaga en este primer tramo impedía al Betis jugar con tranquilidad, evitando los espacios cortos. Los malagueños comenzaban a acercarse al área rival. Recio era el que intentaba batir a Adán esta vez sin ningún resultado. Avisaban los de Míchel por tercera vez de la mano de Keko, la más clara para los blanquiazules en la primera mitad, que se iba la pelota fuera por muy poco.

Los nervios iban aflorando en el césped de La Rosaleda, ambos equipos sabían lo que se estaban jugando y buscaban encajar ya el primer tanto para poder respirar con un poco más de alivio. Comenzaba el Málaga a tener más dominio del juego e intentaban de nuevo abrir la lata con una acción a balón parado, una debilidad para los verdiblancos. Esta vez Baysse, de cabeza.

A pesar de las continuas posibilidades de los blanquiazules, Sergio León ponía el primero para el Betis. El cordobés ponía fin a una mala racha en la que se le hacía cuesta arriba anotar desde octubre y adelantaba a los verdiblancos en el marcador. Poco después, Durmisi buscaba el segundo con un disparo muy duro, que el guardameta Roberto sufría algunas complicaciones para pararlo.

Gran tensión en los últimos 15 minutos de la primera parte. Mandi quedaba tendido en el suelo por un golpe en la cara, pidiendo asistencia, pero todo quedaba en un susto. Amat también tuvo la oportunidad de poner el segundo tras un buen remate de cabeza, pero la fortuna no sonreía al jugador. El revuelo se desató tras una acción de Joaquín que podría haber aumentado la ventaja de los de Setién. El balón entraba en la portería malagueña, pero el árbitro no lo daba por válido, sin apreciar que había penetrado la meta de Roberto. Una decisión fallida más en esta temporada de Liga. La falta del VAR en la Liga Santander es innegable.

Tello en el partido ante el Málaga en La Rosaleda I Foto: Real Betis Balompié
Tello en el partido ante el Málaga en La Rosaleda I Foto: Real Betis Balompié

Solidez en el terreno y en el marcador

Corría el tiempo para la segunda mitad y los 45 minutos definitivos para dar fin a estar jornada. Poco tiempo le hizo falta al Betis para conseguir su merecida ventaja que le habían arrebatado antes del descanso. Camarasa aprovechaba un buen centro de Tello y subía el segundo gol al marcador, estrenándose con el conjunto béticos. Esto significaba una gran clave para los de Heliópolis, que no podían desaprovechar la oportunidad y buscaban la meta rival de forma continua para agrandar el resultado. 

La intranquilidad se respiraba en la zaga malagueña que se les complicaba el duelo. Se reclamaba penalti en La Rosaleda, pero el árbitro no indicaba nada, amonestando a Adrían que se encontraba en el banquillo blanquiazul por una supuesta crítica. Los nervios afloraban para los de Míchel y los jugadores empezaban a apretar. Los verdiblancos, por su parte, tampoco iban a dejar escapar algo tan importante, y Durmisi rozaba el tercer tanto del encuentro. 

Los de Setién se mostraban sólidos, cómodos y mandando sobre el césped. El primer cambio del cántabro era Javi García, que volvía de su lesión, entrando por Jordi Amat que actuaba de pivote en el duelo. Los malagueños seguían en su búsqueda de opciones para meterse en el partido, pero su decaída con el paso de los minutos era evidente, pues cada vez se les hacía más complicado llegar a la portería de Adán. 

Cuatro minutos añadía el colegiado, cuatro minutos que daban por campeón del duelo al Betis, que había demostrado superioridad en el terreno de juego y había mantenido el buen resultado para romper con la mala racha que llevaba arrastrando desde hacía casi dos meses. La zaga de Setién conseguía su objetivo, consiguiendo acabar esta jornada en el octavo puesto y volviendo a saber lo que era la victoria, mientras que los de Míchel tendrán que seguir preocupándose por el descenso. El próposito ahora solo debe ser uno: seguir sumando.