Pocos futbolistas han tenido un año tan marcado como Andrés Guardado. Despedida, cambio de aires y Copa Confederaciones han resumido lo que ha supuesto el 2017 para el actual jugador del Real Betis. Un hombre que ha tenido vital importancia a lo largo del año.
Adiós a Holanda
A lo largo del curso pasado, Guardado disputó con el PSV 33 partidos en los que salió de inicio en todos y cada uno de ellos. En cuanto a goles, anotó dos y repartió nueve asistencias. Desde que llegó al equipo neerlandés, el mexicano ha sido indiscutible y en su última etapa defendiendo los colores del PSV, no fue menos.
En la segunda vuelta de la Eredivisie, los rood-witten no pudieron alcanzar a Ajax y Feyenoord en la disputa por el título liguero que defendía el PSV. Finalmente fue el equipo capitaneado por Dirk Kuyt quienes levantaron el trofeo de campeón a final de temporada. Por su parte, Andrés Guardado y el PSV tuvieron que conformarse con la tercera plaza y la consiguiente clasificación a la UEFA Europa League.
Un bagaje de 76 puntos en 34 partidos para un equipo que afrontaba el inicio de año con la intención de demostrar que los campeones no estaban derrotados. Pero la cosa quedó en un mero objetivo.
Al finalizar la temporada, Andrés Guardado fue uno de los futbolistas que abandonó Eindhoven. Antes de enrolarse con el combinado nacional para la disputa de la Copa Confederaciones, el azteca puso punto y final a su etapa como futbolista del PSV. Una emotiva despedida que tomaría lugar a comienzos de la siguiente campaña junto a su compatriota, Héctor Moreno.
Verano agitado
Sin duda, ha sido uno de los meses veraniego más intensos para Andrés Guardado. Competición y fichajes. La Copa Confederaciones que se disputó en Rusia se fechó entre el 17 de junio y el 2 de julio. Un par de semanas para vivir un nuevo torneo intercontinental como preludio al próximo Mundial.
México -campeón de la Copa Oro- quedó encasillada en el Grupo A junto a Portugal -campeón de Europa-, Rusia -la anfitriona- y Nueva Zelanda -campeón de Oceanía. Un grupo difícil para ver cómo se rodaba una importante selección como la mexicana. En el debut, empató a dos ante Portugal en un partido donde la igualdad llegó en la última jugada del partido. Los dos siguientes partidos ganó por 2-1, ante Nueva Zelanda y sellando el pase ante Rusia. Fue la segunda clasificada igualando a puntos a Portugal (7), aunque la diferencia de goles definió las posiciones finales.
En las semifinales, Guardado se enfrentaría a Alemania, líder del Grupo B. Los teutones pasaron por encima del cuadro sudamericano con un contundente 4-1. La ilusión de dar un golpe sobre la mesa antes del Mundial se desvaneció. La lucha por el tercer puesto fue, de nuevo, ante Portugal y los lusos se llevaron el bronce al vencer por 2-1. Un amargo final para encarar el mercado de fichajes.
Ahora, con todas las miras puestas en los movimientos de verano, Andrés Guardado debía decidir nuevo destino. Sus buenos años en el fútbol holandés, consolidándose como mediocentro y una notable participación en la Copa Confederaciones, hicieron que muchos equipos sondeasen al charro. Finalmente, fue el Real Betis quien convenció a Guardado de su vuelta a España tras rechazar importantes ofertas procedentes de la MLS.
Constancia dentro de la inestabilidad
Guardado se convirtió en el sexto fichaje del Real Betis en el verano 2017. Llegó a las filas verdiblancas por algo más de dos millones de euros firmando un contrato hasta 2020. Una petición expresa de Quique Setién para la medular, ya que se postulaba como un jugador imprescindible para el equipo. Y la realidad no dicta mucho de la ficción. De 15 partidos ligueros, 12 de ellos ha jugado como titular, anotando un gol y repartiendo cinco asistencias. Cerebro y piernas sobre el que recae la construcción del juego bético, es el más regular dentro de un inestable equipo.
El Betis de Quique Setién comenzó la temporada en lo que parecía que sería el equipo revelación de LaLiga Santander. Tras finalizar casi la primera vuelta, se ha demostrado que no es así. Estuvo varios partidos sin conocer la victoria y sufrió una tempranera crisis de identidad. Andrés Guardado fue de los pocos futbolistas que se mantuvieron en las alineaciones y acorde con su nivel de juego.
Esto ha hecho que el mexicano sea de vital relevancia en sus primeros meses como jugador del Real Betis. Una importancia que seguro se prolongará para el 2018 y los años en los que el mexicano defienda la camiseta verdiblanca.