El Benito Villamarín presentaba un ambiente espectacular en la noche de ayer para presenciar este segundo duelo de la temporada entre el Real Betis y el Real Madrid. Tras la hazaña del mes de septiembre, los verdiblancos soñaban con volver a repetirla, y lo cierto es que durante ciertas fases del partido se antojó probable. Sin embargo, no conservaron la ventaja en el marcador y terminaron yéndose de vacío.

Una formidable primera parte

El Real Madrid golpeó primero y se adelantaría merced al gol de Marco Asensio, atento al rechace tras el tiro de Cristiano Ronaldo repelido por Adán, pero los blancos se acomodarían de tal forma que el primer período terminó siendo un repaso de los hombres de Quique Setién, que no dejaron de avasallar a Keylor Navas hasta encontrar el premio.

Varias fueron las ocasiones de gol claras antes de que llegase el tanto del empate, obra de Aissa Mandi. Un tiro libre de Joaquín próximo a la escuadra ante el que el guardameta costarricense voló para despejar y un disparo de Loren Morón fueron las oportunidades más claras de las que gozó el Betis, pero fueron algunas más.

El gol del argelino dio aún más alas si cabe al conjunto de Heliópolis, que cuatro minutos después firmaba una remontada antológica que seguro que recordó a muchos aficionados a la conseguida en la campaña 2007/2008. El gol de Nacho en propia meta hacía justicia a lo que estaba vislumbrando sobre el césped del Benito Villamarín.

El árbitro decretaba el descanso y el Betis había conseguido algo que nadie había hecho hasta ahora en la presente temporada: irse al descanso por delante del Real Madrid en el marcador.

Quince minutos esperpénticos

Tras haber realizado posiblemente la mejor primera parte del curso, los verdiblancos sucumbieron de manera incomprensible en tan solo un cuarto de hora. Antes, Andrés Guardado tuvo una clara ocasión de hacer el 3-1, pero el pase de Fabián le quedó en la derecha, su pierna menos buena, y su disparo se fue alto.

Entonces, el cuadro merengue comenzaría a exhibir su descomunal pegada y pronto se reflejaría sobre el verde. Y es que hacia el minuto 65 ya ganaban por 2-4 un partido en el que en el 50' estaban aún por debajo en el marcador. Sergio Ramos, Asensio y Cristiano Ronaldo habían sido los encargados de poner tan de cara un choque que pintaba muy mal para el club capitalino.

Al Betis, prácticamente sin enterarse, se le había puesto muy cuesta arriba un encuentro del que había sido dueño durante más de cuarenta minutos.

Cambios muy tardíos

Quique Setién tardó mucho en mover fichas. La primera sustitución llegó en el minuto 75, pero tampoco fue un cambio ofensivo que revolucionase el partido. La entrada de Javi García por Jordi Amat no es una sustitución que genere mejoras en el ataque del equipo precisamente.

De esta forma, hubo que esperar hasta el 81'. Fue entonces cuando el técnico santanderino dio entrada a Tello y a Sergio León, quienes sucedían a Guardado y a Boudebouz.

Precisamente el delantero de Palma del Río sería el artífice del 3-4, que apenas cuatro minutos después de salir al campo ponía picante a un partido que ya había contado con otros muchos ingredientes muy apetecibles para el espectador neutro.

Restaban cinco más lo que añadiese el de amarillo, pero al Betis no le llegaría. De hecho, un grave error de Tello sería aprovechado por Benzema, que tras una pared con Lucas Vázquez acertaba ante Adán y firmaba la sentencia definitiva.

La demora a la hora de realizar cambios dificultó una pronta reacción para neutralizar la ventaja madridista. Seguro que a muchos se les ha quedado la duda de lo que habría pasado de haberse realizado algún cambio justo después de encajar el 2-4 o, incluso, del 2-3.

Joaquín, Boudebouz y Junior, los mejores del Betis

En lo que respecta a lo individual, cabe resaltar las actuaciones de tres de los chicos del preparador cántabro: Joaquín, Boudebouz y Junior.

El primero de éstos ya nos tiene acostumbrados a hacerlo en este curso. El de El Puerto de Santa María está cuajando su mejor temporada con la camiseta verdiblanca desde que retornase a Heliópolis en el verano del 2015.

Su entrega es total, con un derroche físico más propio de un chaval de 20 años que de un veterano que en julio alcanzará los 37. Ayer, además, fue clave con una asistencia a Mandi y en el gol en propia puerta de Nacho, pues suyo fue también el pase a Junior antes de que el disparo del domicano topase en el '6' del Madrid.

Por su parte, Ryad Boudebouz parece estar acercándose poco a poco a su mejor versión, esa que le hizo alcanzar los 11 goles y las 9 asistencias en el Montpellier durante la pasada campaña. Su calidad es exquisita e indiscutible, y con actuaciones como la de anoche, en la que se desempeñó en su posición preferida, tiene todos los visos de ser de la partida en futuros compromisos ligueros.

Por último, es digno de hacer mención el papel de Junior Firpo, que en tan solo dos partidos en la élite parece haberle arrebatado la titularidad a Durmisi. Ayer volvió a dar una asistencia por segundo enfrentamiento consecutivo y no cometió ningún error de enjundia. Por otro lado, el 2-1 fue en gran parte gracias a él, pues sin su disparo Nacho no habría introducido el esférico en su propia portería.