A falta de 22 días del día de Navidad, hoy se ha presenciado un espiritú algo navideño en el Estadio Ramón de Carranza. El Cádiz CF ha recibido su peculiar regalo por adelantado, venciendo y goleando a un errático Real Zaragoza que sigue sin conocer la victoria lejos de la Romareda.
Una vez más, Álvaro Cervera cambiaba la alineación y ponía una alineación totalmente inédita, y que posiblemente sea la que todo el cadismo desea viendo el rendimiento de sus jugadores en este primer tramo de la temporada. El trivote formado por Abdullah, José Mari y Jon-Ander Garrido sujetaron a un Cádiz que aprovechaba la rapidez de Salvi y Álvaro García por bandas y el olfato goleador de su killer, Alfredo Ortuño.
El Cádiz salió muy enchufado el partido
El partido comenzaba como era esperado, con un Real Zaragoza haciendo gala de su buen fútbol, especialmente en el centro del campo, y manteniendo jugadas de mucha posesión en campo cadista. El cuadro de Álvaro Cervera por su parte esperaban en su propio campo, para robar el esférico y hacer gala de su velocidad para iniciar un contrataque.
Dicho esto, en el minuto ocho de partido, una buena aceleración de Álvaro García por banda izquierda, acabó con Salvi anotando el primer gol del partido batiendo el mano a mano a Ratón y poniendo a su equipo por delante en el marcador.
Cada vez que el cuadro amarillo aprovechaba los espacios, le creaba mucho peligro al cuadro maño, que tenía una auténtica autopista por la banda izquierda durante todo el encuentro. Ortuño y Salvi en el minuto 20 de partido se estorbaron en el área y todo acabó con un disparo fuera del delantero que no encontró portería.
Cuando mejor se encontraba el Cádiz en el terreno de juego, un error en la salida de balón de José Mari a punto estuvo de crearle una mala pasada al cuadro amarillo. Cani dentro del área pequeña regateó a Aridane y Cifuentes en una baldosa y cuando la afición maña cantaba gol, apareció la figura de Sankaré que salvó bajo palos el empate. Fue la única jugada de peligro del Zaragoza en todo el partido.
Ortuño no falla en su cita con el gol
La lluvía daba descanso en el coliseo cadista, pero lo que nadie sabía es que en vez de agua lo que iba a caer iban a ser goles.
Nada más comenzar la segunda mitad, una buena jugada de Álvaro García y Brian Oliván en la banda izquierda, acabó con el centro raso de este último para que Abdullah en el primer palo batiera a Ratón y pusiese el 2-0 en el marcador. ¡Carranza rugía animando a su equipo!
Para asombro de todos menos del que conozca la trayectoria del conjunto maño, el equipo amarillo jugaba su mejor partido en el plano ofensivo, demostrando virtudes que hacen reinar en un partido: velocidad, talento y gol, mucho gol.
Ortuño sumó su novena diana esta temporada
Con un Zaragoza totalmente noqueado, el Cádiz CF intentaba a la desesperada un último gol que le diese la tranquilidad y evitar fantasmas en el pasado. Ortuño en el ecuador de la segunda mitad anotó el tercer tanto, pero el colegiado decretó posición antirreglamentaria.
El delantero nacido en Yecla dio una nueva lección de como jugar de espaldas ante la defensa, creándole numerosos problemas a Bagnack y Cabrera entre otros. A falta de un cuarto de hora para el final, un buen pase de Nico Hidalgo a Ortuño acabó con el disparo de este último, colocando el esférico en la misma escuadra sentenciando por completo el partido.
El chaparrón calaba en el banquillo maño mientras que los amarillos navegaban con viento a favor, rubricando una pletórica actuación de principio a final y creciendo a pasos agigantados, que le hace situarse en la quinta posición en la tabla clasificatoria. Un Cádiz CF que compite siempre. Y la afición no puede más que estar orgullosa de ello.