Fabuloso comienzo de diciembre para el Cádiz Club de Futbol, que volvió a dar una alegría a su afición y con los tres puntos de esta decimoséptima jornada se coloca quinto (a expensas de que se complete la jornada) con 24 puntos, inmerso en la lucha por entrar en el playoff. Quién lo iba a decir hace dos meses, después del nefasto partido, y peor imagen mostrada, en Vallecas. Pero en una categoría tan apretada, igualada y apasionante como es esta Segunda División, todo puede cambiar en cuestión de instantes, y aquel Cádiz que a finales de octubre parecía enclavado en la zona baja, ahora parece dispuesto a pelear por cotas más altas que la permanencia.

El cuadro de Álvaro Cervera en esta ocasión superaba en la Tacita de Plata al imponente Real Zaragoza, que llegaba empatado a puntos con los amarillos y con la necesidad de llevarse tres puntos para reengancharse al playoff. El conjunto aragonés tiene madera de sobra para estar entre los mejores de la categoría, como quiso plasmar sobre el césped del Carranza con la calidad técnica e individual de hombres de la talla de Cani o Manu Lanzarote, que amenazaba la fortaleza gaditana con asiduidad. Pero todo gran bloque tiene alguna que otra debilidad, y la retaguardia resultó ser la pata de la que cojea este equipo maño. La banda izquierda amarilla, comandada por Álvaro García, envió a pique muy pronto el empeño de los pupilos de Raúl Agné, generando los dos tantos que iban a consolidar la victoria local, uno al inicio del primer período y otro nada más arrancar el segundo. Dos mazazos, bajo la rúbrica de Salvi y Abdullah, que dejaban en nada el buen papel de los zaragozanos en la primera parte, en la que quizás merecieron al menos un tanto. Pero a partir de la diana del marsellés, se acabó la historia; al Cádiz le bastaba con manejar bien los tiempos y dejar pasar los minutos, y eso hizo. Solo faltaba la guinda que coronase el pastel, y para ello llegó Alfredo Ortuño, logrando su noveno gol en la temporada con una obra de arte.

Finalmente, marcador de tres a cero para los de Cervera. Tercer triunfo seguido en Carranza, donde ahora parece intratable, y con posibilidad de acabar la jornada en puestos de playoff. Serio aviso para el resto de rivales, y mientras, el cadismo puede seguir celebrando. Motivos hay para ello en este momento.

(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar)

Álvaro Cervera

| Al César lo que es del César. Si hace unos meses podía ser cuestionado con todas las de la ley, a día de hoy merece reconocer su gran trabajo, merced a los resultados obtenidos. Tras la derrota y mala imagen en Tarragona había que recuperar sensaciones en el retorno a Carranza, y vaya si se logró. El de Santa Isabel parece haber dado con la tecla con el equipo titular, logrando una gran solidez atrás sin dejar de ser atrevido y resolutivo en ataque. Nada que objetarle.

Alberto Cifuentes

| En esta ocasión no podemos destacar ninguna intervención milagrosa suya (lo cual en realidad habla bien del colectivo), aunque siempre que le tocó intervenir lo hizo con la seguridad y solvencia que acostumbra.

Carpio

| Sufrió un poco al principio, en especial cada vez que encaraba Manu Lanzarote por su costado. Pero el salmantino fue creciendo y ganando confianza con el paso de los minutos y cumplió en todo momento con su tarea.

Aridane

| Igualmente lo pasó mal al inicio, sobre todo cuando era Cani el que se prodigaba por su zona. Por alto se impuso siempre, pero cuando el esférico estaba en el piso no siempre se mostraba decidido. No obstante, se asentó conforme avanzaba el partido y terminó siendo bordando también la segunda faceta, contribuyendo a la solidez defensiva del equipo.

Sankaré

| No dio tregua. El senegalés estuvo impecable desde el primer minuto hasta el minuto. Salvo la acción que le costó la amonestación, acertó con sus entradas, se impuso siempre en el juego aéreo y mostró una seguridad enorme en los pases, controles, intercepciones e incluso en la salida de balón desde atrás. Terminó desesperando a los delanteros rivales, que vieron como no pudieron deshacerse de él en ningún momento. Fiabilidad y contundencia en estado puro.

Brian Oliván

| Un día más, contribución igual de valiosa tanto en defensa como en ataque. El Cádiz ganó el encuentro, en buena medida, desde la banda izquierda, y el lateral barcelonés fue uno de los mayores responsables de ello. Acertado atrás, sin perder nunca la posición ni cometer fallos importantes, y tremendamente incisivo en ataque, doblando constantemente a Álvaro y multiplicándose por el terreno de juego. Su velocidad y buen golpeo en los centros volvieron a ser determinantes, n este caso para lograr el segundo tanto que traería la calma y dejaba el triunfo casi atado.

Garrido

| No brilla tanto como un goleador o un portero cuando salva goles cantados, pero su función, aun sin ser demasiado llamativa, es esencial para el equipo. Mantiene el orden y lidera la faceta de destrucción desde la medular, siendo un incordio constante para los centrocampistas y atacantes rivales.

José Mari

| En un encuentro en el que por momentos el centro del campo casi no existía, quizá no destacó tanto como otras veces, pero aún así su labor fue encomiable una vez más. Sus prestaciones son muy amplias, aunque ante el Zaragoza estuvo más cerca del área que de costumbre. En cualquier caso, conectó muy bien con sus compañeros de ataque y siempre sabía bien qué hacer con el balón. Se le echará de menos en Córdoba a buen seguro.

Abdullah

| El marsellés repitió en el once actuando por delante del doble pivote habitual formado por José Mari y Garrido. Fue sin duda el jugado que más creció con el paso del partido, comenzando algo inseguro y desacertado en sus intervenciones. No obstante, a los 48 minutos de juego llegó el premio a su trabajo con su primer gol con la elástica amarilla, lo cual le hizo ganar en confianza y a partir de ahí empezó a mostrar su calidad e imponer su ley a lo largo de todo el terreno de juego. El ex del Lorient vale para todo, y así lo demostró una jornada más.

Salvi

| Nadie duda de que el punto fuerte de este Cádiz está en las bandas, y ahí está el sanluqueño para ratificarlo. Veloz, desequilibrante y luchador, y por si fuera poco ha recuperado su olfato goleador. Está cerca de su mejor versión, lo cual es sin duda una noticia maravillosa para el cadismo, que sabe que tiene en él una de las mayores bazas para pelear por cualquier objetivo que se pnga por delante.

Álvaro García

| El mejor del partido. Cada vez que arrancaba una carrera hacía temblar a los defensores maños, especialmente al lateral Fran Rodríguez, al que le amargó literalmente la noche, desde que a los ocho minutos de juego le dejase por los suelos para terminar dejando solo a Salvi ante el gol. Junto con Brian, se adueñó del carril zurdo de ataque cadista, generando múltiples superioridades y alternativas, y desde allí llegó tanto el primer tanto como el segundo. Fue despedido con una enorme ovación, premio más que justo para un jugador que, a pesar de comenzar la temporada con algunas dudas, ahora sí está mostrando el nivel que se espera de él.

Alfredo Ortuño

| Empiezan a terminarse los adjetivos para describir su sensacional temporada. Un día más, y ya van unos cuantos, no dejó nunca de pelear con los centrales rivales, sin desaparecer del juego en ningún momento y esperando pacientemente su oportunidad. En esta ocasión, llegaba en el minuto 77, cuando recogió un pase de Nico Hidalgo en la frontal, para luego encarar y recortar a Bagnack y terminar ejecutando un lanzamiento medido y colocado a la escuadra. Una nueva acción para su repertorio, que sigue dándole infinitas alegrías al cadismo.

Eddy Silvestre

| Salió reemplazando a José Mari y lo cierto es que no desentonó los más de 20 minutos que disputó. Cada vez que intervino lo hizo con criterio, algo que le faltó en compromisos anteriores. Aún así, deberá seguir trabajando duro si quiere ganarse un sitio en este equipo.

Nico Hidalgo

| En los quince minutos en los que participó le dio tiempo a dar la asistencia a Ortuño en el tercer y último gol. Muestra de que siempre que sale aporta algo y le pone unas ganas infinititas. Así pues, breve pero buen papel del granadino.

Aitor García

S.C. | Solo disputó los últimos cinco minutos, por lo que apenas tuvo tiempo para entrar en juego, aunque sí le dio para intentar un disparo lejano. El onubense sigue con hambre de más minutos y goles.

Árbitro: Cordero Vega

| Se le pudo discutir alguna que otra acción, como un posible penalty a Salvi en el primer tiempo, y a lo mejor debió mostrar alguna tarjeta al Real Zaragoza. No obstante, no cometió errores importantes y siempre llevó el control de la situación a la perfección.