El inicio de 2016 fue muy representativo de la situación que atravesaba el Cádiz CF, un equipo capaz de lo mejor y lo peor que no llegaba a afianzarse. Tras perder en la última jornada del 2015 por 2-0 frente al UCAM Murcia los amarillos cayeron a la cuarta posición del Grupo IV de la categoría de bronce en detrimento del Sevilla Atlético, y quedaban descolgados de la lucha por un liderato que ostentaba el Murcia con 39 puntos seguido casualmente del UCAM Murcia con dos menos. Sin embargo, la vuelta a la competición trajo consigo buenas noticias para los intereses cadistas, pues lograron imponerse en el Ramón de Carranza por dos goles a cero al Real Jaén, inmediato perseguidor en la tabla.

El Cádiz CF arrancó el 2016 con una victoria por dos goles a cero frente al Real Jaén

Esta dinámica se prolongó dos jornadas más con los triunfos sobre Recreativo de Huelva también en la Tacita de Plata y frente al Cartagena a domicilio; de esta forma, los gaditanos encadenaban su mejor racha de victorias del curso. En cambio, las dos derrotas consecutivas ante Granada B y Algeciras volvieron a situar a los de Claudio Barragán en la cuarta posición después de haber superado a Sevilla Atlético y UCAM Murcia.

El punto de inflexión llegó en La Nueva Condomina. Tras sumar tres puntos ante el Marbella y dos empates ante Villanovense y La Hoya Lorca, los amarillos llegaban al feudo murciano para medirse a los líderes del campeonato, sin duda los claros favoritos ya que habían logrado esa regularidad que a equipos como el Cádiz CF se les había resistido. Los andaluces comenzaron por debajo en el marcador después de que Chavero a la salida de un córner adelantara a los suyos en la reanudación; tan solo tres minutos más tarde llegó el empate de David Sánchez, y a 15 minutos para la conclusión del choque, un Abel Gómez que estaba haciendo las veces de mediapunta materializó la sorpresa al poner el 1-2 en el luminoso.

Este triunfo fue una inyección de moral para el cuadro andaluz, pues después de él pudo establecer su propio récord en la temporada en lo que a victorias seguidas se refiere. Un total de cuatro partidos estuvieron los amarillos venciendo, concretamente frente al Melilla por tres goles a cero, ante el San Roque de Lepe por un gol a tres, y contra el Linares por tres goles a uno. Independientemente de los resultados, las sensaciones mejoraron notablemente, ya que los de Claudio Barragán se gustaban y comenzaron a desplegar su mejor fútbol.

Pero como ya había pasado con anterioridad, la buena dinámica se vio truncada con su visita a Sevilla. El Betis B devolvió a los gaditanos a la realidad al vencerles por tres goles a dos. Los cadistas empezaron por delante en el marcador gracias al tanto de Güiza en la primera parte, pero en la segunda tuvieron un bajón notable ofensivamente y ello lo aprovecharon los canteranos verdiblancos para darle la vuelta al marcador; Juanma desde el punto de penalti, y luego Loren con un doblete pusieron el 3-1. Servando cuando el partido llegaba prácticamente a su final recortó distancias, pero fue insuficiente para que los visitantes consiguieran sacar algo positivo de su visita a la Ciudad Deportiva Luis del Sol.

Un nuevo capitán para cambiar el rumbo

Álvaro Cervera cogió el timón del barco

Tras los malos resultados acumulados por el conjunto amarillo en el último mes, la entidad cadista tomó la decisión de cesar a Claudio Barragán. El sustituto elegido fue Álvaro Cervera, el técnico natural de Guinea Ecuatorial tenía la difícil tarea de acabar en puestos de playoffs y luchar hasta el final por un hipotético ascenso.

Imagen | delcadiz.es
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El nuevo entrenador dirigió al equipo en sus cuatro últimos compromisos ligueros, obteniendo dos derrotas, un empate y una victoria; utilizando dichos choques para tomar el contacto con la plantilla y hacer una especie de 'mini temporada'. Los amarillos acabaron la fase de liga regular ocupando la cuarta posición en la tabla y tenían que preparase para enfrentarse a los exigentes rivales que depararían las eliminatorias de ascenso.

Un ascenso contra todo pronóstico

Un giro de 360 grados para los cadistas

La primera piedra en el camino fue el Racing de Ferrol, jugando siempre la vuelta lejos de la Tacita de Plata. El ambiente vivido en el tramo final de competición hacía presagiar que no se cumpliría el deseado objetivo, pero aún así los amarillos consiguieron sacar adelante la eliminatoria gracias a un empate a cero en su feudo y un abultado triunfo en tierras gallegas.

El siguiente escollo que apareció fue el Racing de Santander, que venía de caer derrotado de forma sorprendente en las eliminatorias entre primeros de grupo. El conjunto gaditano se aprovechó del mal momento que atravesaba el rival y sorprendió ganando los dos partidos de la eliminatoria, logrando acceder a la final de los playoffs.

Imagen | La Voz Digital
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El Rico Pérez, de lugar maldito a divino

Por producto del azar, apareció el Hércules CF como último obstáculo para conseguir el ansiado ascenso. Los amarillos lograron un triunfo 'in extremis' en la ida, gracias a un magistral lanzamiento de falta de Carlos Calvo. Todo quedaba pendiente para la vuelta en el coliseo alicantino, lugar donde descendieron en su última temporada en la categoría de plata. En el ecuador de la primera parte, un inesperado gol de Güiza dejó la eliminatoria prácticamente vista para sentencia.

Por fin llegó el anhelado pitido final en el Rico Pérez, el cual consumaba al equipo dirigido por Álvaro Cervera como nuevo equipo de Segunda División para la próxima temporada. De este modo, el submarino amarillo conseguía reflotar futbol profesional gracias a un playoff impoluto. Todo concluyó en una noche especial para jugadores y aficionados, llena de lágrimas, sentimientos a flor de piel y cánticos.

Imagen | Diario de Cádiz
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Consolidación del proyecto

Buenas vibraciones. Eso es precisamente lo que transmitieron los cadistas durante la pretemporada, una pretemporada marcada por el clásico Trofeo Ramón de Carranza, que, de nuevo, y como viene sucediendo desde 2012, fue esquivo. Pero Álvaro Cervera supo cómo sacar rendimiento a este periodo preparatorio para asentar las bases de lo que se está viviendo a día de hoy: un Cádiz intratable tanto en casa como fuera de ella que se ha colado en la zona de promoción (4º) para poner el broche a un 2016 sencillamente maravilloso.

Varios jugadores del Cádiz celebrando un tanto durante el curso pasado | Foto: Pedro Ortega - VAVEL
Varios jugadores del Cádiz celebrando un tanto durante el curso pasado | Foto: Pedro Ortega - VAVEL

Álvaro Cervera aterrizó en Cádiz en una delicada situación, a falta de cuatro jornadas para el desenlace de la competición. Sin apenas tiempo para hacerse al equipo, coló a sus pupilos en la zona de promoción. Y no solo hicieron un papel notable, sino que lograron el ascenso partiendo de la última plaza en el grupo IV de la Segunda División B, algo que le da más mérito a la gesta pues era -y es- la primera y única vez que un equipo lo conseguía con este nuevo formato. Las claves de este ascenso, en parte, vienen dadas por formar un once tipo compacto, rocoso en términos y con pólvora y explosividad en los metros finales.

Caras nuevas, pero con una única meta: salvar la categoría

Ya con la llegada de la pretemporada, el ex entrenador de Racing, Recreativo de Huelva o Tenerife, entre otros, pudo cimentar las bases de un proyecto ambicioso, cuyo único objetivo era -y sigue siendo- el de asegurar la categoría después de seis años hundidos en el pozo de la categoría de bronce. Y buena prueba de ello fueron las cuantiosas entradas y salidas que se produjeron durante el periodo de mercado estival. Algunos eran nombres conocidos, como el de Carpio, Luis Ruiz, José Mari u Ortuño, mientas que otros como el de Sankaré, Abdullah o Gastón del Castillo no lo eran en menor cantidad.

Asentamiento de ideas y jugadores

El inicio de la pretemporada fue inmejorable: los de la Tacita de Plata derrotaron al Barbate por 0-4 siendo claramente superiores. La goleada pudo ser incluso mayor si no hubiera sido por el guardameta barbateño, pero quien demostró seguir con el gol entre ceja y ceja fue Dani Güiza, autor del tanto de la tranquilidad en el José Rico Pérez en el definitivo partido que decidía la última plaza de ascenso, que anotó dos tantos. Los aficionados cadistas asistieron también a los primeros minutos de algunas caras nuevas como la de Gorka Santamaría, procedente del Athletic, o Aitor García, ex del Mérida, que se ha convertido en uno de los revulsivos más resolutivos en esta primera parte del curso. No obstante, los amarillos dieron un paso atrás en el segundo encuentro, cayendo por la mínima ante el filial del Málaga en un partido en el que estuvieron muy espesos en ataque y de donde apenas se pudieron sacar conclusiones. Lo más destacado del encuentro fue Salvi, pieza fundamental en la recta final del pasada campaña, cuya entrada revolucionó la dinámica del partido, pero insuficiente para evitar la derrota (1-0).

Güiza y Salvi, protagonistas en los dos primeros encuentros preparatorios

A partir de ahí, los de Álvaro Cervera enlazaron dos victorias consecutivas: primero derrotando a un equipo recién ascendido a Primera División como Osasuna (2-1) para posteriormente resolver un compromiso sin excesivas dificultades ante el Roteña (1-6). El técnico cadista apostó en ambas ocasiones por un once continuista, dando entrada de forma paulatina a las caras nuevas. Por último, y antes de disputar el Trofeo Carranza, empataron a nada frente al San Fernando en un partido apático, muy lejos de las buenas sensaciones transmitidas en las dos citas anteriores.

De la sorpresa a la derrota

Tras disputar un total de cinco encuentros, el Cádiz disputó el torneo amistoso por excelencia a nivel nacional: el sexagésimo segundo Trofeo Ramón de Carranza. El cuadro, no obstante, no era precisamente favorable al equipo anfitrión, pues debía enfrentarse al todopoderoso Atlético de Madrid en las semifinales, mientras que en el otro lado del cuadro se encontraban Málaga y un combinado de estrellas nigerianas.

El Cádiz eliminó al Atlético de Madrid desde los 11 metros | Foto: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL
El Cádiz eliminó al Atlético de Madrid desde los 11 metros | Foto: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL

Aun así, los de Álvaro Cervera dieron la campanada eliminando a los colchoneros de los 11 metros. No fue un partido fácil: los del Cholo Simeone dominaron en todo momento con el clásico 4-4-2 en un estadio lejos de ser una fiesta para el cadismo y una ciudad como Cádiz, pues la grada no presentaba el aspecto esperado. El belga Carrasco estrenó el marcador cuando apenas se habían cumplido los primeros 10 minutos de juego, pero los cadistas no arrojaron la toalla y la insistencia tuvo premio. En el último suspiro, David Sánchez, que terminó marchándose al Atlético Baleares en la ventana de mercado estival, transformó la pena máxima que suponía definir el trámite en la tanda de penaltis. Y entonces, los rojiblancos sufrieron un déjà vú: así como sucedió en la última edición de la Champions, cayeron derrotados, en parte debido a un Cifuentes excepcional que metió al Cádiz en la final, donde ya esperaba el Málaga.

El derbi andaluz deparó un duelo entretenido, con opciones para ambas partes pese a la diferencia de categoría. No obstante, se reservaron los goles para el segundo periodo, donde Charles abrió la veda desde el punto de penalti para que En-Nesiry, una de las sensaciones en la pretemporada malacitana, pusiera el 0-2 a falta de un cuarto de hora para el pitido final. Aitor animó el tramo final con un tanto a falta de tres minutos, pero los cadistas no pudieron evitar caer derrotados.

El Cádiz se asegura a sus dos puntales

En apenas dos días -18 y 19 de julio-, el Cádiz se aseguró disputar la nueva temporada con dos de sus mayores puntales: Aridane Hernández y Álvaro García. Con su futuro en el aire desde que se sellara el ascenso a la división de plata, ambos se desvincularon del Granada para convertirse en jugadores del combinado amarillo a todos los efectos. Artífices del ascenso, el ex del Eldense fue un baluarte defensivo y disputó un total de 3.199 minutos, mientras que el de Utrera anotó un total de 9 goles y disputó 2.583 minutos repartidos en 44 partidos.

Llegada inesperada de Ortuño

El de Yecla recaló en las filas de Álvaro Cervera en calidad de cedido después de no convencer a Quique Setién durante la pretemporada. Tras jugar cedido en el Mallorca la recta final del curso anterior, rechazó varias ofertas suculentas y terminó decantándose por el conjunto de la Tacita de Plata contra todo pronóstico. Lo que nadie esperaba tampoco es que el delantero centro ex del Girona y Zaragoza, entre otros, ofreciera un rendimiento tan alto desde un principio. En apenas cuatro meses de competición, ya ha superado su mayor registro goleador hasta el momento: 12 tantos que permiten al Cádiz inaugurar 2017 ocupando una de las seis de promoción de ascenso a la máxima categoría, algo que parecía utópico cuando los gaditanos llegaron a la décima fecha registrando tan solo 10 puntos y hundidos en zona de descenso. Tras derrotar al Lugo en su feudo, los de Álvaro Cervera enlazaron seis victorias en ocho partidos, únicamente empañadas por la derrota ante el colista, el Gimnàstic de Tarragona, donde Alfredo Ortuño se ha convertido en el hombre diferencial.

Ortuño, el hombre más en forma del Cádiz | Foto: Diego Carmona - VAVEL
Ortuño, el hombre más en forma del Cádiz | Foto: Diego Carmona - VAVEL

Comienzo algo dubitativo

Le costó arrancar al cuadro amarillo en esta Liga 1|2|3. En el primer partido disputado en los Juegos del Mediterráneo, el conjunto amarillo logró adelantarse en el marcador con un tanto de Alfredo Ortuño, en una jugada encabezada por Álvaro García. Cuando parecía que el cuadro amarillo arrancaría con victoria esta Liga, apareció la figura de Azeez que se encargó de poner la igualada en el marcador. La victoria tampoco llegaría en la segunda jornada ante el Mallorca, marcando primero Ortuño de penalti y empatando Óscar Díaz. Ni tampoco en Miranda de Ebro, en uno de los partidos más escandalosos de esta temporada, y es que el Cádiz vencía 0-2 en el marcador, pero la figura de Ais Reig arruinó el partid expulsando de manera injusta a Gorka Santamaría e inventándose un penalti a posteriori. Finalmente el CD Mirandés remontó y acabó llevándose la victoria.

Ortuño se convertiría en el líder del equipo

El Cádiz estaba herido, en tres partidos se había puesto por delante y en todas ellas había sido neutralizado. Getafe fue su víctima, y Ortuño el killer del equipo ya que con dos goles suyos y uno de Aitor aniquilaron a uno de los grandes favoritos para el ascenso a base de buen juego y de goles. En cambio, una nueva derrota llegó una semana después en Reus, en un duelo de recien ascendidas que se decantó para los locales gracias a un gol de Fran Carbiá de bella factura en los tramos finales. Para revertir esta situación, el martes 20 de septiembre, un gol de Jon Ander Garrido en el descuento tras un gran saque de esquina de Güiza volvía a dar la victoria y colocar al Cádiz en novena posición, en la zona "tranquila".

A partir de ahí llegó la peor versión del Cádiz. Derrotas contundentes ante el Real Oviedo y el Rayo Vallecano, provocaron las primeras dudas en torno a Álvaro Cervera, que lejos de achantarse ante las críticas, seguía trabajando para revertir la situación, y sí que lo hizo.

Invictus

No estaba permitido volver a caer. Y desde el fracaso de Vallecas se vio a un equipo totalmente distinto, intenso e implicado. La titularidad de José Mari en el centro del campo oxigenó al cuadro amarillo, que veía como semana tras semana, había jugadores que se lesionaban, dando lugar al regreso de jugadores que parecían perdidos en el abismo, un ejemplo de ello Carlos Calvo.

Tres empates consecutivos ante Girona, CD Tenerife y UCAM Murcia - este último perdiendo una ventaja de 2-0 -, provocaba que el equipo sumara puntos pero no saliese de puestos de descenso. Tocaba visitar una de las canchas más difíciles del año, el CD ugo, y allí se vio a la mejor versión del Cádiz CF, venciendo por 0-1 gracias a un solitario gol de Álvaro García en la segunda mitad. Una semana más tarde, mismo marcador pero ante la SD Huesca en el Ramón de Carranza, que significaba la segunda victoria consecutiva del cuadro amarillo.

Un empate muy prestigioso en el Ciutat de Valencia ante el Levante, provocaba que el cuadro cadista subiese de manera considerable en la tabla clasificatoria. Más lo hizo tras las victorias ante el Alcorcón, Real Zaragoza, Córdoba CF y Sevilla Atlético, todas ellas con sendas goleadas que permitieron colocar al equipo dirigido por Álvaro Cervera en una meritoria cuarta posición.

Once Ideal Cádiz CF 2016

Portero: Alberto Cifuentes

Llegó en verano de 2015 para ocupar el lugar de Aulestia en la meta cadista, con una trayectoria importante en la segunda y tercera categoría del futbol español. No obstante, para muchos su edad fue vista como una lacra y su fichaje generó un tanto de desconfianza. Pero ahora, con 37 años a sus espaldas, ha disipado cualquier tipo de dudas con grandes actuaciones bajo palos jornada tras jornada, lo que le hizo ser indiscutible tanto para Claudio como para Cervera. Mantuvo el arco con intervenciones salvadoras, sobre todo en el playoff, que en buena parte valieron el ascenso, y se ha mantenido en el titular en el regreso a Segunda División, donde además ha sido uno de los cancerberos más destacados en este primer tramo de competición. Sigue cuajando un altísimo nivel y ha jugado todos los minutos en las 19 jornadas de LaLiga123, dejando sin opciones por el momento a otro portero de buenas aptitudes como es Jesús Fernández, que solo pudo participar en Copa.

Lateral Derecho: Javier Carpio

Fichaje de nivel para el retorno a la división de Plata, con una experiencia previa de seis años compitiendo en la categoría de forma ininterrumpida, tras sus pasos por Elche, Ponferradina y Alavés, con una media de 30,83 encuentros disputados por temporada. Recién llegado de ser una de las piezas clave en el ascenso del conjunto vasco, llegaba a la Tacita de Plata para reforzar el carril diestro del equipo de Cervera, del que se ha apoderado desde que llegó y de hecho es el jugador de campo con más minutos disputados (1589), repartidos en 18 duelos, todos como tutular, en los que afrontó siempre los 90 minutos salvo en dos ocasiones. No convenció al principio pero aún así no se bajó de la alineación titular (en parte porque el técnico no cuenta con Juanjo, el otro lateral diestro) y finalmente ha terminado con un rendimiento bastante alto (y en especial su partido ante el Sevilla Atlético pudo ser el mejor desde que llegó), demostrando su veteranía y su buen hacer en el puesto del “2”. Como curiosidad, el salmantino no ha visto ni una sola amonestación a pesar de su condición de defensa.

Defensa central: Aridane Hernández

El mejor ejemplo de que con ganas, trabajo y ambición, uno puede conseguir todo lo que se proponga. El central canario llegó al Cádiz la pasada campaña procedente por el Eldense y cedido por el Granada para competir por un puesto en el eje de la zaga amarilla. En sus inicios sufrió lo indecible, jugaba más bien poco y cuando salía al terreno decepcionaba y mostraba mucha inseguridad. Comenzó a ser cuestionado por la afición, pero esas críticas, lejos de hundirle, le hicieron exigirse más y pasó de ser uno más a convertirse en ídolo para la grada (con cántico propio incluido) y en jefe de la retaguardia cadista. Fue uno de los principales responsables de la fortaleza defensiva de los amarillos en playoff y Cervera sigue confiando en él para Segunda División, donde lleva acumulados 17 partidos, todos de titular y disputando íntegros los 90 minutos. Seguridad por alto y presto en la anticipación, algunas de sus mejores cualidades. Sin duda, uno de los mejores "fichajes" (pasó a ser propiedad cadista este verano al igual que Álvaro García) de esta campaña.

Defensa central: Khalifa Sankaré

Tras despuntar en el futbol belga y griego, el de Dakar al fin consiguió dar el salto a la liga española a la edad de 32 años. Sus 190 centímetros de altura y su fortaleza física le hacen ser un central difícilmente superable, ya sea por alto o por bajo. También es solvente en la salida de balón desde atrás y siempre se muestra contundente, siendo todo un seguro de vida en cualquier situación. Le costó adaptarse pero una vez entró en la dinámica se hizo absolutamente imprescindible. Y no es casualidad que desde que entrase en el once ante el Girona, el Cádiz no volviese a perder, pues, de hecho, no estuvo presente en Tarragona, donde se sufriría la única derrota en estos últimos más de dos meses. Sus números, 13 encuentros disputados (incluyendo el de Copa ante el Levante) y 12 como titular, habiendo visto tres tarjetas amarillas y anotado un gol, ante el Sevilla Atlético, para despedir el año de la mejor forma posible.

Lateral Izquierdo: Brian Oliván

Posiblemente el puesto del “3” era una de las mayores incógnitas de cara al retorno a Segunda División. Álvaro Cervera no contaba con Andrés Sánchez (llegó a preferir en el carril zurdo a un central como Servando en lugar de al murciano), quien durante años se le veía como uno de los mejores laterales izquierdos de la categoría de bronce. Parecía pues que el técnico de Santa Isabel iba a exigir mucho a los nuevos que llegasen a esa demarcación, y Brian Oliván respondió a las mil maravillas. El barcelonés ha destacado incluso en los peores momentos del equipo, aportando corrección en defensa y siendo un puñal a la hora de atacar, gracias a su velocidad, su desmarque y su precisión en los centros y en el golpeo, lo que también le ha llevado a ser importante en la faceta de balón parado. Prestaciones que le convierten en titularísimo, ya que además su compañero y rival Luis Ruiz continúa teniendo una suerte pésima con las lesiones. Ha participado en 15 partidos de liga, siendo de la partida en todos ellos.

Mediocentro: José Mari

Fichaje estrella de la medular cadista en el pasado mercado estival, sin lugar a dudas. Muy del gusto de Cervera, ya que contribuye en todas las facetas del juego, siendo muy correcto en la contención pero igualmente con categoría y calidad para llevar la manija del juego en el centro del campo y aportar el equilibrio necesario para el buen funcionamiento de la maquinaria amarilla. Condiciones que ya le valieron para dar el salto directo desde Segunda B a Primera con su fichaje en 2012 (con 24 años) por el Real Zaragoza procedente del Real Jaén. Consiguió acumular minutos y experiencia en la máxima categoría con el conjunto maño y el Levante, aunque entró en un bache y tuvo que cruzar el charco y probar suerte en el Colorado Rapids de la Major League Soccer, hasta que llegase libre este verano. En la Tacita de Plata se ha hecho indiscutible como jefe en el mediocentro una vez alcanzó unas buenas condiciones físicas, y en total ha participado en diez encuentros ligueros, siendo titular en todos desde su debut en Vallecas, único día que salió como sustituto.

Mediocentro: David Sánchez

Solo estuvo media temporada en la entidad, pero fue suficiente para ganarse la admiración de la afición por su compromiso, su trabajo y su enorme calidad. Tiene la capacidad de ver el futbol como pocos lo hacen y distribuir el juego tal y como lo desea, con una pierna izquierda de “oro” para ejecutar todo aquello que pasa por su cabeza. Con una trayectoria más que extensa a sus espaldas, llegó procedente de la UD Melilla en el último mercado invernal para dar un toque diferente a la zona de medios, que quedó falta de calidad en el juego con un Abel Gómez que nunca terminó de brillar. Nada más llegar se hizo con el mando y fue de los mejores con diferencia en la segunda vuelta de la fase regular y también en el playoff, contribuyendo de forma decisiva al ascenso con su buen futbol y un tanto de penalty al Racing de Santander en la segunda eliminatoria, sin olvidar un fantástico pase hacia Álvaro García en el primer gol amarillo en A Malata. Tras participar en 22 encuentros con la zamarra amarilla, siempre de titular, quedó sorprendentemente descartado para el proyecto en Segunda y tuvo que volver al futbol de bronce para enrolarse en las filas del Atlético Baleares, a sus 34 años.

Interior Derecho: Salvi Sánchez

Cumplió su sueño de vestir la elástica amarilla cuando en verano de 2015 fichase procedente del Villanovense, donde había brillado, para ser una de las nuevas bazas para el ascenso cadista. Su objetivo, de todo menos sencillo, nada menos que hacer olvidar a Juan Villar, jugador clave durante las tres temporadas precedentes. Dicho y hecho, el sanluqueño se puso manos a la obra rápido y fue de menos a más hasta ser uno de los estandartes del equipo con su velocidad, desborde y contribución en asistencias y goles desde la banda derecha del ataque. Se notó mucho su ausencia durante un mes, coincidiendo en gran medida con el peor momento del Cádiz la pasada campaña, pero volvió justo a tiempo para el playoff, donde recuperó su mejor versión y dejó huella en la consecución del ascenso, con gol incluido al Racing de Ferrol en la primera eliminatoria. Este curso no ha perdido peso en el equipo y ha tenido una buena entrada en LaLiga 123 con 14 encuentros disputados (12 como titular) y cuatro goles anotados.

Interior Izquierdo: Álvaro García

Ha sido uno de los que mejor ha terminado este 2016, a pesar de su irregular comienzo de competición. El utrerano, con el desborde, la velocidad y el descaro que le caracterizan, es todo un puñal por el costado izquierdo, donde se está entendiendo a las mil maravillas con Brian Oliván, con el que forma una de las bandas más peligrosas de toda la Segunda División. Y eso que su comienzo de la campaña pasada no le resultó sencillo, porque a pesar de sus buenas actuaciones no se hizo indiscutible para Claudio hasta la segunda vuelta (de hecho en Segunda B ha jugado casi tantos partidos de suplente como de titular). Sí que resultó indispensable en el tramo final, y más aún ya con Cervera en el banquillo, y finalizó el curso con 10 goles en su haber, dos de ellos en el playoff, sentenciando las contiendas ante Racing de Ferrol y Racing de Santander con un tanto en cada eliminatoria, ambos lejos de Carranza. El técnico de Santa Isabel lo ha convertido en intocable en Segunda y ha jugado todos los partidos de titular, exceptuando el encuentro en Vallecas, que ha sido el único que se ha perdido hasta la fecha. Presente y futuro cadista, un jugador aún con mucha proyección y, desde este verano, en propiedad del club.

Mediapunta: Lolo Pla

Fue una de las sorpresas del pasado curso. Llegaba cedido por el Benfica, con la intención de hacer más méritos que en su anterior periplo en Lugo para tener alguna opción en Portugal de cara al futuro. Le costó hacerse un hueco en un principio, pero poco a poco fue ganándose la confianza de Claudio y siempre contó con oportunidades aunque fuese como recambio. Trabajador y constante como pocos, dejó buenos números a pesar de no ser titular indiscutible, contando con una polivalencia que le permitía poder ocupar distintas posiciones en el terreno de juego y, por tanto, mayor facilidad para tener oportunidades. Así pues, se alternó como mediapunta, en la banda izquierda o incluso en la punta del ataque las veces que faltó Güiza, completando 42 partidos entre todas las competiciones (29 como titular) y marcando nueve goles. Buenos números que no le valieron para tener oportunidades en el Benfica este año, por lo que fue traspasado al Necaxa mexicano, quien a su vez lo devolvió a la categoría de bronce española cediéndolo al Toledo, donde no está teniendo mucha continuidad por culpa de las lesiones.

Delantero: Alfredo Ortuño

Poco más se puede decir de él y que no se haya dicho ya. El de Yecla llegaba este verano cedido por Las Palmas para reforzar la delantera, contando con un importante bagaje en la segunda categoría española. Pronto convenció a Cervera de que era el delantero ideal para su sistema, un nueve puro que pelease todo balón que se aproximase a sus dominios, que fuese capaz de aguantar la posesión, de conducir, regatear y pasar con la mejor de las precisiones según el momento. Y, por supuesto, un killer del área, un ariete que no desperdicie sus mejores ocasiones. Ortuño, aún cuando no ha logrado ver puerta, siempre ha realizado un trabajo impecable y siempre ha realizado su pelea particular con los centrales rivales, amargándoles el día en más de una ocasión. Más que indiscutible, solo se ha caído del once una jornada (ante el UCAM Murcia), y fue por sanción, pero en los otros 18 compromisos partió desde el inicio, disputando siempre los 90 minutos salvo en tres ocasiones. Su cifra goleadora ya va por 12 dianas, y cuenta con el fabuloso registro de una mayor efectividad de cara puerta que Messi y Cristiano Ronaldo.

Otros nombres a destacar

Lamentablemente todo equipo titular no puede exceder los 11 jugadores, pero desde Cádiz VAVEL no hemos querido olvidarnos de otros futbolistas que también han dejado huella en este mágico 2016 para el Cádiz CF. El primero de ellos, un Dani Güiza que fue el máximo goleador cadista en la temporada del ascenso (12), siendo recordado siempre como el anotador de aquel gol que certificase el ascenso en Alicante, y si no ha entrado en el once ha sido solo “por culpa” de los estratosféricos números de su compañero Ortuño. Igualmente, otros componentes importantes del ascenso fueron, por ejemplo, los defensores Servando, Migue o Juanjo, quienes a pesar de su escaso protagonismo en Segunda, fueron los mayores responsables junto a Aridane, entre otros, de la imbatibilidad amarilla en la fase de ascenso (solo un gol encajado en seis partidos). En el caso del isleño, con un mérito doble, ya que sobresalió en el lateral izquierdo, una posición que no es la suya natural. Y de la actual temporada, otros nombre a destacar podría ser, por ejemplo, el de Jon Ander Garrido, quien al principio no parecía contar demasiado (sobre todo a raíz de las duras críticas recibidas por Cordero desde la dirección deportiva), pero finalmente no solo logró permanecer en la entidad sino que es ya un fijo en el once titular de Cervera. Junto a él, también puede destacarse a Rafidine Abdullah, presente y futuro del Cádiz gracias a su juventud, y que sigue creciendo partido tras partido ganando en jerarquía y en soltura con el esférico en sus pies y en el trabajo defensivo. Por último, no puede olvidarse el nombre de Aitor García, quien a pesar de no ser titular es el segundo máximo goleador del equipo, junto a Salvi, con cuatro goles (tres en Liga y uno en Copa), deslumbrando con sus golazos en forma de fantásticos golpeos desde lejos del arco.