El central cadista concedió una entrevista a CANAL AMARILLO, donde habló sobre los pitos recibidos en sus primeros encuentros vistiendo la elástica del Cádiz, así como su progresión tanto a nivel personal como profesional o la polémica en la que se vio envuelto a su llegada a la ciudad gaditana. “Con trabajo y constancia se consigue todo lo que te propongas”, resalta Aridane.

Dicen que los inicios son siempre complicados, y quién mejor para ejemplificar esta teoría que el ex jugador del Eldense o Valladolid, entre otros: “No sabía de la multitud de expectación que genera este club. Y sí, al principio me afectó un poco: me afectaron las críticas y, sobre todo, que no me apoyasen en la grada. Pero eso es cosa del fútbol”. Y en ese delicado contexto, la figura de Claudio Barragán se proyectó como algo fundamental: “Él fue el artífice de que yo me sintiera importante en el campo, y en el equipo, y que llegase a rendir como estoy rindiendo ahora”. “Sólo tengo palabras de agradecimiento”, concluía en última instancia.

"Con trabajo y constancia se supera todo"

Por otro lado, el canario también, como voz autorizada, explicó lo que supone pasar a formar parte del fútbol profesional, un salto que para muchos se convierte en un verdadero reto. “No creo que esté sorprendido con mi rendimiento porque yo sabía desde el principio que con trabajo y con mis condiciones, unidas a la confianza, iba a responder en el campo. Es cierto que este año la exigencia es mucho mayor en Segunda, pero con trabajo y constancia se supera todo”, apuntaba Aridane, una de las sensaciones en esta primera parte del curso en el conjunto gaditano junto al goleador Ortuño y el omnipresente Álvaro García.

Evolución posicional

Sobre su maduración como jugador, destaca que “empezó jugando de delantero centro en el fútbol 7” puesto que “marcaba muchos goles”. Sin embargo, después “fue pasando hacia detrás: de delantero a mediocentro y del centro del campo a la defensa”. Es más, “en Aranda de Duero, donde le ficha el Real Madrid, jugaba como mediocentro”. También bromeó sobre su peculiar peinado: “No me gustaba que todo el mundo me señalase a mí por el pelo y me lo pelaba corto, como los chavales de mi edad. Era el diferente y había gente que se reía; cuando eres pequeño esas cosas te afectan más y de vez en cuando lloraba por eso, pero uno se acaba acostumbrando porque es lo que hay”.

Marcado por Pereira

Todo futbolista profesional recuerda con especial cariño la figura del entrenador que más le ha marcado no solo a nivel profesional, sino también en lo personal. Y en el caso de Aridane, este fue Pereira, en la categoría de cadete, cuando recalaba en las filas del Valladolid: “Siempre estaba encima de mí. No sólo por ser buen entrenador, sino por ser un buen formador. Siempre estaba ahí cuando me pasaba algo o me decía que no dudase en pedirle lo que fuese si lo necesitaba que para estaba él. Eso me marcó”.

Clase de disciplina en La Fábrica

El canario recordó su etapa en las categorías inferiores del Real Madrid, donde tan solo jugó una temporada después de estar cedido otras dos en Valladolid: “Te enseñan, sobre todo, disciplina y a ser fuerte de mente. Estás en el Madrid, el mejor equipo del mundo, y, quieras o no, te vienes arriba y conoces la noche. Tienes que ser fuerte de mente y tener mucha exigencia porque sabes que te marca una exigencia máxima”.

Desembarco con polémica

Otro de los temas tratados en la entrevista giró en torno a su fichaje por el Granada y la posterior llegada a la ciudad gaditana en forma de cesión, no sin polémica: “Fue un poco rara, sí. Yo acababa de jugar con el Eldense y es verdad que había firmado un precontrato con el Olot. Lo hice muy temprano y nos precipitamos porque quedaba mucho verano por delante. No fuimos pacientes y luego me llamó el Granada, que se había fijado en mí. Y una oferta como esa no se podía rechazar”.