A menos de cuatro días para el inicio de la competición liguera, que hará al Cádiz enfrentarse al Córdoba en el Nuevo Arcángel, el equipo gaditano cuenta con numerosas bajas que harán al técnico apostar por un once inicial con algunos retoques.

A la lesión en la rodilla que hará a Sankaré estar parado hasta octubre, se suman la del extremo derecho Nico Hidalgo, que sufre una microrrotura fibrilar en el aductor y la del punta Rubén Cruz, quien padece una rotura de fibras en el isquio-femoral. Estos dos últimos no han entrenado hoy con el grupo, pero sí en solitario. Los tres se perderán el debut liguero contra el equipo califa. Además, Alberto Perea sigue recuperándose de la operación de apendicitis que se le practicó a finales del mes pasado, por lo que tampoco podrá estar disponible esta semana.

Las posiciones afectadas, cuentan con recambios suficientes y de confianza. El centro de la defensa, ha sido propiedad de Servando y Marcos Mauro en la gran mayoría de encuentros de la pretemporada, por lo que parten con mayor ventaja con respecto a Kecojevic y Mikel Villanueva, quienes llevan menos entrenamientos y han contado con menos minutos de preparación.

Otra parcela que genera dudas es la de la mediapunta. En principio, el hombre deseado para el entrenador es Rubén Cruz, pero su ausencia dejaría la incógnita de saber quién será el que ocupe dicho puesto. Imaz, que ha jugado como enganche o como segundo punta en algunos partidos de la pretemporada, gana enteros para salir de inicio el sábado. Otras posibilidades podrían ser Dani Romera o incluso Álvaro García.

Por último, a todo ello hay que añadir los jugadores a los que se les está buscando una salida, como son los casos de Alberto Quintana y Eddy Silvestre.

Un verdadero cúmulo de infortunios que seguro dificultarán la primera piedra de toque para el club en esta segunda temporada en la Liga 1|2|3.