Feliz por la victoria llegaba Álvaro Cervera a la rueda de prensa, nada más finalizar el partido que había enfrentado a los suyos contra el Reus. En ella, el técnico cadista hizo hincapié en el esfuerzo y el coraje derramado, que llevó al equipo a sumar los tres puntos. Afirmaba el preparador guineano: “Hemos hecho una primera parte fantástica y después una segunda mala, con miedo”.

Sobre lo mismo, volvía otra vez para asegurar que, el cansancio hizo mella en los futbolistas y eso se fue notando a medida que avanzaba el reloj: “Nos pusimos por delante, pero los jugadores que nos llevan arriba estaban muy cansados. Por suerte la mejor ocasión de ellos se fue al palo”.

"Nos falta algo cuando vamos ganando para matar los partidos"

No dejó de reconocer los defectos que tiene su plantilla. Los nuevos deben amoldarse al estilo de juego, una auténtica perogrullada que todavía colea en las declaraciones en rueda de prensa. A la jornada en la que se encuentra la Liga 1|2|3, es de sobra sabido por todos, tanto por los nuestros como por los rivales, qué clase de fútbol desplegamos. Aun así, el míster lo volvió a repetir: “Con respecto a tiempos pasados tenemos jugadores nuevos como Kecojevic y tiene que saber cómo jugamos. Estamos hablando de un partido que nos ha salido, pero si entra el balón del larguero estaríamos aquí de otra manera. Nos falta algo cuando vamos ganando para matar los partidos. Debemos tener algo para que el partido lleve la misma intensidad en el minuto 70 que en el 30”.

"Juegue quien juegue, tiene que dar el nivel".

Una de las cuestiones a destacar era, cómo no, las bajas con las que enfrentaba el Cádiz este nuevo envite. A Villanueva, convocado por su selección, se le unía David Barral. El descarte de la convocatoria fue, en este caso, Robert Correa: “Tenemos una plantilla de 26 futbolistas y juegue quien juegue tiene que dar el nivel, para eso los tenemos. Todo el mundo sabe qué se pide de ellos. Cuando no están, no están”.

Tampoco se escondió a la hora de valorar la acción polémica del encuentro, en la que un centro de Lucas Bijker, era desviado por Atienza y hacía que la pelota se envenenase con dirección a la portería: “El balón entró. Con esas cosas tienes que jugar todo el año. Unas veces te van a dar y otras te van a quitar. Yo he visto una foto y ha entrado”.

Pese a todo, el Submarino amarillo sale a flote, consigue su segunda victoria consecutiva y suma siete de los últimos nueve puntos.