Era un secreto a voces desde hace tiempo, pero este lunes 15 de enero al fin se hizo oficial la marcha de Rubén Cruz del Cádiz CF. El delantero sevillano era uno de los grandes candidatos a formar parte de la "operación salida" cadista en este mercado invernal después de ser uno de los jugadores que menos oportunidades está teniendo en esta campaña. Finalmente, se ha acordado la rescisión de su contrato y, apenas unos minutos después, se ha oficializado su fichaje por el FC Cartagena, del grupo IV de Segunda B. El conjunto departamental no era el único que seguía sus pasos, ya que también se habló del RCD Mallorca o el Atlético Baleares dentro de la categoría de bronce, pero ha sido el que finalmente se ha llevado el gato al agua.

Rubén Cruz Gil es delantero, natural de Utrera (Sevilla) y de 32 años de edad. Formado en las categorías inferiores del Real Betis Balompié, tiene una dilatada trayectoria por Segunda División B tras pasar por clubes como Unión Estepona, UD Melilla y Écija Balompié. En 2013 llega el momento clave de su carrera, cuando firma por el Albacete Balompié, donde con diferencia ha logrado su mejor rendimiento, convirtiéndose en un auténtico goleador con 26 tantos en su casillero en la temporada del ascenso del Queso Mecánico a Segunda División. Con los manchegos también debutaría en LaLiga 1|2|3, compitiendo dos temporadas y anotando 17 goles (diez la primera y siete la segunda).

Su etapa en el Cádiz

En 2016 el Albacete descendía de categoría y el Cádiz ocupaba su lugar en Segunda, y Cruz sería uno de los fichajes amarillos para completar la delantera junto a hombres como Alfredo Ortuño, Gorka Santamaría o Dani Güiza, firmando en principio hasta junio de 2017. En su primera campaña, el utrerano contó con bastante protagonismo, jugando sobre todo en la posición de mediapunta, y aunque la llegada de Ager Aketxe en enero le iba a complicar la titularidad, tuvo una buena cantidad de minutos e incluso fue el delantero titular del playoff de ascenso ante el Tenerife. 1546 minutos disputados, y, sin embargo, no logró ningún gol en todo el año, lo que le hizo perder el crédito de parte de la afición.

Importante en el pasado curso, esta campaña ha pasado al ostracismo

Sin embargo, y por sorpresa para muchos, la dirección deportiva decidió el pasado verano premiar la indudable entrega del atacante renovando su contrato por una temporada más. A Cervera le gustaba su trabajo sobre el campo y estaba dispuesto a otorgarle otra oportunidad, pero lo cierto es que esta vez las cosas han cambiado, y de ser una pieza importante ha pasado a un absoluto segundo plano: con solo 353 minutos a sus espaldas en lo que va de curso y cuatro titularidades (Osasuna, Sevilla Atlético, Huesca y Barcelona B), Rubén Cruz empezó a desaparecer frecuentemente incluso de las convocatorias, y ni siquiera ha gozado de oportunidades en Copa del Rey, torneo reservado a priori para los menos habituales. Con la reapertura del mercado, la secretaría técnica quería traer otro delantero y para ello era necesaria una salida, que finalmente ha sido la del ex canterano bético.

Así pues, Rubén Cruz pone punto y final a un periplo de temporada y media en la Tacita de Plata, de la que se despide sin brindarle un solo gol. Le tocará probar suerte de nuevo en Segunda B, en las filas del FC Cartagena, actual líder del grupo IV, y en el que intentará recuperar el olfato goleador que le faltó en tierras gaditanas.