Confiaba Álvaro Cervera en el mismo equipo que vencía una semana anterior al Sevilla Atlético en casa. El Cádiz ya había superado los 50 puntos marcados al inicio de temporada y el objetivo ya era varios escalones más altos: el ascenso. Para ello, el conjunto entrenado por Álvaro Cervera debía sacar los tres puntos en uno de los campos más complicados de la categoría, el Reino de León, donde sólo Sporting y Rayo habían sido capaces de vencer. Enfrente, una Cultural Leonesa que saltaba al terreno de juego sabiendo que una victoria colocaba al conjunto leonés empatado a puntos con el Alcorcón, equipo que marca los puestos de permanencia y recién había sido derrotado a domicilio frente al Lugo. Finalmente, un gol de Álvaro García en el ecuador de la segunda parte desequilibraría la balanza para el equipo amarillo, que adquiere moral y confianza para afrontar el compromiso de la siguiente jornada frente al líder de la categoría: la SD Huesca.

Comenzó el partido con una cara ambiciosa del Cádiz, que salió desde el inicio a dominar el partido y buscar la oportunidad. Volvía Perea al once y buena parte del juego que propuso hoy el conjunto amarillo sobre el césped del Reino de León pasó por sus botas. Tras un primer cuarto de hora en el que el Cádiz proponía pero no ocasionaba, la Cultural Leonesa empezó a asentarse en el encuentro, sintiéndose cada vez más cómoda, lo que provocó un cambio de papeles en los que, nuevamente, no se generaban ocasiones de gol.

Pronto llegarían las malas noticias para la Cultu, pues en el minuto 17 tenía que salir sustituido por lesión Moutinho, que dejaba su lugar en el campo a el portuense Iza Carcelén. El cambio no afectó al transcurso del partido, que proseguía de lado local mientras el centro del campo cadista sufría minutos de declive. Jon Ander Garrido vio la primera cartulina amarilla del encuentro en el minuto 27 por un codazo a Yeray González, y posteriormente la iba a ver Lucas Bijker tras una fea entrada por detrás a Iban Salvador. 

El encuentro adoptó un ritmo intenso en el que ambos equipos intentaban encarar portería contraria, pero con un mayor dominio gaditano que centraba su ataque en Perea y Álvaro García sin demasiada suerte. El marcador no se movió tras el transcurso de la primera parte y los dos equipos se iban al vestuario con la sensación de que sólo un fallo podía decantar el encuentro para uno de los dos lados.

Tras la reanudación, parecía que era el conjunto local el que salía con más intención de anotar el primer gol. Un remate de chilena de Buendía a centro de Rodri y un disparo directo de Iza Carcelén, ambas ocasiones correctamente solucionadas por Cifuentes, podían hacer presagiar que el Cádiz iba a sufrir en la segunda parte. Pero fue ahí cuando cambiaron las tornas. Tras unos minutos un tanto broncos debido a que la intensidad del partido subía, Perea apareció para comenzar a conectar con Jona y Álvaro e ir a por el encuentro. 

La primera gran ocasión del encuentro llegaba al cuarto de hora de la segunda parte. Álvaro llega a línea de fondo y su centro al primer palo es rematado por Jona, pero su disparo es atrapado por Palatsí en dos tiempos. La situación empezaba a esclarecerse para los intereses del equipo entrenado por Álvaro Cervera: Perea comenzaba a soltarse y Jona recibía y nutría de balones a Álvaro García. Salvi, hoy un poco más apagado que otros días intentó realizar un remate de chilena que se topó con la zaga leonesa. 

Ese error que el Cádiz buscaba en su contrincante no podía ser más evidente cuando, en el minuto 65, Zuiverloon erraba una cesión a su portero que Álvaro García aprovechaba para regatear a Palatsí y hacer el primer y único gol del encuentro con su pierna zurda, un tanto muy celebrado por la hinchada amarilla que hoy animaba a su equipo desde las gradas del Reino de León.

Con el gol del extremo utrerano, el Cádiz se sintió más cómodo que nunca en el encuentro, pues es en estos escenarios donde el conjunto de Álvaro Cervera se mueve como pez en el agua. Pero el Cádiz es el Cádiz, y eso es sinónimo de sufrir. Alberto Cifuentes volvió a convertirse en el héroe del equipo tras rechazar un disparo a bocajarro de Yeray González en el 73, que se encontraba en una situación clarísima de marcar. No sería la única. Sólo seis minutos más tarde, el cancerbero cadista salvaba de nuevo a su equipo tras una brillante intervención al disparo de Buendía, que aprovechaba un disparo mordido de Guarrotxena que se convertía en una asistencia de lujo para el extremo cedido por el Getafe.

Con el susto en el cuerpo, el Cádiz manejó perfectamente los tiempos del partido y buscó aprovechar la velocidad arriba de Álvaro y la frescura de Moha y Barral, que entraron en la segunda parte en sustitución de Salvi y  Jona. El propio Álvaro pudo sentenciar el encuentro pero su aproximación a la portería defendida por Palatsí fue perfectamente cortada por Zuiverloon, que no le otorgó tanta ventaja al rápido extremo cadista en esa ocasión. 

Sin apuros ni problemas, el encuentro llegó a su fin y confirmó el buen momento de forma que adquiere el Cádiz en una de las etapas más importantes que les depara el calendario, puesto se enfrentará al Huesca y al Rayo, los dos únicos equipos que le adelantan en la clasificación. Para el próximo partido, Álvaro Cervera podrá contar con Álex Fernández y Kecójevic, que estaban apercibidos de sanción. 

Tres puntos más para un conjunto que ya piensa en su nuevo objetivo marcado, el ascenso, que mantiene con ilusión y alegría a una afición que ya sueña con volver a la liga de las estrellas.

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