Tras una temporada ciertamente convulsa en el seno del Club Deportivo Mirandés, con el descenso tanto del primer equipo a Segunda B como del filial a Regional Preferente, se suceden sin dilación los primeros movimientos piramidales en la reestructuración del organigrama deportivo.

Primero fue la renovación de Jesús Seba, que pasa de ser asistente técnico a director deportivo de la entidad rojilla. Al tiempo se comunicó la ampliación de contrato del entrenador del primer equipo, Pablo Alfaro, por una temporada. Una vez confirmada la continuidad de la dupla 'maña' al frente del proyecto deportivo, así como la llegada del técnico gallego Miguel Alonso como segundo entrenador, era momento de trasladar a los jugadores de la primera plantilla las intenciones del club acerca de la situación contractual de cada uno de ellos.

Jesús Seba, Roberto Martín y Manolo Pérez estarían al frente de la cantera rojillaCon una drástica reducción del presupuesto de gastos (de seis millones de euros a 2,9 millones) el CD Mirandés deberá ajustar buena parte de sus partidas esta próxima temporada para dedicar los mayores recursos posibles al primer equipo, con el claro objetivo de recuperar la categoría en el fútbol profesional. Los gastos de administración y gestión, inversiones en infraestructuras y el fútbol base son aspectos que a buen seguro contarán con mucho menos dinero que en las últimas temporadas.

No obstante, el Consejo de Administración (Roberto Martín es el consejero del área) tratará de no desatender las categorías inferiores, más aún tras el decidido esfuerzo impulsado por Carlos Terrazas este último curso para la ampliación y estructuración de la cantera rojilla. El paso de Jorge Martín de San Pablo, que llegó como entrenador del filial y director de fútbol base de la mano del por entonces manager general, con quien coincidió en el Deportivo Guadalajara, ha reportado un buen trabajo metodológico, pero su estrecha vinculación con la etapa anterior y el descenso del Mirandés B complican su continuidad.

Manolo Pérez llegaría tras seis años en la SD PonferradinaA falta de confirmación, las informaciones apuntan a que probablemente será el técnico berciano Manolo Pérez quien llegue al CD Mirandés como nuevo director de fútbol base y lo haría procedente de la SD Ponferradina, club en el que ha trabajado los últimos seis años. Tras su paso por el Flores del Sil, también de Ponferrada, Manolo Pérez comenzó su vinculación con el conjunto blanquiazul en verano del año 2011. Entrenó al equipo filial durante dos temporadas (una en Tercera División y otra en Regional), período tras el cual pasó a desempeñar el cargo de responsable metodológico del fútbol formativo de la entidad durante otra etapa de dos años. Las últimas cuatro temporadas ha dirigido al juvenil A de la SD Ponferradina en Liga Nacional.

En cualquier caso, bajo la supervisión de Jesús Seba (director deportivo) y Roberto Martín (consejero de fútbol base) una vez cerrada la incorporación de Manolo Pérez (en caso de producirse), el CD Mirandés deberá trabajar con prontitud para resolver los aspectos que por el momento han quedado pendientes debido a las vicisitudes deportivas del primer equipo. Principalmente, la configuración de la plantilla del filial para competir en Regional Preferente y la revisión del convenio de filialidad establecido con el CD La Charca para las categorías inferiores del club rojillo.

El Mirandés B sería el primer nudo gordiano para PérezHabría que ver si Manolo Pérez se haría cargo de dirigir el fillial, tal como ha hecho Jorge Martín de San Pablo esta temporada, o no. Parece altamente probable que lo entrenaría, pero lo primordial sería el diseño de la plantilla. Este curso pasado ha sido el primero en el que el CD Mirandés B ha configurado su plantel con la totalidad de jugadores sub-23. Además, contaba con algunos jugadores de fuera de Miranda. El Grupo VIII de la Tercera División era sin duda un escaparate atractivo para estos jóvenes jugadores, pues se trataba de una competición muy exigente con ciudades y equipos importantes para este nivel. Ahora, con el descenso a Regional Preferente, el panorama cambia. Los desplazamientos, aunque en menor medida, siguen siendo duros pero el impacto de la competición es mucho menor. El factor económico también afecta, ya que incluso en los tiempos de bonanza los jugadores del filial no percibían salario alguno, sino únicamente una prima de 20 euros por punto y el pago de los desplazamientos a aquellos que residen fuera de Miranda. Por último, el factor tiempo, ya que la incertidumbre con respecto a la marcha del primer equipo ha mantenido paralizado al filial desde su descenso a Regional hace ya más de un mes, período que otros clubes de Tercera División y de la propia Regional han aprovechado para avanzar en cuanto a entrenadores y jugadores.

La revisión del convenio, asunto social necesario a afrontarTambién habrá que ver cuál es el planteamiento del CD Mirandés al respecto del convenio de filialidad establecido con el CD La Charca. Ésta ha sido la primera temporada en la que se había aumentado hasta cinco el número de equipos de fútbol base (dos juveniles, dos cadetes y un infantil), pero la anunciada reducción de presupuesto bien podría afectar a ésta y a otras cuestiones. Parece complicado un acercamiento de posturas de la entidad rojilla con el CD Casco Viejo, pero el nuevo escenario marcado por el descenso podría facilitar algo que la masa social rojilla vería con buenos ojos, aunque quizá no sea factible a corto plazo. En un plano de mayor concreción, el nuevo director deberá establecer también las bases metodológicas del trabajo a realizar con los jóvenes jugadores, ya que los equipos de la cantera llevan dos años entrenando con el método globalizado estructurado de Carlos Terrazas.

Independientemente de quién ocupe finalmente la dirección del fútbol base, sea Manolo Pérez como se ha comentado o no, estos son los principales retos a corto plazo sobre los que el CD Mirandés deberá trabajar en las próximas fechas.