El conjunto tinerfeño visitaba a uno de los equipos más en forma de la categoría con diez puntos y en puestos de play-off de ascenso a Primera División y eso se notó hoy. El partido iba a ser difícil, sobre todo por jugar en un campo de dimensiones reducidas y extremadamente complicado en el que han claudicado equipos de primera categoría.
El Tenerife ponía en liza su once de gala, el mismo en tres partidos seguidos, ¿pasaría factura el cansancio?
El partido comenzó y rápidamente se vio qué tónica iba a llevar el inicio. Un dominio absoluto del Mirandés y una avalancha ofensiva inicial que se materializó rápidamente con dos goles. El primero en una gran jugada colectiva del ataque de los de Miranda de Ebro que culminó Álvaro Bustos con un disparo cruzado en el minuto ocho. Empezaba mal el partido para los intereses blanquiazules.
Los tinerfeños mientras, en los primeros 15 minutos solo se habían acercado dos veces a través de Vitolo. Primeramente con un disparo rechazado y posteriormente con una aproximación que no llegó a buen puerto.
Los canarios estaban incóomodos y a merced del rival
El segundo tanto llegó en el minuto 18, de nuevo a través de Álvaro Bustos, la pesadilla de la zaga visitante. El joven jugador de 19 años del Real Sporting de Gijón, cedido en el club castellano, dejó detalles de gran calidad y un segundo gol de grandes quilates. Jugada individual en la que el asturiano hace un túnel a Germán y define por bajo al portero venezolano Dani.
Aún grogui de sendos golpes, los tinerfeños trataron de reaccionar con un disparo manso a la portería defendida por Sergio, pero nada más lejos de la realidad, seguían incómodos y aguantando como podían los numerosos acercamientos de su rival que pudieron aumentar la renta en el marcador. Guarrotxena primero en el minuto 26 lo intentó con un disparo que fue a las manos de Dani Hernández y segundo Javier Hervás, tres minutos después culminando una contra perfecta que mandó fuera.
El dominio era claro e incluso el tercer gol estaba siendo perdonado por los rojinegros
En uno de los fallos de posicionamiento Sangalli estuvo a punto de culminar un gran jugada coral de su equipo, que estaba dando 30 minutos de auténtico recital ofensivo. Quizás lamentarían no haber anotado más goles. Y a punto estuvo de justificar esta última frase Raúl Cámara, el cual se prodigó en ataque disparando con gran peligro a la meta local. Con este tiro llegaba el descanso, la mejor ocasión y única peligrosa para los chicos de Martí. Tocaba reaccionar en la segunda mitad.
El Tenerife del Doctor Jekyll y Mr Hyde
Y es que como las monedas, después de una cruz en los primeros 45 minutos, los jugadores dieron la cara en los segundos
La segunda parte comenzó con cambios que introdujo Pep Martí en busca de reactivar a su equipo. Ingresó en el campo Jouini y se fue Aitor Sanz, fin al trivote y dos puntas para buscar la remontada. El comienzo era ya de un color diferente, a pesar de que seguían llegando más los locales a través de disparos de Maikel Mesa, Néstor Salinas y Guarrotxena, pero se veía una mayor seguridad defensiva y mayor control del balón. Pero no fue suficiente para el entrenador mallorquín, el cual veía que aún el equipo en los primeros diez minutos no conseguía llegar al área con el suficiente peligro para anotar gol. Y por ello se produjo el segundo cambio. Se fue Amath, desaparecido en la tarde de hoy, y entró Aarón Ñíguez en busca de enlazar mejor con los de arriba. ¿Harían efecto los cambios?
El resultado fue inmediato, tras varios acercamientos y buenas combinaciones entre Aarón, Lozano y Suso llegó el primer gol en el minuto 58, con cierta fortuna eso sí. Disparo seco y potente de Suso en la línea de fuera del área que el portero Sergio vio como se le colaba entre las manos sin poder blocarlo. Fallo importante del guardameta, que metía en el partido a los blanquiazules. Cogida ya la carrerilla, el Tenerife empezó a llegar de manera agresiva a las inmediaciones del área. Primero Jouini con un buen disparo rechazado que a punto estuvo de remachar a gol Lozano en la segunda jugada y luego el propio Choco con otro disparo a las manos del portero rival.
Metamorfosis del partido, pero el Mirandés no había dicho su última palabra
El encuentro se convirtió de repente en un ida y vuelta continuo entre un equipo que veía cerca la ansiada remontada y otro que veía amenazada una victoria que estaba bien encauzada. Por ello los mirandeses reaccionaron en primer lugar con un gran disparo desde fuera del área que despejó a córner Dani Hernández con una parada sensacional y luego con el gol decisivo que destrozaba la ilusión chicharrera. El disparo raso ajustado de Iker Guarrotxena ponía el 3-1 en el marcador. Pero mientras muchos hubieran bajado los brazos, el Tenerife, como bien reza su himno, luchó hasta la meta final. En esa lucha llegó el gol de Jouini en el minuto 68, tras un gran pase de la muerte del Choco Lozano.
Frenazo a la ilusión
El final fue para un voluntarioso conjunto canario, que lo intentó e intentó con varias ocasiones de gol claras y embotellando al rival con centros al área. Disparos de Suso, Aarón o Jouini pudieron suponer el 3-3 que nunca fue. Lucharon y lo intentaron con mucho oficio, pero el pesado bagaje de una mala primera parte pudo con un Tenerife que hoy murió de pie a orillas del Ebro.