Corre el año 1971 cuando se crea el Trofeo Santa Cruz de Tenerife, un triangular que en su primera edición recibe a equipos de tres países distintos y que marca a partir de entonces, con ciertas excepciones, la presentación del Club Deportivo Tenerife ante su afición. Tal es el éxito de esta competición a principios de los setenta que cualquier excusa es buena para volver a organizarlo cada agosto; desde el 50° aniversario del representativo, pasando por San Telmo y otras tantas denominaciones que dan buena fe de las dificultades para sacarlo adelante.

Tras los aciagos años 80 -únicamente se celebran 4 ediciones-, la época de oro del conjunto insular coincide con el máximo esplendor del reconvertido Trofeo Isla de Tenerife, que bajo este nombre recibe de manera magistral a gigantes del fútbol mundial (Real Madrid, FC Barcelona, Boca Juniors, FC Oporto, Ajax de Ámsterdam, Werder Bremen, Atlético de Madrid, entre otros). Y todo ello acompañado de maravillosos espectáculos pirotécnicos y festivos adelantados a su tiempo, dirigidos por el en aquel entonces dirigente del club Javier Pérez. ¿Quién no recuerda en la isla aquel ambiente excitante que atraía a todo el país? 

No obstante, la decepcionante situación que afronta el equipo a finales del siglo XX hace que el torneo desaparezca casi una década, hasta 2008, cuando el Ayuntamiento de la capital tinerfeña retoma la competición. Así pues, vuelve a convertirse en la presentación del "Tete" ante su hinchada en el Heliodoro Rodríguez López. A pesar de esto, una vez más el balón se detiene en 2012, coincidiendo con los momentos más duros de la crisis económica española. Un año después, la empresa pública Emmasa y el consistorio chicharrero retoman la iniciativa, aunque a la postre esos esfuerzos se han demostrado inútiles, teniendo en cuenta el desenlace. 

La mayor sorpresa de la actual pretemporada del Tenerife es que, sorprendentemente, este año no habrá presentación en el Heliodoro, es decir, el actual Trofeo Ciudad de Santa Cruz de Tenerife - Copa Emmasa. ¿Los motivos? Oficialmente, pocos. 

A nadie se le escapa el mazazo que supuso el no ascenso frente al Getafe, y es que la isla entera volvió a respirar fútbol e ilusión por los cuatro costados ante una oportunidad histórica que se desvaneció. Como es lógico, quedarse a un gol de estar en Primera División, con lo que eso supone en todos los sentidos, supuso un auténtico jarro de agua fría para una entidad que se había volcado hasta finales de junio en una promoción de ascenso fallida. Todo esto ha provocado un retraso considerable en la presentación de la campaña de abonos y en la planificación del próximo curso, así como en los compromisos antes de afrontar de lleno la temporada.

Además, el mal estado del césped del coliseo blanquiazul tras la celebración del famoso concierto de Aerosmith y la escasez de tiempo ante el inminente comienzo de Liga (2018 es año de Mundial) han terminado, de momento, con uno de los torneos veraniegos más relevantes del panorama regional.

Está por ver si hay voluntad por parte de las administraciones y del club para recuperarlo o este es el fin definitivo de una cita histórica con luces y sombras.
Mientras tanto, el tinerfeñismo tendrá que conformarse con la siempre polémica Copa Mahou y con otro torneo de la época estival que se mantiene vivo casi medio siglo después de su nacimiento: el emblemático Trofeo Teide. Esperemos que no acabe igual que su compañero de Santa Cruz.