Hace falta remontarse más de seis décadas atrás para encontrar el estreno del CD Tenerife en el segundo peldaño del fútbol territorial: no fue hasta el año 1953 cuando el Representativo pudo presentarse en categoría nacional. Para entender el por qué de esta gran demora (recordando que el Club existe como tal desde 1922, aunque muchos autores sitúan su fundación diez años antes, en 1912) es necesario enmarcarse dentro del contexto en el que vivía el Archipiélago Canario durante los inicios del siglo XX.

Fundamentalmente la lejanía y los altos precios de los desplazamientos privaron al CD Tenerife de poder exhibir el enorme potencial con el que contaba a inicios de la centuria pasada. Un equipo que durante los primeros años de su creación era capaz de derrotar con claridad a equipos con solera (Real Betis, RCD Espanyol, Real Madrid, Everton FC...). En la década de los 40, coincidiendo con algunos adelantos que posibilitaban una mayor frecuencia en los viajes fuera de las Islas Canarias, el Tenerife se ahogó en una profunda crisis de la que no asomó la cabeza hasta los años 50.

El viejo Heliodoro a mediados del siglo pasado. Fuente: clubdeportivotenerife.es

Desde que aquel 31 de mayo se proclamase vencedor de la eliminatoria de ascenso a Segunda División frente al Orihuela, los tinerfeños permanecieron de manera consecutiva en la categoría de plata durante ocho temporadas. El primer partido de los blanquiazules en categoría nacional de su historia llegó el 12 de septiembre de 1953, con una derrota fuera de casa en Jerez (2-1). En su debut en Segunda, el conjunto canario acabó clasificado en un meritorio sexto puesto, a las puertas de ascender a la élite.

No todo fue un camino de rosas durante esas ochos campañas. La temporada 1956/1957 salvó la categoría por los pelos, evitando la promoción de descenso, en el puesto 13. La temporada siguiente (1957/1958) fue excelente y el equipo queda como segundo clasificado, pero el único puesto que concede el ascenso es el del líder (Real Betis, por aquel entonces).

Y por fin, a la octava, llegó la vencida. En la campaña 1960/1961 el CD Tenerife logró el ascenso a Primera División de la mano del técnico paraguayo Heriberto Herrera. Su primer paso por la liga de las estrellas fue fugaz y regresó a Segunda al año siguiente. No sufrió de demasiada resaca el conjunto chicharrero, que en la 1963/1964 termina en quinta posición. La campaña siguiente fue sensiblemente más deficiente, con un undécimo puesto. En el ejercicio 1966/1967, el Tenerife milita en el grupo de Segunda División donde jugaban los equipos del norte peninsular, lo que da con los huesos de los de Santa Cruz de Tenerife en la parte baja de la clasificación.

La segunda gran crisis del CD Tenerife llegó en la temporada 1967/1968, con el descenso a Tercera División (lo que hoy significaría la 2ª División B). La temporada, de hecho, no fue para nada catastrófica. Un noveno puesto es el más que decente bagaje el equipo tinerfeño al término de aquella campaña, pero la reducción del número de equipos que militaban en Segunda División catapultaron la caída del Representativo canario a las catacumbas del fútbol español. Afortunadamente, la estancia en el infierno de la Tercera sólo dura tres temporadas y en la 1971/1972, coincidiendo con las bodas de oro del Club, vuelve a militar en la categoría de plata.

Formación del CD Tenerife en la temporada 1967/1968. Fuente: clubdeportivotenerife.es
Formación del CD Tenerife en la temporada 1967/1968. Fuente: clubdeportivotenerife.es

Con numerosos altibajos, el Tenerife deambularía durante los setenta por Segunda División hasta la campaña 1977/1978, cuando el equipo cae nuevamente a la categoría de bronce. La clave de tan desastroso desenlace en aquella época fue la pérdida del "factor Heliodoro", pues históricamente el cuadro canario ha basado sus éxitos deportivos encomendándose a su fortaleza como local. Fueron años de verdaderas penurias para el combinado blanquiazul: los más viejos del lugar recuerdan el final de la década de los 70 e inicios de los 80 como una de las peores épocas del Club. Un sexto puesto en la 1978/1979, tercero en la temporada 1979/1980 y en la posición 13 en la 1980/1981 (campaña en la que el Tenerife tocó fondo, firmando su peor posición en categorías nacionales) fueron los más que discretos resultados del 'Tete' en uno de los episodios más negros de su historia.

En 1982 se logró el regreso a Segunda de la mano de José Ramón Fuertes, pero sólo puede relamer la miel en sus labios durante tres temporadas: nuevamente, por desgracia, firma su reingreso en Segunda B. El cambio en la presidencia, con la llegada de Javier Pérez, hizo que la estancia en el abismo no se prolongara demasiado en el tiempo y, de la mano de Martín Marrero con un grupo netamente canario, el Tenerife retoma la Segunda División. La temporada 1987/1988, con un duodécimo puesto, sería el preludio del ascenso a 1ª de 1989, donde se iniciaría la época más gloriosa del Club.

Diez temporadas duró el camino el Tenerife entre las estrellas, y la amargura del descenso hizo que la temporada 1999/2000 fuese más complicada de lo que se presumía en un inicio. La decimocuarta plaza es el puesto final de aquella dura campaña: los constantes cambios de entrenador y la marcha de jugadores importantes (Juanele, Jokanovic, Chano, etc) generaron la mezcla perfecta para tan agrio cóctel.

Le costó al Tenerife adaptarse a la categoría en 1999. Fuente: clubdeportivotenerife.es
Le costó al Tenerife adaptarse a la categoría en 1999. Fuente: clubdeportivotenerife.es

La posterior temporada (2000/2001) fue la del resurgir del tinerfeñismo. Pocos apostaban, durante aquel verano del año 2000, que el conjunto blanquiazul terminaría logrando su tercer ascenso a Primera. Los irregulares resultados obtenidos en pretemporada así como un plantel compuesto por futbolistas jóvenes y desconocidos no hacían presagiar un devenir tan jubiloso. Sin embargo, el conjunto dirigido por Rafa Benítez en aquel entonces, supo sobreponerse a una categoría en la que militaban Sevilla, Real Betis y Atlético de Madrid y se adjudicó la tercera plaza que concedía el ascenso.

Nuevamente, el paso por la élite fue efímero y se volvió a 2ª. La llegada de Pérez Ascanio a la presidencia de la entidad marcó una nueva etapa en la historia del Tenerife. Tres octavos puestos de manera consecutiva (2002/2003, 2003/2004, 2004/2005) marcaron la tónica de este trieno post-Javier Pérez. Durante estos años el Club sufre numerosos problemas extradeportivos, ante la imposibilidad de cumplir con los pagos de algunos futbolistas y la existencia del equipo queda pendiendo de un hilo durante algunos momentos.

La campaña 2005/2006 selló el fin de la etapa de Pérez Ascanio. Un grupo formado para el ascenso, que llegó a ir líder durante numerosas jornadas al inicio de la competición, terminó sellando la permanencia en la penúltima jornada ante el Real Murcia. Durante el invierno de 2006 Miguel Concepción, actual presidente de la entidad, accede al mandato y de la mano de Bernd Krauss en el banquillo insular logra salvar la categoría de manera agónica (18º puesto).

Martí y Dani celebran un gol en la 2000/2001. Fuente: clubdeportivotenerife.es
Martí y Dani celebran un gol en la 2000/2001. Fuente: clubdeportivotenerife.es

El proyecto del presidente palmero comenzó en la temporada 2006/2007. A mitad de temporada, Krauss fue sustituido por Casuco. El preparador murciano tampoco terminó la campaña, en la que el Tenerife acabó como sexto clasificado. En la 2007/2008 se sentaron las bases del último ascenso a Primera: contratación de José Luis Oltra como entrenador, fichaje de Nino y creación de la columna vertebral que la posterior temporada, la 2008/2009, lograría dar el salto a la élite con paso firme.

Una temporada vuelve a durar el sueño, y en la 2010/2011 el Tenerife comienza una nueva campaña en Segunda División con vistas a atacar las plazas de ascenso. Sin embargo, acabó siendo una de las peores épocas del Club: hasta cinco entrenadores pasaron por el banquillo blanquiazul y se terminó consumando el descenso a 2ªB.

Nino, el último gran ídolo blanquiazul en 2ª. Fuente: clubdeportivotenerife.es
Nino, el último gran ídolo blanquiazul en 2ª. Fuente: clubdeportivotenerife.es

Tras dos temporadas de desidia por las tinieblas, de la mano de Álvaro Cervera se regresa a 2ª. El Tenerife llega a encontrarse en el tercer puesto en la parte final de la temporada, pero de manera inexplicable el equipo cosechó hasta siete derrotas consecutivas que le alejaron de la parte alta. En la 2014/2015, el preparador ecuatoguineano es despedido en febrero y le sustituye Raúl Agné, que logra amarrar la salvación de un equipo que había sido diseñado para atacar los puestos de 'playoff'.

La temporada 2015/2016 quiso significar el renacer del Tenerife y de la estabilidad del Club. Una pretemporada impecable, cosechando buenos resultados ante equipos de Primera División, disparó la ilusión en los termómetros de los aficionados tinerfeños pero el gran varapalo sufrido en la primera jornada (derrota por 6-3) en Los Pajaritos rompe todas las previsiones y el conjunto chicharrero va a la deriva hasta que en noviembre se contrató a José Luis Martí. El entrenador balear logró enderezar el rumbo de la nave blanquiazul e incluso llegó a coquetear con los puestos de ascenso a final de temporada.

En la campaña 2016/2017, la continuidad de Martí evidenció las intenciones de un CD Tenerife que buscaba ascender por lo civil o lo criminal. Tras un irregular inicio, el cuadro canario le tomó la medida a la categoría y, pese a que pudo asaltar los puestos de ascenso directo en varias ocasiones, acabó clasificándose para los 'playoff' de ascenso a Primera. En la fase final, el Getafe CF apeó al Tenerife de la eliminatoria y le relegó a militar, por 41ª vez, en la categoría de plata la temporada 2017/2018.