El Tenerife llegaba con la moral alta a Lugo, tras una victoria convincente ante el Alcorcón, y con el objetivo de llevarse los tres puntos para recuperar su forma lejos del Heliodoro. Sin embargo, ahí estaba Moreno Aragón para que, tras una primera parte bastante buena del cuadro blanquiazul, echara a la basura todo el trabajo al inicio del segundo tiempo al señalar un penalty ficticio. Es verdad que el Tenerife no marcó, pero el Lugo tampoco lo hizo de manera legal. Por lo que da la sensación que se ha escapado un punto que parecía controlado.
Primera parte igualada
El choque empezó sin un dominador claro, con llegadas a ambas áreas pero sin crear alguna ocasión de manera clara en las inmediaciones de la meta rival. Así se mantuvo el ritmo del partido hasta que en el minuto veintidós una falta cometida por Bryan Acosta sobre Campadabal provocó el primer tiro peligroso pero el testarazo de Seoane se marchó por encima del larguero para la tranquilidad de Dani Hernández. No obstante, la ocasión más clara estaría en las botas de Malbasic, que tras un gran pase de Juan Carlos y una gran carrera se quedó solo frente al portero rival. Juan Carlos Martín no se puso nervioso en el uno contra uno y consiguió abortar el peligro con una intervención providencial.
El partido parecía que empezaba a adquirir más ritmo y empezó a haber más movilidad en el ataque del Lugo. De hecho, a través de tiros lejanos iba a poner en más de un aprieto a la defensa blanquiazul. Afortunadamente para los intereses chicharreros la insistencia del Lugo en esos compases del primer tiempo no tuvo premio. También Malbasic lo intentaría en una ocasión desde fuera del área pero Juan Carlos estuvo muy atento de nuevo. Y acto seguido serían tanto Camille como Longo los que dispondrían de dos oportunidades para marcar pero los dos llegaron con poco ángulo y el balón acabó en ambos casos saliendo por línea de fondo.
Moreno Aragón rompe el partido
El encuentro se fue con empate a cero al descanso. Un empate a cero que no duraría demasiado tiempo puesto que el colegiado se encargaría de inventarse un penalty de Vitolo sobre Fede Vico en el que el jugador tinerfeño tocó claramente el balón. El mismo Fede Vico se encargaría de anotar el penalty ante un Dani Hernández que se tiró bien pero no pudo llegar a salvar el balón.
Ante tal panorama, Martí tuvo que optar por empezar con los cambios ofensivos. Con el objetivo de buscar el gol entraría Víctor Casadesús en lugar de Vitolo pero la profundidad del equipo sería escasa por no decir nula. Salvo un par de acercamientos a balón parado como una falta botada por Jorge que salió por encima del larguero el Tenerife apenas rondaría el área rival en los siguientes minutos.
Bryan Acosta y Montañés pudieron salvar un punto
El central local Bernardo iba a ser quien dispusiera de la ocasión más clara tras el penalti pero su cabezazo libre de marca tras un gran centro se iría por fuera. Esto pareció espabilar al Tenerife y darse cuenta de que quedaba ya poco tiempo y a través de una llegada por banda de un siempre incisivo Malbasic, Bryan Acosta iba a disponer de un golpeo franco en una posición óptima pero mandaría el cuero a las nubes. Para más desesperación blanquiazul, Montañés, que entró por Carlos Ruiz con la clara intención de encontrar el camino definitivo del gol, fallaría lo infallable tras una jugada personal estratosférica de Víctor Casadesús. El mallorquín lo hizo todo y cuando dejó el balón en bandeja para empujar con todo a favor, el ex del Levante la mandaría a la grada.
A partir de esa ocasión de Montañés, el partido fue en la línea que quería el Lugo a base de pérdidas de tiempo y de mantener el balón lo más alejado posible del área. Además este trabajo fue aún más facilitado debido a las imprecisiones finales del Tenerife producto de la precipitación.
Hay que pasar página
Con esta derrota el Tenerife suma su tercera derrota consecutiva en la Liga fuera de casa y sin anotar un gol, lo cual es preocupante porque tiene plantilla para eso pero fuera de casa la pólvora parece mojada. Al menos las sensaciones no fueron tan malas como en Córdoba o en Valladolid pero el equipo si quiere optar a algo más que a mantenerse bien debe empezar a rendir fuera de casa como lo hace en el Heliodoro. Ahora ya toca pensar en el próximo partido ante el Nástic y olvidar esta derrota que no debe quitar la ilusión al aficionado. La Segunda es larga y aún quedan 35 jornadas más por venir.