Tras sufrir un calvario para encontrarse de nuevo al cien por cien, parece que Paco Montañés comienza a ver la luz al final del túnel en su ya prolongada recuperación, aunque todavía tardará algunas jornadas en poder estar disponible para el míster. Los servicios médicos del Tenerife le diagnosticaron allá por el 14 de octubre un "esguince grave en el tobillo izquierdo" tras sufrir una dura entrada por parte del jugador del Numancia Grego. 

Ya han pasado más de cuatro meses y la la evolución de su tobillo no ha ido tan bien como se esperaba en un principio, donde han habido momentos de no entender lo que pasa. "Ha tenido altibajos con días con sensaciones buenas y otros con molestias", admitía el pasado viernes el entrenador blanquiazul Joseba Etxeberría. Ese día, Montañés se desplazaba a Madrid para acudir a la Clínica Cemtro, que es dirigida por el prestigioso traumatólogo Pedro Guillén. La revisión fue según lo previsto, donde se vio que no existe ningún tipo distinto de afectación en otra zona y se le extrajo algo de líquido en la zona afectada del tobillo del jugador.

El jugador nacido en Castellón enfila así de esta manera la recta final de su recuperación. El siguiente paso será la vuelta a la rutina del jugador en los entrenamientos junto al grupo para ver si su tobillo izquierdo soporta la carga de trabajo con contacto y de mayor intensidad. El propio jugador será quien decida, según sus sensaciones, cuando entrar en este periodo de su recuperación e irá marcando las pautas para poder entrar en una convocatoria en la mejor de las condiciones posibles. Se prevé que Montañés esté disponible para ayudar al equipo a hacer un último tramo del Campeonato Liguero, donde solo ha podido participar en siete encuentros, acumulando un total de 150 minutos.