El RC Celta venció de manera solvente, pero por la mínima (1-0), al Coruxo FC en un encuentro marcado por el dolor y el sentir de ambos equipos. Un respetuoso, sentido y emotivo minuto de silencio fue el homenaje de ambos conjuntos a las víctimas del accidente ferroviario sucedido en Santiago minutos antes del inicio del choque.

Luis Enrique encaró el encuentro como el momento perfecto para ahondar en las diferentes variantes tácticas de su equipo de cara a la temporada que estará a punto de comenzar. Planteó un 5-3-2 como esquema, donde destacaba la presencia de Fernán y Toni ejerciendo la labor de carrileros, la ubicación del danés Michael Krohn-Dehli en el triple trivote junto a Oubiña y Levi Madinda, y la dupla ofensiva compuesta por Nolito y David Rodríguez.

Comenzó el partido frío en cuanto a la actitud de ambos equipos, síntoma propio de la fase del curso en la que se encuentran ambos equipos. El Celta, impreciso con el balón en los píes, mostraba cierta falta de adaptación al encuentro al esquema propuesto por Luis Enrique. El Coruxo, por su parte, se encontraba más cómodo que su rival, rondando las inmediaciones del área defendida por Sergio Álvarez causando sensación de cierto peligro.

Comenzó a carburar el club vigués a partir del cuarto de hora de juego, cuando Michael Krohn-Dehli tomó las rienda del aspecto ofensivo de su equipo. El danés abrió el tarro de las esencias en el minuto diecinueve con un balón al hueco que propició la primera ocasión del encuentro, un disparo de Nolito que estuvo excelso durante todo el encuentro. Toni, sorpresa en la banda izquierda, hizo de su carril el principal flanco de acción del ataque vigués, hasta el punto de ser el punto de partida de muchas de las acciones de su equipo.

Comenzó el segundo tiempo con una variación en el sistema táctico del RC Celta. Luis Enrique dio la alternativa a los canteranos David Goldar, Borja Fernández y Yelko Pino, y permitió la vuelta a los terrenos de juego de Hugo Mallo, colocando sobre el césped un 4-1-4-1 con Rafinha como referente ofensivo. Esta variación propició que el Celta acaparara casi por completo en la segunda mitad. Fue en el minuto 56 cuando el chileno Fabián Orellana colocó un centro medido en la cabeza de Augusto Fernández, que remató de modo inapelable al segundo palo de la portería defendida por Fernando.

Desde ese momento, el dominio del juego fue único por parte del RC Celta. Augusto tuvo oportunidad de subir el segundo tanto al marcador, mostrando el porqué es considerado el mejor llegador del equipo vigués. Rafinha, dejó muestras de su calidad con dos buenas ocasiones, pero, finalmente, el marcador no se movió y el resultado final de un tanto a cero se hizo definitivo en la noche de Melgaço.

 

 

 

(Foto: Faro de Vigo)

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Sobre el autor
Victor Piñeiro
Abogado. Escribo y siento color celeste en VAVEL.com. Los sueños, a veces, se hacen realidad.