Celestes 2013: Park Chu-Young

Park Chu-Young es el fracaso de Miguel Torrecilla en el Celta en la 2012/13. El fichaje de relumbrón del equipo celeste para la pasada campaña, avalado por su notable trayectoria en el fútbol internacional, ni estuvo a la altura de la competición, ni a la de la camiseta que vistió. La intrascendencia absoluta con la que terminó la liga en España se mantiene, seis meses después, en el Arsenal, con el agravante de que tiene que demostrar urgentemente que es un futbolista válido para representar a Corea del Sur en el Mundial de Brasil.

Nulo en Vigo

Las primeras semanas de 2013 fueron las mejores de la etapa celeste de Park. Participaba en la mayoría de los partidos, pero siempre bajo la máxima de rendir a un nivel aceptable cuando disponía de pocos minutos desde el banquillo y de decepcionar profundamente cuando se le daba la oportunidad de ser de la partida. Como delantero, la principal misión de Park era marcar goles, y el problema es que el asiático fallaba muchas ocasiones claras. Demasiadas para un de futbolista de la Primera División española. El espectacular debut ante el Getafe había engrandecido las ya infladas expectativas respecto a su rendimiento, y la caída iba a ser muy dura.

"Quiero meter muchos goles, más de quince"

En esos complicados meses en los que el Celta se empezó a acomodar en el vagón de regreso a Segunda, la afición y el club comenzaron a comprender que el Arsenal se la había metido “doblada”. Comenzaron los pitos y los partidos enteros vistos desde el banquillo. La llegada de Abel, especialmente, redujo de forma considerable el número de oportunidades de Park de saltar al campo. Iago Aspas vivía un mal momento, y el coreano no era la solución para devolver el gol al cuadro olívico, algo que sí hacía el veterano Mario Bermejo. La apatía y la falta de puntería y entendimiento con sus compañeros ya habían hecho de Park uno de los grandes fiascos del verano de 2012, cuando, en un infantil golpe de locura, a Aspas se le ocurre cabecear a Marchena en el derbi gallego. De golpe, todos los ojos se vuelven hacia el coreano: el de Moaña va a quedarse fuera varios partidos, y el desahuciado asiático va a recuperar la papeleta protagonista en la labor de hacer el gol, justo cuando el equipo encarrilaba la fase decisiva de la liga en una situación deportiva muy delicada.

El propio jugador fue el encargado de poner el gol celeste en la indigna noche en Riazor, una tenue gota de confianza para los cuatro partidos que, finalmente, Competición impuso como castigo a Aspas. A la primera de cambio Park decepcionó. Sustituido en las dos primeras citas, ante Barcelona y Rayo Vallecano, después de sendos partidos nefastos, Abel lo relegó a la suplencia en beneficio de Bermejo, y mientras el cántabro respondía con sacrificio, Park salió al campo en los tramos finales de los dos últimos choques para reforzar la idea de que su aportación al equipo era nula. La vuelta de Aspas tras la sanción lo borró del mapa completamente, y vio los últimos partidos desde la grada, a excepción del último frente al Espanyol, donde, consciente de que en cuanto Mateu Lahoz pitase el final del choque, nadie del Celta querría volver a saber nada de él, por lo que su decisión fue “pasar” de sus compañeros y ni siquiera dignarse a presentarse en Balaídos. Crédito y compromiso por los suelos para despedirse de España como el último de la larga lista de fracasos del fútbol de Extremo Oriente en nuestro país.

Nulo en Londres

Testimonial había sido su papel en el Arsenal en la temporada anterior a su llegada a Vigo, y testimonial está siendo éste a su regreso a la capital británica. Hasta se vio despojado de su dorsal “9”, que mantiene Lukas Podolski, y ha de llevar en lugar el “30”, que da bastantes pistas sobre su escasa participación en el primer equipo. Y hablar de escasa es quedarnos cortos. Olvidado en Premier League y en Liga de Campeones, el coreano tan sólo ha disputado 10 minutos en partido oficial, en la eliminatoria de dieciseisavos de Capital One Cup que midió a los gunners con el Chelsea.

Durante este tiempo, el nombre de Park ha estado vinculado a clubs como el Wigan o el Hamburgo, sin que se llegase a concretar nada. El hecho es que el coreano será de los primeros en salir por patas del club londinense en enero. Su meta es llegar a final de temporada con un rodaje suficiente que avale su presencia en el Mundial de Brasil con Corea del Sur, con quien no juega desde hace casi un año. El asiático afronta un inicio de año capital en su decadente carrera.

Su 2013 en números

Foto del cuerpo: Getty