Samuel Llorca Ripoll ya no es jugador del Celta de Vigo. Su salida de la disciplina viguesa, avanzada hace escasos días, se ha hecho oficial esta misma mañana, en forma de una rescisión de contrato acordada tanto por el club como por el propio futbolista, que puso fin a una vinculación con los celestes que aún contemplaba un año más de duración. El ya exjugador del Celta ha puesto fin a una dura etapa en las filas viguesas marcada por dos lesiones de rodilla que le mantuvieron en el dique seco durante casi dos años. Solo disputó 82 minutos oficiales con los celestes.
Sufrió sendas lesiones de rodilla en 2012 y 2013Samuel había sido uno de los primeros fichajes del Celta en su campaña de regreso a la Liga BBVA. A pesar de contar con el cartel de ser uno de los mejores centrales de Segunda División, el exjugador de Elche y Hércules comenzó la temporada 2012/13 como la última opción de Paco Herrera para el eje de la zaga, por detrás de Túñez, Cabral y Vila. Su debut hubo de esperar hasta la jornada 9, justo en pleno derbi autonómico contra el Deportivo, cuando saltó al césped como sustituto para reforzar una defensa que se había quedado mermada con la expulsión del argentino. El 31 de octubre de 2012 comenzó su calvario: el alicantino se rompía el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda durante la primera parte del partido de Copa que midió a los celestes contra el Almería, su primera titularidad. Jamás volvería a disputar un partido oficial con la elástica del Celta.
Solo disputó 82 minutos oficiales con el Celta en tres temporadasRecuperado para la causa a finales de esa misma temporada, su precario estado de forma le privó de minutos, aunque llegó a integrar la convocatoria viguesa del penúltimo choque frente al Valladolid. Comenzaba para Samuel un verano de 2013 que sería clave para recuperar su mejor nivel y demostrar su capacidad, pero a los dos días de darse por comenzada la pretemporada, a las órdenes de Luis Enrique, otra rotura de ligamento cruzado, esta vez en la rodilla derecha y durante un entrenamiento, quebró cualquier amago de ilusión. Una vez recibida el alta, el central fue cedido durante el mercado invernal al Alavés de la Liga Adelante, donde fue un fijo en la zaga durante casi toda la segunda vuelta.
Jugó cedido en Alavés y Real ValladolidLa presencia de hombres muy consolidados y de jóvenes ilusionantes en su misma demarcación cerró nuevamente las puertas a Samuel en verano de 2014, que salió rumbo al Valladolid en busca de minutos en uno de los favoritos al ascenso a Primera. Su participación en tierras pucelanas adoleció de regularidad, tanto en participación como en rendimiento, aunque terminó la temporada y disputó el fallido play-off de ascenso blanquivioleta como titular. Esas dudas, sumadas a su delicada situación contractual –le restaba solo un año y un traspaso resultaba casi tan inviable como su renovación con el Celta– y a la presencia de hasta cuatro centrales más en la plantilla –Fontàs, Cabral, Sergi Gómez y David Costas–, desembocaron en la más satisfactoria de las soluciones. Dada su capacidad y los minutos que disputó en los tramos decisivos de la temporada con el Real Valladolid, todo parece indicar que Samuel Llorca podrá recalar en un Segunda, aunque el mercado de fichajes que comienza mañana siempre está cargado de incógnitas y sorpresas.
En un breve comunicado de despedida, el Celta agradeció a su exjugador "su profesionalidad, compañerismo y el espíritu de superación que siempre ha demostrado, cualidades con las que se ha ganado el cariño del vestuario y de la entidad celeste", al tiempo que le transmitió sus deseos de éxito para su nueva etapa, tanto en lo profesional como en lo personal. Igualmente agradecido se mostró Samuel, que reconoció el apoyo de "toda la gente que forma el club, mis compañeros de vestuario y, sobre todo, la afición", especialmente durante los meses en los que estuvo lesionado. "El club está atravesando un gran momento y le deseo lo mejor. Gracias a todos y hala Celta", concluyó el futbolista.