Después de tres partidos, la Copa del Rey está resultando una competición de lo más agradecida para el Real Club Celta. A pesar de que el formato actual, con un maratón de partidos durante el invierno, puede convertirla en un auténtico tormento para equipos con una plantilla corta y las expectativas centradas en el torneo liguero, tal y como le ocurre al cuadro vigués, los de Berizzo están saliendo airosos, e incluso favorecidos de estas primeras eliminatorias. Cierto es que el sorteo se ha portado de maravilla, con un emparejamiento ante un Almería en horas bajas en la primera eliminatoria, y otro ante el Cádiz, único superviviente de Segunda B, en estos octavos de final. Pero el Celta está consiguiendo avanzar sin sobresaltos, integrando más jugadores a su dinámica, y evitando lesiones inoportunas. Y todo camino de los cuartos de final, una ronda que ya invita a tomarse muy en serio la competición que, conviene no olvidarlo, pone a tiro de un puñado de partidos la difícil meta liguera de entrar en Europa.

Alineación equilibrada

A Cádiz viajaba Eduardo Berizzo con un equipo que, poco a poco, va recuperando efectivos, pero al que le siguen faltando piezas importantes. Así las cosas, no tenía mucho margen para inventarse un once pero, tal y como ya había ensayado con éxito en Almería, optó por una combinación de hombres importantes con otros hambrientos de minutos. Entre los primeros destacaban piezas clave como Cabral, Jonny, un recuperado Radoja, llamado a tener un papel importante tras la marcha de Augusto, y Fabián Orellana, el hombre más en forma del equipo. Entre los segundos, Borja Fernández, Madinda, Drazic o John Guidetti que, esta vez, sí jugaba el partido importante de la eliminatoria, el primero, en el que el Celta tenía el deber de solucionar la papeleta.

La Copa pone a tiro de un puñado de partidos la difícil meta liguera de entrar en Europa

La idea era la misma que en Almería: el novedoso equipo debía acoplarse rápido, resistir y golpear primero. Después, ya con la eliminatoria encarrilada, los jugadores más importantes debían dejar su sitio, repartiéndose los minutos con los hombres del banquillo, también habituales en Liga. De este modo se limitaría al máximo los riesgos y se dejaría la eliminatoria encarrilada, los dos objetivos principales de un emparejamiento contra un rival de la categoría de bronce.

Grandes guionistas

Para que un guión como este tenga éxito, es necesario que se escriba a la perfección. Y esto se le da de maravilla a Fabián Orellana. El poeta se encontró como pez en el agua en la mediapunta y, a falta de Iago Aspas, esta vez se asoció a la perfección con Guidetti, para desarbolar a un Cádiz que había salido como debía hacerlo, intentando adelantarse pronto para poner nervioso a su rival. No funcionó. A pesar de pasar por dificultades, la defensa viguesa era la línea más parecida a la utilizada en Liga, y consiguió mantener la portería de Rubén a cero, dejando el protagonismo para el que más deseaba tenerlo.

John Guidetti pudo por fin demostrar su valía con un doblete

Así fue como John Guidetti pudo por fin demostrar su valía, consiguiendo un doblete que lo relanza en sus aspiraciones de gozar de más minutos en la punta de ataque del Celta. Al sueco le correspondió abrir el marcador, brillantemente asistido por Orellana, y también cerrarlo, exhibiendo su oportunismo en el tramo final tras un acrobático remate de Señé, que había entrado en la segunda mitad. También se sumó a la fiesta Jonny, que crece exponencialmente en ataque cuando juega en su posición natural, la derecha, gracias a su buen golpeo de balón. Tras vestirse de asistente en Granada, en el Ramón de Carranza saboreó la gloria del goleador por primera vez en su carrera, aunque fuese con ayuda de un rechace.

Pensando en la Liga...

Con el partido discurriendo plácidamente según el plan previsto, Berizzo enfocó sus cambios al siguiente partido liguero. En primer lugar, reservó a la piedra angular de su defensa, Cabral, para dar entrada a otro titular, Hugo Mallo. Fue en el descanso, con lo que ambos jugadores sufrieron idéntico castigo, 45 minutos. Después, a la hora de juego, le tocó reservar a Orellana y seguir permitiendo crecer a Señé, que cada día da más sensación de titular en este equipo. Para terminar sustituyó a Radoja, que volvía a la titularidad tras su lesión con un gran partido, y le daba entrada a Wass.

Todos ellos podrían ser titulares contra el Atlético de Madrid, además de los descartados Bongonda y el Tucu Hernández. De este modo solo Jonny y Sergi Gómez se enfrentan al reto de disputar 180 minutos en tres días, un castigo derivado de la falta de recursos defensivos del equipo. Es un balance inmejorable de un partido que deja al Celta con un pie en los cuartos de final de Copa y preparado para seguir dando guerra en Liga.

...pero también en la Copa

La Copa del Rey está resultando una competición de lo más agradecida para el Real Club Celta

Llegados a este punto, la Copa del Rey puede significar un giro en los planes de Eduardo Berizzo. Principalmente, porque todo apunta a que la siguiente eliminatoria no se parecerá en nada a esta, contra un rival de Primera y con una plaza en semifinales en juego. Será entonces cuando el técnico tenga que armar un once con rotaciones, pero también de garantías. Un reto siempre difícil de conseguir, y en el que tendrán un papel principal los posibles fichajes que vayan llegando en este mercado invernal, además de los hombres que están dando la talla en sus escasas apariciones, como Guidetti y Señé, y otros de los que se espera algo más. Es el caso de Drazic y Madinda, que dejaron poquito en Cádiz, especialmente el balcánico. Antes de esto, ambos tendrán otra oportunidad en el partido de vuelta contra el Cádiz. Será uno de los mayores alicientes de la resolución de una eliminatoria sentenciada.