El pasado sábado se enfrentaron sobre el verde de Balaídos dos de los equipos más goleadores del campeonato nacional de liga, el Celta de Vigo y el Eibar. Con 38 y 40 goles a favor respectivamente, ambos conjuntos sólo son superados en la faceta anotadora por los trasatlánticos de la competición: Real Madrid y Fútbol Club Barcelona. 

El caso del Celta no deja de ser curioso. Salta a la vista que el equipo concede demasiado en la faceta defensiva, aunque casi todos los goles lleguen por jugadas aisladas o despistes defensivos como ocurrió en los dos encajados en el mencionado encuentro ante el equipo eibarrés. Después de un partido serio en defensa, un penalti y una incursión por banda del japonés Inui costaron al equipo dos goles, y casi un disgusto innecesario ante el Eibar vista la superioridad mostrada por el equipo celeste en 80 minutos de juego. Y así se ha venido repitiendo la historia. Sin ir más lejos, hace dos jornadas en el Camp Nou el equipo aguantó estoicamente 70 minutos para venirse abajo en otros 20 y encajar la friolera de 5 goles más al que le endosara Messi de falta en la primera mitad. A favor del Celta hay que decir que en dicho encuentro las bajas mermaran en demasía a un conjunto que venía de hacer el sobrehumano esfuerzo de remontar, sin éxito, un cuatro a cero endosado por el Sevilla en la ida de semis de Copa; pero las concesiones en la zaga son la tónica de la temporada del Celta.

La ausencia de Fontàs deja en cuadro a la, ya de por sí corta defensa celtiña integrada por únicamente 5 hombres de la primera plantilla. En la planificación de la temporada, quienquiera que fuese el encargado de tomar la decisión, decidió que afrontar una temporada en Primera División en la que se aspira a Europa y a hacer un papel digno en Copa se podría solventar con sólo 6 hombres en defensa: 3 centrales y 3 laterales para 4 puestos. Se habló de que la cantera tendría importancia cuando las ausencias pesaran justo cuando un canterano, David Costas, hacía la maleta rumbo a Mallorca debido a los pocos minutos que le comunicaron que iba a disputar. Al final, con Fontàs fuera desde noviembre, resulta que el cuarto central sí podría haber disputado bastantes minutos, al contrario de lo que alegó el presidente Mouriño en referencia a los centrales de las plantillas de Primera. A día de hoy, con 5 jugadores, la inclusión de hombres del B en las convocatorias es inusual más allá de compromisos puntuales. Cierto es que la situación del filial céltico no es la adecuada. Vagando por los últimos puestos de 2ªB, el conjunto dirigido ahora por Alejando Menéndez, apela al orgullo y a la suerte para superar la horrible temporada que se le presenta, y privarles de cualquier puntal de su defensa sería como disparar en el pie de un equipo ya moribundo. A su vez, en el mercado invernal se decidió que las posiciones a reforzar eran otras mientras la realidad del equipo, encajando goles jornada tras jornada, acaba por no dar la razón a la planificación deportiva y deja descontento a un Berizzo que ya dijo que en sala de prensa que con él al mando de la nave céltica no volverán a asumir el riesgo de afrontar una temporada en la élite con pocos efectivos en defensa. Mientras, tocará sufrir.

Con potencial ofensivo de sobra

Lo que a día de hoy no es sorprendente es el torrente ofensivo que genera el Celta. La pasada temporada ya fue uno de los conjuntos más goleadores, y ésta, con 38 goles en 25 jornadas, va por el mismo camino. Larrivey y Charles protagonizaron el año pasado un debate intensivo en relación a quién debía formar el trío atacante junto a Orellana y Nolito. La aportación del argentino acabó siendo mayor que la del brasileño, si bien es cierto que los minutos disputados por uno y por otro ni siquiera se parecían. Ambos decidieron tomar otros caminos, y abandonaron la disciplina céltica. Al Celta le tocaba la difícil papeleta de suplir a dos delanteros muy válidos para la categoría de oro del fútbol español, y a su vez se intentó subir un peldaño el nivel de la delantera. La llegada de un Aspas ya ídolo de masas del celtismo ilusionó, como es lógico. Pero no se quedó atrás la expectación generada por un sueco con un curriculum envidiable a sus escasos 23 años. John Guidetti finalizaba su contrato con el Manchester City después de pasar las últimas temporadas de cesión en cesión, y apostaba por el proyecto celeste para acabar de asentarse en el mundo del fútbol. A día de hoy, el propio fútbol le ha dado la razón a Torrecilla y sus hombres que decidieron poner en el mercado a Larrivey y dejar salir por una ridícula cantidad a Charles al Málaga.

Iago Aspas es uno de los máximos realizadores nacionales. Con 13 goles en su haber además de 4 asistencias y con la prolongada ausencia de Nolito, se ha convertido en el máximo realizador del conjunto vigués seguido de un Guidetti que ha acumulado minutos de calidad en Copa, traducido en goles y oportunidades en Liga donde han llegado más dianas. El sueco ya cuenta con 11 tantos en su casillero, es el segundo goleador céltico y aspira a igualar o mejorar su marca de la pasada temporada en el Celtic de Glasgow (14 goles). Además de estos dos, Nolito sigue siendo un tipo fiable de cara a puerta. Con su vuelta a los terrenos de juego se espera su aportación, necesaria, de cara a gol. En 16 partidos, el sanluqueño anotó ocho goles y repartió cinco pases de gol a sus compañeros, lo que habla de su valor para el conjunto. Asimismo, Fabián Orellana ha acudido, una temporada más a su cita con el gol. Cierto es que el chileno no es un gran goleador, y que su participación en cuanto a goles es irregular, pero es que el chileno aporta y mucho en otras facetas del juego. De todos modos, seis son las dianas convertidas por el menudo mediapunta, además de dos asistencias y un sinfín de regates y jugadas que han levantado al público de Vigo de sus asientos. A todo este arsenal de primer nivel, hay que añadir la llegada de Claudio Beauvue, que apunta maneras (un gol en cinco partidos de Liga) y la explosión de Bongonda (dos goles) que ante la ausencia de Nolito ha tomado la banda izquierda del ataque céltico y ha mostrado detalles de lo que puede ser un gran jugador de continuar con su meteórica progresión dada su corta edad.

Por otro lado, el mediocampo céltico nunca fue una aportación fiable de goles, y ha ido por rachas dependiendo de la temporada. Sin duda, la marcha de Álex López ha mermado esa anotación desde segunda línea pero la llegada de hombres como Wass o Señé, y los "Tucutazos" de Pablo Hernández han dejado goles de los centrocampistas celestes. El danés, que llegó tras la marcha de su compatriota Krohn-Dehli ya suma 3 goles entre Liga y Copa además de la nada desdeñable cifra de 5 asistencias. Por su parte, el Tucu parece que se ha asentado en el conjunto vigués, y han llegado los goles. 2 en Copa para que el Celta solventase su eliminatoria ante el Atlético y 1 en Liga además de otras 5 asistencias a sus compañeros. También hay que hablar de los hombres que vienen por detrás. Ni Señé, ni Radoja, ni Chelo Díaz se han estrenado con la celeste, pero de los tres se espera que aporten en su momento, algún tanto al casillero del Celta ya que todos ellos exhiben llegada y maneras de cara a puerta, aunque cada uno a su modo. La polivalencia del catalán Señé es un buen arma para Berizzo que lo puede emplear en ambos extremos además de en la mediapunta; Radoja jugando de mediocentro defensivo ha mostrado en un puñado de partidos desparpajo y regate en busca de la portería; y de Chelo Díaz sabemos que ha marcado goles importantes con sus anteriores equipos, y que tiene un guante en ambas piernas. Mientras en defensa, nada más allá de un tanto del lesionado de larga duración Fontàs y dos del canterano Jonny que se estrenó en Liga el pasado sábado, y en Copa esta misma temporada ante el Cádiz.

Los palos también juegan

Por último, hay que hablar de otra curiosidad. En los últimos días se supo que el equipo vigués es el segundo de las grandes ligas que más balones estrella en los palos tras el Barça. Fue una circunstancia que ya se dio la pasada campaña, en la que Nolito estuvo gafado durante una larguísima racha donde sólo estrellaba balones en la madera. En doce ocasiones, de haber afinado más la puntería, el conjunto de Berizzo contaría con dichos tantos en su haber.

Se debe exigir, en definitiva, a toda la plantilla céltica una mayor concentración en tareas defensivas para parar la sangría que a estas alturas ya iguala en goles encajados a todos los que recibió el Celta la pasada campaña. Además, la reaparición de hombres como Nolito, la suma de otros como Beauvue, Bongonda o Wass deben servir para confirmar al equipo como uno de los más prolíficos en cuanto a goles a favor y que ésto se pueda traducir en el cumplimiento del objetivo que ansían todos los celtistas, la plaza europea.