Se reencontraba el Celta con el hombre que puso la primera piedra en el camino de regreso a Primera División: Eusebio Sacristán. Ante él, dos futbolistas (Hugo Mallo y Iago Aspas) que tienen mucho que agradecerle, ya que el entrenador vallisoletano fue el que les subió al primer equipo. Sin embargo, ambos equipos no honraron el feliz regreso con buen fútbol.

La visita de un ser querido no ser motivo para que los de Berizzo se relajaran. Era necesario disipar cualquier duda creada por los siete goles encajados en el Santiago Bernabéu una semana antes. Aunque sin brillantez, el Celta logró una victoria necesaria.

La Real de hoy guarda similitudes con el Celta que entrenaba el propio Eusebio: mucho toque, pocos goles. Sin Granero, los donostiarras echaron de menos a alguien que sirviese buenos balones entre líneas, capaces de sorprender a la defensa rival. Algo parecido le sucedió a los locales sin Orellana, pero con una diferencia: el Celta tienen delanteros que ganan partidos.

Al cuarto de hora, Aspas activó el botón de la magia

Al cuarto de hora, Nolito sirvió un buen balón al interior del área que Aspas controló bastante escorado a la derecha. Con el defensor ya encimándole, el de Moaña activó el botón de la magia y coló el balón de la única forma posible, de vaselina. Rulli, a contrapié, no pudo hacer nada.

El gol espoleó al Celta, que vivió en ese momento sus mejores minutos de fútbol del partido. Sin embargo, que Wass fuera el único centrocampista de corte ofensivo perjudicó el potencial atacante vigués. Un par de disparos desde fuera del área fueron las únicas acciones destacables. Por el lado visitante el bagaje era aún peor. Al descanso, la Real solo había inquietado en un balón parado que Elustondo no supo rematar.

Tras la reanudación, el Celta bajó el pistón. Echaron en falta los de Berizzo más fluidez con el balón, un debe que hay que colgarle a los dos pivotes: Radoja y Marcelo Díaz. Pese a ello, la Real, muy desacertada, seguía sin poder llegar a la meta de Sergio. Jonatas no hizo nada durante todo el partido.

Jonatas estuvo particularmente desacertado

Por inercia, los txuri-urdin acabaron dominando posicionalmente al Celta. Berizzo reaccionó dando entrada a  Beauvue por Guidetti con el objetivo de pillar al rival en una contra. Nada de eso sucedió. Las intentonas de la Real fueron cada vez más desacertadas y solo con disparos lejanos asustaron a Sergio Álvarez. Por su parte, Iago Aspas pudo resolver el partido en una acción en la que, tras superar a Rulli, se quedó muy escorado para tener posibilidades de hacer gol. Su centro-chut se paseó por delante de la portería sin encontrar rematador.

Pese a los tres puntos, que les permiten superar momentáneamente a Sevilla y Athletic, el Celta se marchó con una mala noticia: Iago Aspas tuvo que ser sustituido con pinchazos en la parte de atrás del muslo. La Real Sociedad, por su parte, dice adiós a su última opción de alcanzar puestos europeos.

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