Rossi llegaba a Vigo casi sobre la bocina. Cuando ya nadie esperaba una nueva llegada, el Celta anunció este fichaje que generó muchas ilusiones en la ciudad y en el club. Un jugador experimentado, veterano en la liga española y que de no ser por la lesiones hubiera acabado en un grande. En Villarreal aún guardan en la retina sus numerosos goles y grandes jugadas con el otro delantero del momento, Nilmar.

Con la incorporación de este delantero Berizzo consiguió más variantes para el ataque, ya que Rossi se desenvuelve bien tanto como delantero centro, como partiendo desde la mediapunta. Todavía no lo ha utilizado todo lo que los celtistas desearían porque no ha terminado de encontrar un esquema en el que poder acoplar bien a él y a Iago, sin que haya carencias en otras posiciones, y al “Toto” le gusta siempre tener todo atado antes de realizar experimentos. Aún no habiendo jugador mucho, Rossi ya ha sido titular una vez –en el primer partido de Europa League ante el Standard de Lieja- y en ese y en los demás partidos en los que ha salido desde el banquillo ha dejado muy buenos detalles que entusiasman a la afición celeste, que ve que las lesiones no han perjudicado a su juego. Rossi sigue siendo rápido, potente y goleador. Algo que vendrá muy bien al Celta esta temporada, tras haber perdido a Nolito, un jugador que aportaba 13 goles de media y otras tantas asistencias por temporada.

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Si en algo ha destacado el delantero italoamericano es en su eficacia. Rossi necesita muy poco para crear peligro. Una faceta que marca las diferencias entre un delantero top y otro no tanto. Rossi, antes de sufrir las distintas lesiones que tanto tiempo le tuvieron apartado de los terrenos de juego, llevaba una progresión propia de una estrella. Progresión que se vio frustrada y que le ha hecho recorrer varios equipos en busca de renacer como futbolista. El Celta pude ser el lugar ideal para él, un equipo hecho y con una idea muy clara de juego y que se adapta a su estilo de toque y velocidad. Por suerte para los celtistas, la técnica y el olfato goleador no es algo que se pierda con las lesiones, y por supuesto que Rossi no lo ha perdido.

A la espera de encontrarle su posición ideal, Berizzo lo ha utilizado como revulsivo, dándole entrada en los minutos finales en busca del gol que faltó los minutos precedentes. Y la verdad es que cumplió bien ese papel las veces que el “Toto” así lo ha considerado.  Debutó contra el Atlético de Madrid cuando el partido ya estaba sentenciado pero generó alguna ocasión de peligro e incomodó a la defensa colchonera, que estaba viviendo un partido bastante tranquilo hasta el momento.

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Su primer y único partido como titular lo jugó en Lieja, ante el Estándar en el primer partido de la Europa League. Rossi no falló a su cita con la titularidad y cuajó una gran actuación. Partió como referencia en ataque y demostró su calidad y eficacia. Su primer tiro a puerta y gol. Disparo lejano desde 30 metros que con la ayuda de Gillet se coló en la portería para poner el 1-1 en el marcador. Poco después pudo hacer el segundo pero en esta ocasión el portero belga no estuvo de su parte y atajó el potente disparo del delantero transalpino. Además de por los goles el partido de Rossi destacó por la capacidad de asociación que tiene. Una y otra vez buscó apoyos en las bandas o incluso bajó al centro del campo para ayudar en la salida de balón.

En el Sadar de nuevo salió como revulsivo para intentar marcar el gol del partido. Y casi lo consigue. Con su entrada en el terreno de juego, el Celta se vino arriba. Rossi se asoció, corrió, encaró, buscó línea de fondo y disparó. Hasta en varias ocasiones intentó batir a Mario, la más clara con un remate de cabeza. No consiguió el ansiado gol, pero aportó mucha velocidad y disparos a puerta, algo que no venía ejecutando el celta hasta el momento.

Su última participación, al igual que la del resto del equipo, tuvo lugar el pasado miércoles en el partido ante el Sporting en Balaídos. Rossi volvió a salir en los minutos finales con un empate a uno en el marcador, para intentar el gol de la victoria. Giuseppe aportó chispa al equipo en ataque y se asoció muy bien con sus compañeros. Generó espacios y volvió loca a la defensa asturiana.

Grandes actuaciones las de Rossi, que necesita muy poco para crear peligro, en cuanto Berizzo dé con la tecla sobre su posición, el Celta tendrá en él un delantero de garantías. Esperemos por el bien del equipo y de él que esta vez las lesiones le respeten para que pueda demostrar que sigue siendo un crack.