El miércoles pasado el Celta recibía al Sporting de Gijón de Abelardo. Partido contra un rival al que es difícil meterle mano por su buen entramado defensivo. Sin embargo, era un partido en casa y ante un equipo con una plantilla de nivel inferior. El juego del Celta no fue bueno. Eso no fue un impedimento para que pasado el ecuador de la segunda mitad, Hugo Mallo aprovechara una asistencia de Pione Sisto para hacer el 1-0. Tal y como transcurría el partido todo parecía indicar que los celestes se iban a llevar los tres puntos, pero en el minuto 80 el árbitro señalaba penalti de Roncaglia que iba a transformar Duje Cop para empatar el encuentro. Las cosas se torcieron, pero a falta de tres minutos para el final del tiempo reglamentario, el Celta se encontró con un penalti a favor. Iago Aspas lo transformó para darle los tres puntos a su equipo.

Llegó el fin de semana y los de Berizzo visitaron Cornellà-El Prat. El Espanyol también pasaba por un momento complicado y se enfrentaban dos equipos en situaciones parecidas. Ninguno de los dos consiguió hacerse con el dominio del balón ni del partido. Cada uno tuvo sus ocasiones pero hubo poquito fútbol en general. A falta de 20 minutos para el final entró Giuseppe Rossi al campo sustituyendo a Bongonda y el italiano fue protagonista. En el minuto 90 aprovechó una mala salida de Diego López para adelantar a los celestes en el marcador. Tres minutos más tarde, cuando Undiano Mallenco ya se ponía el silbato en la boca para pitar el final, Pione Sisto sentenciaba con un golazo tras atravesar todo el campo rival y realizar un disparo pegadito al poste. Otra victoria in extremis.

Y ayer por la tarde, el Celta jugaba su segundo partido de Europa League esta temporada. Era el tercer partido jugado en prácticamente una semana. Recibía al Panathinaikos, un conjunto griego con pocas caras conocidas y que tiene el cartel de equipo más flojo del grupo. Pese a esto, el Celta no logró ser superior a los de Stramaccioni. De hecho, al descanso los griegos habían creado más peligro que los de Berizzo. ¿Pero a que no sabéis qué? El alumno volvió a hacer la tarea a tiempo. Justito, pero a tiempo. Guidetti hacía el 1-0 en el minuto 85 y Daniel Wass sentenciaba de libre directo en el 89. Otra victoria más. Tres victorias en ocho días. Y sin jugar demasiado bien.

El Celta está demostrando ser un alumno que tiene capacidades para hacer la tarea. Pero peca de poco responsable y deja los deberes para el final. Normalmente al alumno irresponsable que lo deja todo para el final le acaba pasando factura. Llega el día en el que por querer apurar demasiado no acaba la tarea. Así que el Celta ya puede andarse con ojo porque ganar tres partidos seguidos marcando en los últimos instantes no solo refleja que tienes jugadores determinantes. También ha contribuido el factor suerte. Y para asegurarse más a menudo la victoria deberá empezar a mejorar el juego. Y también deberá ser más determinante en los últimos metros. No siempre se debe dejar la tarea para el final.