Egipto es un país de la parte occidental del Máshrek, la parte más oriental del Mundo Árabe. El lugar por donde sale el sol. La parte opuesta al Magreb. En su día fue una tierra de faraones, los reyes del Antiguo Egipto. Dicen que el último faraón fue una mujer, Cleopatra VII sin embargo, hace unos años hubo un futbolista egipcio que aspiró a tener el honor de ser considerado un gran faraón en el mundo del fútbol.

Tenía las cualidades para ser una estrella. Un gran jugador. Un delantero de los que tienen facilidad para perforar la red rival. Nadie dice que no lo llegase a conseguir, pero se retiró hace tres años sin cumplir las expectativas que había puestas en él. Se retiró siendo considerado un faraón con la corona torcida, sin barba postiza y sin cola de león; los elementos que le dan fuerza a un monarca egipcio.

Ahmed Hossam Mido nació en El Cairo. Como todo niño egipcio apasionado del fútbol, Mido soñaba con jugar en uno de los grandes de su país. Y no tardó en conseguirlo. Con 16 años ya estaba metiendo goles en el primer equipo del Zamalek. Solo cuatro partidos le bastaron al joven egipcio para meter tres goles y llamar la atención de varios clubes europeos. Finalmente, fue el Genk belga el escogido por Mido para dar el salto a Europa. Patrick Rémy iba a ser su entrenador en el club de Bélgica. El entrenador francés ya avisó desde un principio de las cualidades técnicas que tenía Mido y poco a poco le fue impresionando más y más. “Mido lo hacía todo”, llegó a declarar hace unos años Rémy. 11 goles en 21 partidos y detalles técnicos deliciosos fueron los recuerdos que dejó Mido en la ciudad de Gante, en el Flandes Oriental. Una temporada repleta de tantos le sirvió al aspirante a faraón para dar el salto a un histórico de Europa. Un club, que si algo tiene, es buen ojo para descubrir jóvenes talentos.

Mido siempre destacó por su físico, su técnica y su facilidad para anotar goles

Ese equipo es el Ajax de Amsterdam. No empezó de la mejor manera. Una conmoción cerebral en el primer mes de competición tras chocar con un rival le dejó fuera de los terrenos de juego un mes. Para colmo, pocos partidos después de su recuperación, fue sancionado tres partidos por golpear a un rival. Las cosas no iban de la mejor manera para Mido, que además fue criticado por su entrenador Koeman y se quedó fuera de la convocatoria en el importante partido contra el Feyenoord. Esto llevó a que el egipcio dijera en diciembre que se quería marchar del club y creó un conflicto entre el jugador y la directiva, a la que no le sentó nada bien las palabras de Mido.

El egipcio decidió hacer borrón y cuenta nueva y dedicarse a hacer lo que más sabía: jugar y meter goles. Y así lo hizo. Acabó metiendo 12 goles hasta el final de la temporada. Pese a las buenas cifras, a Koeman seguía sin convencerle el egipcio. Sobre todo por tema de disciplina. De hecho, el jugador nacido en El Cairo acabó la temporada siendo relegado al filial por temas de comportamiento. Su situación en el club era pésima. Aún así, siguió otro año más en el Ajax, pero la relación con Koeman no era buena y el egipcio acabó haciendo las maletas en marzo para irse a Vigo. Se iba en calidad de cedido. El Celta iba a ser su nuevo club.

A sus 20 años, Mido llegaba a Vigo con un muy buen cartel. El Celta iba necesitado de goles, ya que Catanha y Benni McCarthy estaban en sequía goleadora. El egipcio era idóneo para lo que buscaban los de Miguel Ángel Lotina, un jugador que aportara goles que les permitiera clasificarse para la Champions. En su debut ya dejó las cosas claras. Él había llegado a Vigo para marcar goles y lo quería hacer desde el primer día. Debutó marcando en la victoria por 2-1 ante el Athletic.  También hizo un doblete en El Sadar y marcó el último gol celeste en la victoria por 3-2 ante la Real Sociedad en el último partido de liga. Tres puntos que les servían a los celestes para clasificarse para la Champions por primera vez en su historia.  Ese es su legado en Vigo: 4 goles decisivos en tan solo 8 partidos. Con estas cifras y este rendimiento, estaba claro que el Celta de Vigo lo quería firmar a final de temporada, pero el Ajax pedía 15 millones de euros y los celtiñas no pasaban por un buen momento económico.

Mido vistiendo la camiseta del Ajax con 18 años. Imagen: Alex Hess.
Mido vistiendo la camiseta del Ajax con 18 años. Imagen: Alex Hess.

Al final, tras muchos rumores, Mido acabó fichando por el Olimpique de Marsella a cambio de 12 millones, siendo de esta manera el egipcio más caro de la historia. En Marsella no tuvo su mejor etapa. Empezó siendo alabado por una leyenda como Papin, pero enseguida fue eclipsado por Drogba, fue multado por exceso de velocidad con el coche y empezaron a surgir los rumores. En España le querían el Celta, el Atleti, Osasuna y Zaragoza. También se hablaba de que Bobby Robson había contactado con él para llevárselo a Newcastle. Sin embargo, acabó fichando por la Roma a cambio de 6 millones de euros.

En la Roma tampoco le fue bien. No estaba en su mejor momento de forma y a la mínima ya empezaron a surgir rumores sobre su marcha del club italiano. Duró nada y menos en el país de la bota, ya que en el mercado de invierno firmó por un año y medio con el Tottenham. En Inglaterra iba a ir de más a menos. Marcó 4 goles hasta final de temporada y la siguiente campaña anotó 11 tantos, pero no tardó en hacer de las suyas. Martin Jol, el entonces técnico spur, le acusó de irresponsable y poco profesional y el egipcio también tuvo problemas con un peso pesado del vestuario, Sol Campbell. En su último año anotó solo 5 goles, y bajó mucho su nivel. Finalmente acabó fichando por el Middlesbrough.

Su mal comportamiento y sus faltas disciplinarias también tuvieron mucho peso en el declive de su carrera

En el Boro el egipcio ya mostró su peor versión hasta el momento. Entre lesiones y sanciones no pudo disputar más de 17 partidos en su primera temporada y 15 en la segunda, sumando tan solo 5 goles entre ambas campañas. A partir de aquí, Mido sale cedido a una gran cantidad de equipos. A un club diferente cada año. Wigan, West Ham, Zamalek o Ajax fueron sus destinos, pero nunca se volvió a ver a aquél futbolista egipcio que deslumbraba por su técnica exquisita, su zurda de oro y su físico imponente. Mido se acabó retirando en 2013 en el Barnsley inglés. Actualmente, el de El Cairo es el asistente de Eric van Meir en el Lierse y hace de comentarista deportivo en BeIN Sports.