Encuentro de máxima exigencia en el Benito Villamarín de Sevilla. Se enfrentaban en la jornada 14 Betis y Celta con objetivos diferentes. Por un lado, los locales, ya con Víctor Sánchez del Amo a la cabeza buscando un triunfo en casa que los alejase de la zona caliente de la tabla. Por otro, los visitantes buscando los tres puntos que los auparan a lo más alto de la misma. De inicio las novedades fueron varias.

En el Betis, Víctor decidió prescindir de Joaquín para incluír a Tony Sanabria acompañando a Rubén Castro, además de mantener la defensa de 5 hombres que tan buen rédito defensivo le está dando al Betis. Berizzo decidía sin embargo prescindir de un hombre específico de banda y salía con 4 jugadores en la zona ancha del terreno de juego, buscando poblar el mediocampo y hacerse con el control del esférico.

El Celta, dueño del balón

Y así fue durante prácticamente toda la primera. Un Celta sin complejos era dueño del balón y mandaba en el encuentro con autoridad. No hubo ocasiones en los primeros 15 minutos de auténtico monopolio del Celta. Pero justo en ese minuto, una jugada muy rápida y de elaboración acabaría con el gol. Comenzó en la izquierda, por donde el Celta hacía más daño. Una internada de Théo Bongonda acaba con un centro un tanto fuerte que se pasea por el área bética; al otro lado del área recoge el esférico Wass, quien pone un centro medido para que Aspas, en boca de gol, empuje para hacer el primero. No había fuera de juego del moañes quien tampoco faltaba a su cita con el gol, manteniéndose en lo más alto de la tabla de goleadores junto a Cristiano, Suárez y Messi.

Después del gol el Celta continuó con su dominio. Fue la fase del partido más tranquila. El Betis no sabía como hacerle daño al equipo vigués y pagaba su frustración con faltas a destiempo. La grada, muy animosa durante todo el encuentro, buscaba en la figura del árbitro su diana particular. Incluso en el minuto 24 el Celta pudo hacer más grande su ventaja. Fue por medio del danés Wass, que se sacó un fortísimo chut que a punto está de sorprender al meta Adán. A partir de ahí se estiró el Betis, aunque todavía no eran necesarias las intervenciones del meta céltico Rubén Blanco.

Y la jugada de peligro del Betis llegó en un error de bulto de la defensa del Celta. Un balón suelto en la frontal termina con el derribo de Andreu Fontàs a Petros y el trencilla decreta sin dudarlo la pena máxima. Lo cierto es que el penalti fue tan claro como evitable por parte del central catalán. Rubén Castro, tampoco falló a su cita con el gol y con el empate se llegaba al final del primer tiempo. La sensación era que ambos equipos habían maximizado sus ocasiones anotando un gol cada uno, pero que el Celta había dominado con más claridad.

Segundo parte de ida y vuelta

En la reanudación del segundo tiempo, el Betis salió en tromba. Dio la sensación de que no hubo descanso por el medio y encerró al Celta en su área. Los celtiñas, incapaces de contener el peligro de su rival veían pasar las ocasiones por su portería. En el 49 llegó la primera de peligro en un balón largo. El que lo recibió fue Rubén Castro quien disparó y su tiro se estrelló contra la madera. Era el primer aviso del equipo bético. En la siguiente, el lateral Durmisi desaprovecha un balón suelto en la frontal tras un córner y envía el esférico pegado de nuevo al poste de la meta celeste.

El Betis acumulaba jugadas de peligro y el Celta no despertaba. La siguiente jugada ya fue de gol. Otro error de la defensa céltica, que ve como Sanabria se interna en el área y remata tras sortear al portero Rubén y a un defensa del equipo vigués. Se adelantaba de esta forma el conjunto dirigido por Sánchez del Amo, pero a partir de ahí el partido entraría en una fase de ida y vuelta.

Las jugadas se sucedían en ambas áreas, y el Celta parecía espoleado por el gol verdiblanco. Así fue como en el 61, de nuevo Aspas, anotaba el empate a dos goles tras un centro in extremis de Bongonda. Sólo tuvo que empujarla el ‘9’ celeste tras una larga jugada en la que el joven belga del Celta salva el balón en la línea de fondo y lo convierte en un pase medido para el killer céltico. Noveno tanto de Iago Aspas, a un ritmo imparable.

Se comenzaban entonces a mover los banquillos. Por parte céltica, hacía su ingreso en el terreno de juego Fabián Orellana, quien regresaba de un largo período de molestias, saliendo en su lugar Radoja con molestias. Por parte local, entraba el ídolo Joaquín para dar verticalidad al conjunto bético y más tarde era Felipe Gutiérrez quien salía para dar empaque al centro del campo.
La lluvia hacía acto de presencia, que sumado al empate y con los dos equipos buscando más, hacían que el partido ganase un plus de entretenimiento. En una de esas jugadas, el central Pezzella sube a rematar y fuerza un córner. En ese mismo córner, el propio Pezzella remachaba sin oposición el centro y ponía el 3:2 de ventaja en el marcador para el Betis. En otro córner, apenas diez minutos después, era otro central, esta vez Facundo Roncaglia quien volvía a poner la igualada en el marcador.

De ahí en adelante el encuentro se calmó y ya el cansancio no permitió ver muchas más jugadas de peligro. Sólo salientar la expulsión del brasileño Petros, quien veía la segunda amarilla por una fea entrada al tobillo de Orellana. El partido finalizó con un empate a tres que nos puede dar una idea de la emoción del encuentro. Ambos equipos buscaron en todo momento la portería rival, con sus virtudes y defectos que también se pusieron de manifiesto en el verde. Al final, reparto de puntos que deja todo más o menos como estaba en la tabla clasificatoria.