La brújula del equipo, el hombre del último pase, la estabilidad en el centro del campo. Todas estas cualidades y más definen a Daniel Wass, que partido a partido pasa desapercibido con su juego que es de gran aporte al equipo. Su trabajo a veces no es tan reconocido como el de otros jugadores, pero Berizzo siempre confiesa su gran labor como la que cumplió el pasado fin de semana en el empate ante el Betis.

El danés llevó los tiempos del partido cuando el Celta de Vigo más lo necesitaba. De sus botas nacieron dos de los tres goles que anotó el conjunto celeste en el Benito Villamarín. El primero que abrió el marcador llegó un centro-chut suyo que cazó Aspas para mandarlo al fondo de las mallas. El centrocampista escandinavo no dejó de correr en todo el partido, en las jugadas ofensivas se sumaba al ataque como un delantero más en busca del gol que igualará el partido y en defensa se unía al muro céltico. A lo largo de los noventa minutos recuperó siete balones, el segundo que más tras Andreu Fontás. En los últimos compases del encuentro, con el Celta por detrás en el marcador, Wass botó un córner teledirigido a la cabeza de Roncaglia que supuso el empate final.

La importancia de Daniel Wass en el esquema de Berizzo se ve reflejado en las estadísticas. Es de largo el futbolista mas utilizado por el técnico argentino, 14 partidos como titular en liga, uno como suplente en copa y cinco en UEFA Europa League en los que en tan sólo una ocasión salió en el once inicial, en total 1.322 minutos. El medio nacido en Dinamarca se adapta al esquema cada partido dependiendo de las necesidades del equipo. A lo largo de su etapa en el Celta ha llegado a jugar en todas las posiciones del medio campo, ya sea en la banda, de mediapunta o de mediocentro defensivo. Se podría decir que es el hombre multiusos de Berizzo que ha alcanzado su mejor nivel en este comienzo de temporada y parece que va a más. Por tanto, mientras no esté lesionado o sancionado, Wass no se toca.