La jornada 16 de Liga depara un encuentro muy exigente para el equipo Celeste, debe viajar hasta tierras vascas y enfrentarse, al quizás, unos de los rivales más complicados de ganar en su campo. El Athletic se encuentra actualmente 7º en Liga a tan sólo dos puntos de la zona europea, su buen año en liga se ve reflejado también en competiciones europeas, al igual que el Celta, está clasificado para la siguiente ronda de la Europa League.  

Y si al buen hacer que tiene el equipo vasco en casa, le añadimos los antecedentes de las últimas visitas del Celta de Vigo, nos encontramos ante un desafío más que interesante para los pupilos de Berizzo. Bien es cierto que el Celta logró la victoria no hace mucho (temporada 2014/2015) pero también es verdad que es un campo que no se le da nada bien al conjunto de Vigo. El balance no es nada positivo, en los últimos 15 años en liga, el Celta sólo ha logrado dos victorias y otros tantos empates, el resto de partidos se cuentan por derrotas.

El ultimo precedente lo encontramos la temporada pasada, el conjunto Celeste caería 2-1 en un partido con mucha polémica. Cabral fue expulsado en el minuto 40 y el Celta aguantó con diez jugadores hasta que en el 72 Raúl García pondría el definitivo 2 – 1 en el marcador. No es la primera vez que Celta y Bilbao se ven envueltos en polémica, todos los aficionados Celestes recordaran el descenso de la temporada 2006/2007 donde el conjunto gallego acabaría bajando a segunda división y el vasco salvándose gracias a una polémica victoria contra el Levante en la última jornada.

Pero como dice el refrán agua pasada no mueve molinos, y este año el Celta tiene una nueva oportunidad de llevarse la victoria, y de paso así, superar al Athletic en la clasificación. A pesar de que la Historia nos dice que es un rival complicado, también nos dice que el Celta es un equipo capaz de sobreponerse a los obstáculos más difíciles. Una derrota este fin de Semana dejaría las opciones europeas del equipo gallego muy tocadas. Este año la competencia es más dura y el margen de error es mínimo, más aún tras la dolorosa derrota contra el Sevilla.