El Celta de Vigo ha vuelto a depositar todas sus esperanzas en la Copa del Rey tras su trabajada victoria la pasada semana en el Santiago Bernabéu, dejando la eliminatoria muy de cara para los celestes. El comienzo en la competición no fue del todo complicado, un segunda como el UCAM Murcia esperaba acabar con uno de los mejores equipos de la primera categoría. El Celta salió con lo justo y logró la victoria en ambos partidos por la mínima, primera ronda superada sin muchos problemas.

Es el único equipo que sólo conoce la victoria en Copa

El Valencia era el siguiente obstáculo que debía superar para continuar por el camino que tiene como destino la final. Pero solamente le hicieron falta 90 minutos para dejar encarrilada la eliminatoria tras vencer por un abultado 1-4 en Mestalla. Sin prácticamente nada en juego, ambos equipos plantearon la vuelta de una forma similar a un amistoso. Con ambas plantillas formadas mayoritariamente por suplentes, el Celta logró la victoria y certificó su pase a cuartos de final. 

La suerte no estuvo de cara para el Celta, el próximo rival que se interpondría en el camino sería el líder de la Liga, el Real Madrid. Un equipo muy en forma al que el Celta de Vigo cogió en su peor momento y acabó de rematarlo venciéndole en su campo en el partido de ida. Mañana miércoles tendrá lugar la batalla final por el pase a semifinales en Balaídos.

La derrota en casa hurgó aún más en la herida del vigente campeón de Europa que abrió hace pocas semanas el Sevilla y es un factor bastante favorable para el equipo gallego Un Celta en racha, que no ha perdido aún en la copa, se enfrentará a un Real Madrid plagado de bajas que buscará la heroica por seguir en la competición que se le ha ido atragantando los últimos años