El Celta de Vigo perdió una oportunidad de oro para situarse a dos puntos del Athletic Club de Bilbao, el séptimo clasificado. De esta forma, los vigueses estarían colocados en una muy buena posición en la lucha por Europa, pero ahora toca volver a remar para conseguirlo. Lo que fue un partidazo durante 85 minutos acabó en desquicio en el minuto 90, al verse remontados 3-2 por el Atlético de Madrid cuando tenían el triunfo en el bolsillo con un 1-2.

Abuso de bandas

En este partido, el Celta hizo mucho uso de sus extremos y laterales, buscando la ocasión idónea para centrar o buscar el pase atrás. En este ejemplo, podemos ver cómo el balón llega a Hugo Mallo en el lateral del área y John Guidetti va a recibir el esférico como un buen delantero centro. Lo que no sabe el artillero sueco es que tiene a cinco jugadores con camiseta a rayas blancas y rojas rodeándolo, pero aún así, consigue salirse con la suya.

Intenta el control orientado, pero lo que le sale es un pase perfecto de cara para Jozabed. En esa situación, el sevillano debe decidir entre el chut o pasarla a Sisto en cuestión de milésimas de segundo. Finalmente, opta por el disparo raso y con el interior. La pelota golpea en el poste y sale rebotada. Cabe destacar que el Celta sacó petróleo de la jugada con muy pocos hombres, mientras que el Atlético defendió con hasta 8 jugadores sin poder repeler el ataque.

Radoja, muy retrasado

Uno de los factores, entre otros, que propició la remontada colchonera fue la posición tan retrasada de Radoja. Esta jugada del penalti inexistente pitado sobre Yannick Ferreira Carrasco pertenece a la primera parte, aunque cuando de verdad se notó ese defecto fue en la segunda.

El centro del campo está partido porque Radoja al retrasar su posición, obliga al ‘Tucu’ Hernández a hacer lo mismo. De esta forma quedan defendiendo prácticamente en el área ocho jugadores celestes.

A su vez, Jozabed se queda un poco más arriba y es Iago Aspas el que tiene que bajar a ayudar en tareas defensivas, lo que habla de una mala organización del Celta en defensa.

El contraataque perfecto

Corría el minuto 78 de partido cuando John Guidetti dejó helado al Vicente Calderón con su gol. El tanto nace desde el área celtiña y luego se acaba convirtiendo en una de las mejores jugadas del encuentro sin lugar a dudas.

Pablo Pedro ‘Tucu’ Hernández consigue sacar el balón limpiamente de la zona de peligro y conecta con Iago Aspas en el círculo central del campo. El moañés avanza sin oposición, ya que los defensas locales reculan al ver corriendo a Guidetti y Wass por la banda izquierda y derecha, respectivamente.

Iago Aspas sigue de cara a la portería lentamente, esperando al momento perfecto para entregarle el esférico a su compañero Daniel Wass. El momento del que hablamos es en el cual la línea de cuatro atlética que planta cara a la de tres del Celta, se quiebra: Filipe Luís se queda sin fuelle a la hora de volver atrás y ahí es cuando Iago filtra el balón al espacio libre.

Wass espera a que los defensas del equipo del Manzanares se internen en el área esperando un centro por arriba, para pasársela atrás a su buen amigo: el internacional sueco John Guidetti. ‘SuperGuidetti’ finaliza con el interior de su pie derecho y el balón se cuela raso en la portería de Moyá.

Organización defensiva mejorable

Previamente, ya hemos comentado la mala organización defensiva, y ésta se ve reflejada en el gol de la victoria.

En esta imagen podemos ver claramente la mala colocación de los defensores del Celta de Vigo a la hora de defender un centro en los últimos minutos del partido. Primero, los jugadores están muy alejados unos de otros, y segundo, hay grupos de dos futbolistas que están demasiado juntos. Es el caso de Jonny y Radoja, y el de Chelo Díaz y Roncaglia.

De esta forma, Cabral se queda defendiendo completamente solo ante Gameiro y Griezmann, que tiene una zona de remate demasiado cómoda, amplia y cercana a la portería. Este hecho, está generado en gran parte porque los centrocampistas del equipo gallego están metidos demasiado atrás. Eduardo Berizzo debe corregir estos fallos de concentración en el último tramo de partido, ya que los puntos se escapan con mucha facilidad, algo que el Celta no puede permitirse.