No pudo ser. El Celta no fue capaz de remontar el mal partido de ida en Balaídos. Los de Berizzo rozaron la gloria, la tocaron con los dedos pero finalmente se le escapó. Fueron superiores en uno de los estadios más difíciles de la competición. El sueño europeo se acaba, pero los gallegos se van de la Europa League con la cabeza bien alta tras demostrar de lo que son capaces.

El fútbol fue cruel con el Celta en la última jugada. Cuando solo le hacía falta un gol para estar en la final de Solna, en el minuto 96 Guidetti falló tras un gran pase de Beauvue que tan solo tenía que empujar a red. Mourinho reconoció al finalizar el partido que si fuera del Celta se iría "triste pero con la cabeza bien alta".

Dominio inicial celtiñaMotivados por la necesidad de remontar, el Celta comenzó con hambre el partido y siendo protagonista en el juego, mientras que los aficionados desplazados desde Vigo se hacían oír en uno de los campos más bonitos y especiales del mundo. Aspas en el minuto 5 la tuvo, en un chut que despejó a córner Romero.

Pero el Manchester se desquitó el dominio inicial del Celta y comenzó a estar cómodo en el partido. Con un mediocampo muy superior físicamente, con Pogba campando a sus anchas e Mkhitaryan y Rashford cabalgando con mucho peligro, el equipo inglés dominaba y sometía a un Celta que no sabía cómo parar las acometidas de los de José Mourinho.

Así llegó el primero de la noche. Rashford puso un centro medido que el especialista de cabeza Fellaini envió al fondo de las redes. El Manchester daba el primer paso para estar en la final.

Fuente: Manchester United

El Celta fue mejor en el segundo acto

Berizzo se adaptó muy bien y supo leer lo que pedía el Celta en el partido. El argentino introdujo al bueno de Jozabed por Wass y el equipo reaccionó. A pesar de la mejoría en el juego, donde los gallegos fueron más protagonistas que en la primera parte, la suerte no estaba con ellos. Guidetti tuvo de cabeza el empate en una noche horrible para el sueco.

Los gallegos querían pero no podían, y los minutos pasaban. Cuando parecía que al Celta ya no le daba tiempo, Roncaglia cabeceó un centro de Bongonda para poner las tablas en el marcador. El equipo vigués volvía a soñar junto a su afición, a la que se le oía desde cualquiera parte del estadio. El final de partido se volvía emocionante, Old Trafford contenía la respiración.

Roncaglia y Bailly la montaronTal era el nerviosismo que, tras el empate, hubo una tangana entre los dos equipos que se saldó con dos tarjetas rojas por agresión: una para Roncaglia y otra para Bailly, que estuvieron a punto de llegar a las manos en el camino hacia los vestuarios.

Un final lleno de dramatismo

El Celta la tuvo en el último instante. Rozó el empate. Guidetti tardará mucho en olvidarse de esta acción, en la que tras el pase de Beauvue no acertó en rematar ese balón que hubiese supuesto la clasificación de su equipo a la final de la Europa League. El drama se apoderó del Teatro de los sueños. Lo que en sueño empezó en tragedia se convirtió. Los jugadores del Celta se bañaron en lágrimas al final del partido más importante de su historia reciente.

Fuente: UEFA.com

La otra cara de la moneda era Mourinho, que de esta forma salva la horrible temporada de su equipo en la Premier League. La conquista de la Europa League lleva siendo una obligación para el técnico portugués desde hace mucho y, por lo menos, ya ha conseguido meterse en la final.