A pesar de las dudas con las que comenzó el Celta de Vigo la temporada, los de Vigo han cerrado una campaña histórica, en la que por primera vez jugaron unas semifinales de competición europea. Sin embargo ese esfuerzo hizo que se perdiera algo de comba en la Liga, donde los gallegos se quedaron en tierra de nadie.

Un comienzo con dudas

El Celta no empezó la temporada 2016/17 de la mejor manera. En el primer partido liguero, ante el Leganés, el equipo dejó muy malas sensaciones y acabó perdiendo en Balaídos 0-1. Se vio un equipo espeso. Un conjunto lento en ataque, muy errático en el pase y flojo en defensa. La siguiente jornada tampoco iba a ser fácil. El equipo visitaba el Santiago Bernabéu, uno de los estadios de La Liga española en los que es más complicado puntuar. El Celta perdió el partido 2-1, pero el equipo dejó buenas sensaciones en cuanto a juego. Le plantó cara al Real Madrid y perdió por la mínima. Llegaba la tercera jornada de liga y a los de Berizzo les tocaba recibir en Balaídos a otro de los grandes: el Atlético de Madrid. El conjunto celeste volvió a dejar muy malas sensaciones como en el debut liguero ante el Leganés y acabó goleado 0-4 por los rojiblancos. Tres partidos y tres derrotas para los vigueses. Resultados que empezaban a mosquear a una parte de la afición, que veía que su equipo no terminaba de arrancar.

Tras esta mala racha llegaba el primer partido de Europa League en Lieja ante el Standard. Fue un partido flojo de ambos equipos y el partido acabó 1-1. Para colmo, el Celta tampoco fue capaz de ganar en El Sadar en la siguiente jornada liguera (0-0) y la victoria se seguía resistiendo. La primera victoria del equipo no llegó hasta el 21 de septiembre ante el Sporting de Gijón. El equipo no dejó buenas sensaciones y ganó con un gol de penalti de Aspas en el minuto 87. Sin embargo, los tres puntos dieron confianza e equipo y llegaron tres victorias más consecutivas. El Celta ganó 0-2 ante el Espanyol con dos goles en el descuento y ganó en casa ante Panathinaikos en la segunda jornada de Europa League, pero el primer gran partido del equipo en esta temporada fue en la séptima jornada en casa ante el Barça de Luis Enrique. El equipo ganaba 3-0 en el descanso y acabó ganando el partido 4-3 ante el vigente campeón de liga.

Temporada marcada por la irregularidad

En la siguiente jornada el equipo volvió a dar signos de su irregularidad. Visitó El Madrigal y el Villarreal le endosó un 5-0 que dejó muy tocado al equipo. Entre semana recibía al Ajax en Balaídos y no pudo pasar de empate. Volvían las dudas la semana antes del derbi ante el Deportivo de La Coruña. El 23 de octubre a las 12 de mediodía se jugaba el derbi gallego. Ninguno de los dos equipos llegaba muy bien pero el Celta volvió a demostrar que tiene calidad para sacar mejores resultados de los que estaba sacando y goleó al Depor en el derbi (4-1). La primera mitad en Las Palmas de Gran Canaria también fue una exhibición. 0-3 ganaban los de Berizzo en el descanso, pero el equipo se dejó empatar el partido en los últimos 45 minutos y el encuentro acabó 3-3.

La irregularidad estaba mermando al conjunto de Berizzo. Al equipo le estaba costando mucho encadenar victorias de manera consecutiva. La siguiente semana el Celta visitó el Amsterdam Arena, donde perdió 3-2 jugando con un equipo repleto de suplentes. Además, en la siguiente jornada de Europa League el Celta empató en casa ante el Standard de Lieja. Esto hacía que el equipo no dependiese de ellos mismos en la última jornada, en la que visitaría Grecia para enfrentarse a Panathinaikos. Si el Standard ganaba al Ajax, el Celta debía ganar al equipo griego por un gol más que los belgas. Los celestes ganaron 0-2 en Grecia, mientras que el Standard empató en casa ante el Ajax. De esta manera los celestes se clasificaban para dieciseisavos, en los que se enfrentarán al Shakthar Donetsk.

En liga consiguieron ganar en casa ante Valencia y Granada, pero fuera de casa perdió 1-0 ante el Eibar, empató ante el Betis 3-3 y salió derrotado de San Mamés, 2-1, después de ir ganando 0-1 hasta el minuto 81. Roncaglia cometió un penalti, fue expulsado, lo transformó Aduriz y en el último minuto de partido San José hizo el gol de la victoria. Además, en la jornada anterior el Celta había caído derrotado 0-3 ante al Sevilla pese a hacer un buen partido. 

Por lo que respecta a la Copa del Rey, los de Berizzo ganaron 0-1 en La Nueva Condomina ante el UCAM Murcia y 1-0 en la vuelta en Balaídos.

En octavos esperaba el Valencia de Prandelli que pasaba por una mala racha. El Celta supo aprovecharse de ello y sentenció la eliminatoria con un 1-4 en Mestalla, en lo que fue un recital por parte de los pupilos de Berizzo. En la vuelta en Balaídos el Celta volvió a ganar, esta vez 2-1, sellando así su pase a los cuartos de final.

En cuartos le esperaba al Celta el todopoderoso Real Madrid, uno de los favoritos a llevarse el torneo. En una nueva lección magistral del estilo de Berizzo, que consiste en no amedrentarse ante ningún rival y jugar siempre a lo mismo, el Celta consiguió un valiosísimo 1-2 en el Bernabéu. Tocaba sufrir en Balaídos para aguantar el resultado, y así fue. El Celta se defendió ante su público como gato panza arriba y supo mantener la renta con un 2-2. Una gran gesta el haber eliminado al Real Madrid, que acercaba un poquito más el sueño de volver a jugar una final de Copa. Esperaba el Alavés.

Tras una primera vuelta muy irregular en liga y con los puestos europeos lejos, el grupo dirigido por Eduardo Berizzo afrontaba la segunda mitad de la temporada con ilusión, pues quedaban la Copa del Rey y la Europa League como grandes objetivos.

Inicio de la segunda vuelta

La segunda vuelta comenzaba en Butarque, el campo del Leganés, ese equipo recién ascendido y que dio la campanada en Balaídos; así pues el equipo vigués tenía ganas de revancha y lo hizo, con un equipo plagado de suplentes pues había Copa del Rey entre semana, con una victoria por 0-2.

Cuatro días más tarde, el conjunto gallego recibía al Deportivo Alavés en Balaídos, ese equipo que tanto costó ganar con gol de Nemanja Radoja en los últimos minutos del partido. El partido copero estuvo determinado por la posesión del balón que tuvieron los celestes, las pocas ocasiones y los palos. Así pues, el partido quedaría sin que se moviera el marcador, quedando la eliminatoria abierta.

Seis días más tarde gallegos y vascos se verían de nuevo las caras en Mendizorroza, donde el equipo vigués traicionó su estilo de juego y abandonó tanto la presión que ejerce sobre el rival como mantener el esférico durante el partido; las dos características principales que tiene el equipo dirigido por Eduardo el “Toto” Berizzo. El preparador argentino pecaría de su mal planteamiento y vería como su compatriota Pelegrino le ganaba en la táctica y los locales ganarían por la mínima 1-0 con gol de Méndez.

Sin tener descanso, pocos días después el Celta visitaba el Vicente Calderón por última vez y parecía que podía ser con buen sabor de boca, adelantándose dos veces en el marcador, pero los jugadores vieron como les remontaban el partido en 2 minutos y el marcador quedaría 3-2.

Después del gran palo futbolístico y psicológico de no haber pasado a la final de la Copa del Rey, el conjunto vigués recibía al Shakhtar en Balaídos, uno de los principales candidatos al título (entre las estadísticas destaca que es el equipo con más coeficiente de la UEFA entre los equipos de la Europa League). Un equipo rocoso al que solo le hizo falta un tiro en todo el partido para llevarse el partido de ida (0-1) y que supo anular al equipo vigués tanto en el medio del campo como en la delantera.

Berizzo sacrificó la liga para llegar lo más lejos posible en Europa League Entre los dos partidos de la Europa League, el Celta de Vigo recibía al Osasuna con rotaciones obligadas para dar descanso a los jugadores titulares pensando en el partido de vuelta. El partido contra el conjunto navarro fue cómodo y los locales se llevaron los 3 puntos con un 3-0.

El siguiente partido era la vuelta de dieciseisavos en Járkov y a la afición la cabeza le decía que era casi imposible remontar pero el corazón le decía que sí. Al final le venció el corazón a la cabeza con un Celta muy superior a los locales pero que no marcaría hasta el descuento con gol de Iago Aspas de penalti. Los gallegos empataban la eliminatoria e iban a la prórroga y el héroe sería Cabral cuando en el minuto 108 desobedecía a Berizzo y remataba un córner en el primer palo, lo que le daba el pase a la siguiente ronda a los vigueses.

Previamente a la siguiente ronda de la competición europea, el equipo gallego disputó tres partidos ligueros, que fueron contra el Sporting de Gijón en el Molinón con empate 1-1 con un equipo lleno de suplentes y que marcó Iago Aspas con una soberbia falta.

Posteriormente el club vigués recibiría en Balaídos al Espanyol y que el marcador quedaría con un 2-2, un partido que estuvo marcado por la rigurosa expulsión de Fontás. Por último, el Celta visitó el Camp Nou antes de los octavos de la Europa League. El partido contra los culés fue un experimento fallido de Berizzo al introducir a 5 defensas y durante periodos del partido con Hugo Mallo como mediocentro; el partido acabaría con una contundente goleada por 5-0.

Con la mente puesta ya en la Europa League, el Celta de Vigo recibía al Krasnodar ruso, un equipo rocoso tanto en el medio del campo como en la defensa. Así pues, al equipo celeste le costó adelantarse en el marcador y no sería hasta el minuto 50 cuando Daniel Wass de falta marcó el primero de los goles. Sin embargo, no duraría mucho la alegría y seis minutos después Claesson pondría las tablas en el marcador. Con el partido ya casi acabado y con todo a favor para el empate, por la banda derecha apareció Hugo Mallo para meter un centro a Claudio Beauvue y este marcar un golazo de cabeza para poner 2-1 y tener una ligera ventaja para el siguiente partido.

Antes de viajar a Rusia, el equipo dirigido por Berizzo recibió en el feudo vigués al Villarreal con los menos habituales, quienes a pesar de mantener la posesión del esférico apenas tuvieron ocasiones para marcar gol y el conjunto dirigido por Fran Escribá se llevó los 3 puntos en un rebote con suerte de Roberto Soldado, quien tuvo que ser expulsado al comienzo de la primera parte por una entrada muy fuerte sobre Marcelo Díaz.

Tras el buen tiempo de Vigo, la expedición céltica conoció el frío ruso de Krasnodar; sin embargo, el tiempo no fue un impedimento para ganar en el Kuban Stadium por 0-2 con goles de Hugo Mallo e Iago Aspas, este último con su ya clásica vaselina sobre el portero.

Después del partido europeo, el Celta se enfrentaba a la difícil tarea de ganar en Riazor, un partido que estuvo marcado por la igualdad en el terreno de juego pero que los vigueses tuvieron una mejor efectividad e Iago Aspas marcó el único tanto en el minuto 74.

Después del importante partido contra el eterno rival, el Celta disputó 3 partidos de la liga contra Las Palmas en Balaídos, con victoria para los locales por 3-1 con tres goles de Rossi, luego visitaría Mestalla con victoria para los de Boro por 3-2 y posteriormente recibiría en el feudo vigués al Eibar, donde los de Mendilibar se llevaron los 3 puntos por 0-2 con un Celta plagado de suplentes; además, la peor noticia del partido la dio Rossi al lesionarse con un periodo de 6 meses.

En la ida de los cuartos de final de la Europa League, el Celta volvería a jugar en Balaídos con el Genk. El equipo belga se adelantó a los 10 minutos, pero vería como en 8 minutos el equipo local le daba la vuelta al marcador con goles de Sisto y Aspas; posteriormente Guidetti pondría el 3-1 en el minuto 38, sin embargo, el Genk recortaría distancias en el minuto 67.

Tres días después el equipo gallego visitaba Granada con un equipo sin los titulares, pero que se llevaron los 3 puntos con un 0-3 con goles de Jozabez, Marcelo Díaz (golazo de falta) y Beauvue.

En la vuelta de la competición europea el equipo celeste supo aguantar la presión y las oleadas de ataque del equipo belga en un partido histórico para el equipo y la afición. La igualdad se impuso tanto en el terreno de juego como el marcador y el encuentro quedaría 1-1, con el pase de los vigueses por primera vez en su historia a unas semifinales europeas.

Por primera vez en semifinales de Europa League

Antes de jugar esas ansiadas semifinales, el equipo dirigido por Toto Berizzo sufrió tres derrotas consecutivas ante Betis en Balaídos (0-1), Sevilla en el Sánchez Pizjuán por 2-1 y Athletic de Bilbao en Vigo por 0-3.

El primer partido de las históricas semifinales se jugarían otra vez en un Balaídos lleno de celtismo ilusionado contra el Manchester United, un equipo defensivo, rocoso, que se basa en un equipo muy físico que desgasta al rival, que lo espera en su propio campo  y sale a la contra; además, su hombre clave es Fellaini, cuya función es luchar los balones aéreos. Así pues, el fútbol lo puso el equipo de Berizzo pero la eficacia fue para el equipo inglés y se llevó el partido por 0-1 con gol de falta de Rashford.

Antes del partido de vuelta, la liga no para y el club olívico visitaba la Rosaleda con un equipo repleto de los menos habituales, y el equipo andaluz pasó por encima de ellos con un claro 3-0.

Cuatro días después el Real Club Celta de Vigo visitaba por primera vez en su historia Old Trafford, un estadio mítico del fútbol mundial, y no estuvo solo, casi 3000 aficionados tiñeron Manchester de celeste con cánticos clásicos como “Miudiño” o “Fútbol de salón” y cánticos improvisados como “¿Y si ganamos qué?” o “Manchester is blue”. Tanto afición como equipo dieron una lección al mundo del fútbol en el teatro de los sueños, mostrando un fútbol ofensivo y siendo capaces de encerrar al Manchester en su propio campo; a pesar de intentarlo hasta el final no se pudo dar la remontada y marcador quedó 1-1.

Para finalizar la temporada histórica que hizo el equipo, disputó 3 partidos, contra el Alavés en Mendizorroza con victoria para los locales por 3-1; posteriormente disputó en Balaídos el partido aplazado contra el Real Madrid con un arbitraje muy polémico y que los madrileños acabarían ganando 1-4; el último partido para cerrar esta histórica temporada se jugaría en Balaídos contra la Real Sociedad en el que sería el último partido dirigido por Eduardo Berizzo en el banquillo celeste y que acabaría con empate 2-2 con goles de Iago Aspas de penalti y Andrew.

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Redacción Celta VAVEL
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